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El tiempo está a favor de los deseos

Antes que nada, me voy a presentar aunque no importa el nombre porque definitivamente sería falso. Así que sobre mí diré solamente que ejercí durante mas de treinta años como psiquiatra y psicólogo en distintas entidades de salud mental públicas, en penitenciarias, en centros de atención privados, también para algunas obras sociales y, obviamente atiendo en mi consultorio particular. Por razones casi obvias y que no vale la pena desarrollar mucho aquí (me he involucrado con mas de un/a paciente entre otras infidencias) me han revocado la licencia y por poco no termino preso. Hoy ya no atiendo mas en entidades públicas, ni centros médicos privados ni nada de lo que antes ejercía. Lógicamente sigo haciéndolo en forma particular. Y sigo siendo el mismo perverso, pero ahora sin licencia.

Aqui van algunos relatos que he ido recopilando a lo largo de mis tantas sesiones y entrevistas. Algunos son casi textuales hechas con degrabaciones, otras por notas que he tomado por escrito y otras tantas solamente ayudado con mi memoria, pues mas de una son dificiles de olvidar sin contar de las que fui cómplice o partícipe.

Desde ya que si bien estas historias son casi testimonios reales que nos hablan de nuestra propia naturaleza (valga la redundancia) tambien tienen una intención de ser cierta obra literaria o algo así. Mucha de la psicología de cada persona protagonista de cada historia esta resumida en pocos renglones.

Por distintas razones (unas literarias y por resguardo de sus protagonistas, y otras porque fue mas facil de describirlas) algunas historias estan escritas en primera persona y otras narradas en tercera persona como un cuento cualquiera. puede cambiar el narrador en cada historia y la descripcion genital o pornografica de cada caso intenta ser lo mas documental posible segun lo que me fue confesado. hay gente que esta muy loca y todos somos vecinos.

Todas las historias son rales. Obviamente se cambian nombres, tal vez lugares, y en algunas tambien hay dialogos inventados o cuestiones que tuve que autoconcluir porque no tuve los suficientes detalles para que las historias sean claras y tengan el interes necesario que pretenden.

Andrea le estuvo dando vueltas a la idea durante mucho tiempo; por lo menos dos o tres años antes de dar los primeros pasos. Al principio con mucho pudor y tantísima culpa. Inicialmente reprimió esas imagenes lo más que pudo, pero cuanto más las reprimía menos tardaban en volver. Trataba de evitar esos impulsos. Hacia fuerza por dejar de pensar en eso y cada vez le costaba más. Hasta que finalmente, un día, una tarde o una noche cualquiera dejo de resistirse y se permitió asumirlo, aunque sea como una fantasía. Pero sólo eso; una obscena fantasía y nada más, ya que no podía negarse ella misma la humedad que producian esos pensamientos en su propio cuerpo, es decir en su vagina

Así que, entonces; por primera vez hasta ese momento, se animó a desarrollar un poco más es fantasía y se animó a imaginar un poco más de lo que hasta entonces venía reprimiendo. Y esa noche terminó masturbándose pensando en eso. Acabó fuerte; muy fuerte. Y después le dio mucha vergüenza y muchísima culpa y así se durmió.

Luego de eso reprimió la idea por un tiempo más. Hasta que un nuevo incidente la activó de nuevo. Y otra vez a pensar y a pensar. Y otra vez paso de pensar a fantasear. Y otra vez la masturbación y la acabada fueron fuertes. Demás esta decir que después devino otra enormísima culpa. Y así, cada tanto se daba otra nueva situación estimulante y el círculo se cerraba en el mismo sitio; en su clítoris.

Andrea fantaseaba con cogerse a Germán; su hijo de 20 años. Y hace tiempo que viene masturbándose pensando en él. Pero ese no es todo el problema. El problema es que ella cree, más aún; sabe (o está segura) que a Germán también le pasa lo mismo.

Hace tiempo que lo sabe (o lo cree) y que lo presiente.

En principio pensó que se trató de un incidente aislado y después hasta llegó a convencerse que ella lo imagino y que todo pasaba por una fantasía propia y mal dirigida. Pero después descubrió que no; que no era tan así la cuestión. Descubrió que ciertamente; de noche en noche, de tanto en tanto, de vez en cuando, su hijo se pajeaba junto a ella mirándola dormir.

Las primeras veces él todavía era un adolescente; o mas bien casi un hombre. Tendría más o menos 18… Tal vez lo hacía desde antes y ella nunca lo supo, pero lo descubrió un verano justo un poco después que el cumpliera los 18; estampida de hormonas…

Una noche simplemente se despertó por el calor y, sin llegar a cambiar de posición, abrió apenas los ojos y vio una sombra moverse cerca de la puerta de la habitación. Se asusto un poco y se quedó quieta. Trato de mirar mejor y también escuchó una respiración; una respiración agitada. Era German. Andrea se hizo la tonta, se movió de golpe e hizo como que tosió. La sombra desapareció abruptamente y segundos después se oyó la puerta de la habitación de German al cerrar.

Andrea se incorporó de la cama y se tapó la boca. Germán había estando mirándola dormir y se estaba masturbando con ella.

Se indignó, se asustó, se preocupó, se culpó… Le pasó de todo. Esa noche le costó volver a dormir.

Pensó en consultar con un médico, con un psicólogo o algo así…. No sabría ni por dónde empezar… Pensó en hablarlo de frente directamente con él, o en consultarlo con el padre y ver si mejor lo hablen entre ellos.

Andrea y Javier se separaron cuando Germán tenía más o menos tres años. Luego de unos primeros meses de discordia y tensiones terminaron por llevarse y tratarse bien. El nunca se ausentó en su función de padre; padre de fin de semana, por supuesto y nunca dejo de participar y aportar en su manutención y en sus actividades. El dialogo con Andrea pasó de ser de cordial a bueno y si había que participar en algo, en cualquier incidente o evento, lo hacía sin cuestionar ni nada parecido.

Andrea postergó por un tiempo más esa idea porque después empezó a dudar. Tal vez no paso eso. Tal vez German volvía de la cocina y paso por casualidad y se detuvo unos segundos en la puerta de su cuarto por una curiosidad natural. Probablemente eso se le mezcló con un sueño humedo y confuso como cualquiera puede tener y todo fue cosa de sus miedos y su imaginación y también, porqué no, de su propio morbo.

Finalmente hizo como que no paso nada y no se cuestionó mucho más el asunto. En definitiva no pasó nada.

Corrió un tiempo, casi un año cuando la situación volvió a repetirse. Esta vez Andrea se quedó quieta y abrió un poquito más los ojos. Efectivamente era la sombra de Germán, y la sombra se movía frenéticamente tras la puerta. Y si; lo que se oía era la respiración acelerada de él

Andrea no sabía qué hacer, si quedarse quieta o moverse. Si decirle algo o dejarlo terminar. Por vergüenza, por temor, o por no saber cómo reaccionar optó por lo segundo. Pudo oírlo en el último jadeo y ver a la sombra temblar y luego desaparecer. Y pronto el ruido de la puerta del cuarto de German al cerrarla.

Andrea se quedó otra vez atónita. Otra vez los mismos planteos y las mismas preguntas. ¿Lo habrá estado haciendo siempre o esta era la segunda vez después de aquella noche? ¿Lo de esta noche era producto de otra casualidad?

Mas lo pensaba y más le costaba creer. German además tenía una linda novia y Andrea sabía que ya tenía relaciones con ella. Ya se lo había contado él; y sabía que le había pedido algunos consejos a su padre. Qué necesidad tenia de masturbarse con ella?

Entonces, después de darle mil vueltas al asunto, para estar segura y sacarse definitivamente la duda hizo una prueba. Una noche de verano cualquiera, poco tiempo después de aquella última situación, Andrea salió de ducharse en bombacha y musculosa sin corpiño, y sin mucho más preámbulo saludo a Germán y fue a acostarse. Esta vez se quedó en vigilia y cambio la posición en la que solía dormirse. Se quedo acostada boca arriba, apagó el velador, cerró los ojos y simplemente espero dejando la puerta bastante mas entreabierta que de costumbre; así entraba un poco mas de luz y podía ver mejor lo que estaba pasando.

Fue solo cuestión de tiempo, no mucho, hasta que apareció la silueta de German. Andrea se quedó quieta, se hizo la tonta y quedó destapada un poco más que de costumbre. Enseguida oyó la ropa de German al bajarse el short y el frote frenético de su brazo contra la tela. Andrea entreabrió los ojos con mucho disimulo y vio a German con el pantalón arremangado en plena paja. Efectivamente estaba pasando eso y no podía creerlo. Otra vez no podía creerlo.

Pero lo peor vino luego. Lo difícil de digerir fue lo que descubrió después. Cuando German se fue y cerró la puerta, ella tomo conciencia de lo que había hecho. Había provocado a su hijo. Para sacarse esa duda o para lo que sea que quisiera averiguar, pero lo cierto es que había seducido y provocado a su hijo, aunque sutil; intencionalmente. Y no terminaba ahí la cosa; lo peor que descubrió después fue darse cuenta que ella estaba, ya no húmeda, sino mas mojada que nunca. Que se excitó. ¡Se excito muchísimo mientras su hijo se masturbaba mirándola escondido! Indirectamente, de alguna manera, había tenido una especie de relación o de intercambio sexual con él; casi explícitamente.

Le faltó saber si Germán sabía que ella estaba despierta. Lo mas probable es que no; no se hubiera animado a seguir si así fuera.

Desde ese entonces que Andrea pensó, pensó y pensó. Hasta que decidió elaborarlo, asumirlo, desarrollarlo y fantasearlo y descubrió, cada vez menos horrorizada que aquello que le gustó. Le gusto tanto que cada vez que esto volvía a suceder ella se quedaba esperando que él acabara para masturbarse ella después. Y entonces esto empezó a convertirse casi en un rito. A veces hasta en invierno se acostaba destapada esperando que llegara Germán con sus suspiros y sus frotes. Imaginaba su poronga, imaginarla verla, tenerla en la mano y hasta imaginaba su sabor. Luego imaginaba el cuerpo de Germán sobre el de ella…

Con el tiempo el juego; juego sucio porque es lo más parecido a eso, aunque lentamente peligroso, efectivamente se fue poniendo más intenso, porque después de algunos cada vez mas repetidos episodios, Andrea no se quedaba a esperar que German terminara y se empezaba a masturbar ella también; simultáneamente y cada vez menos disimuladamente. Algunas veces hasta dejo la lámpara de la mesa de luz encendida para que su hijo pueda ver mejor su cuerpo. Sin coger y sin compartir físicamente ningún contacto, prácticamente no reconocían la presencia y la participación de uno y la otra, pero claramente compartían una relación sexual casi permanente.

Andrea es una bella mujer; una hermosa cuarentona pelirroja, de piernas largas, respetable culo y unas tetas medianas y bonitas. German es un colorado de un metro ochenta y gran porte; un cuerpo privilegiado y potenciado por el ejercicio diario.

Lo cierto es que a Andrea se le estaban yendo las cosas de las manos y ya no sabía cómo detenerlo. Más aún; no sabía si quería detenerlo o avanzar hasta lo, a este paso, inevitable.

Las incursiones de su hijo se fueron sucediendo cada vez mas seguido, casi diariamente, y las ultimas veces German se fue metiendo cada vez más adentro del cuarto y cerca de su cama; ya no se limitaba a esconderse detrás del marco de la puerta. Evidentemente cada uno era consciente de la complicidad del otro en esos permisos (si se pueden llamar asi) cada vez menos silenciosos. A veces German estaba casi desnudo y, otras tantas Andrea tambíen; con tangas diminutas o con musculosas tan amplias que apenas si le tapaban las tetas.

Nunca dijeron nada ninguno aunque todo era cada vez más explicito y cada vez había menos disimulo.

El último verano; siempre se intensifica en el verano, se fue poniendo todo un poco más serio. German ya había crecido bastante ya había pasado los 20 y era un pajero grande. Andrea, a esta altura también ya era una pajera mayor. Durante algo mas que cuatro años él se paraba casi junto a la cama verga en mano y Andrea tanga más chica ya no se podía poner. Hubo veces que, antes de que German apareciese en la penumbra de la pieza Andrea ya se estaba tocando boca abajo pensando en él.

Estaba prácticamente todo declarado. Solo faltaba dar un salto o un último paso para terminar cogiendo como lo habían estado fantaseando in crescendo, por lo menos los ultimos años

Era cuestión de finalmente dar una última señal clara o directamente decirlo. O Andrea dejaba de hacerse la dormida y se quitaba la bombacha o algo parecido o él se decidía y, con ella en actitud pasiva, tomaba la iniciativa tocándola o simplemente acostándose sobre ella.

Hasta que llegó la noche que pasó algo más o menos así pero accidentalmente. Esa noche German se acercó demasiado, no puso bien la mano para contenerse o no llego a retroceder a tiempo y pasó que salpico las piernas de Andrea con su semen. Mucho semen disparado con mucha fuerza.

Andrea ya no pudo disimular 8no tuvo opción) y reaccionó de la manera menos esperada. Salto de la cama como sorprendida!

-Que hacés??? Le dijo casi gritando- Vos te volviste loco???

German enseguida guardo la pija que se le retrajo en cinco segundos. -Perdón, perdón!!! Pensé que estaba todo bien! Entendí mal. Pense que vos…

-Entendiste que???- lo interrumpió Andrea entre asustada y caliente- Pensaste que yo qué, pendejo pajero!!! Cuando te di espacio para esto?

-Bueno… Siempre que vengo vos te quedas ahi… y a veces…- German no sabía cómo justificarse

Andrea no lo deja terminar. – ¿A veces qué??? Mirá, yo no sé cuántas veces venís y qué haces, pero cuando sea que vos venís yo estoy durmiendo; claro que me quedo ahí!!! A dónde voy a ir??? Y cuando duermo sueño; como todo el mundo! Y no justamente con vos, pendejo! Andate a tu pieza. Esto lo vamos a hablar con tu papá. así no puede seguir.

German salió casi arrastrándose del cuarto totalmente avergonzado, confundido y hasta humillado.

Andrea se quedó temblando. No supo de qué otra manera reaccionar. Germán tenía razón. Hace mucho tiempo que lo estaba provocando y cada vez más intencionalmente. Había que resolverlo.

Lo cito a Javier para reunirse con él el sabado siguiente. Hasta entonces Andrea se comportó con German como si no hubiese pasado nada. No dijo nada ni al día siguiente ni al otro; solo le avisó que había citado a su Papá para juntarse los tres el sábado después de la cena. German asintió y trato de pasar esos días con su mamá con lo que siempre fue su conducta corriente.

Javier llego apenas pasadas las Diez. Javier es un tipo apacible, de mediana estatura y compleccion delgada. Todavia no ha llegado a los cincuenta y tiene pelo corto negro y entrecano. Andrea, tranquila; aplacada, llamó a Germán, los invito a la mesa, abrió un vino, ofreció una copa a cada uno y no dio muchas vueltas para encarar el tema. Javier no tenia la menor idea de lo que se trataba.

Andrea empezó aclarando que los tres eran personas adultas y consientes de ellos mismos. Tanto German como Javier asintieron. German temeroso de lo que su madre podría llegar a decir y Javier sin seguir entendiendo nada de lo que pasaba.

-Entonces vamos a hacernos cargo y a sacarnos las caretas! ¡Que cada uno se haga cargo de lo suyo! ¡Y el qué no, que se haga cargo de su hipocresía! -declaró Andrea.- Vamos a poner todas las cartas sobre la mesa! ¡Pero todas y ahora!

-No entiendo a dónde queres llegar, Andrea- dijo Javier, claramente desorientado – A dónde va esto? ¿Pasó algo? Germán! Paso algo aca?

German temblaba. No sabía lo que su madre iba a decir. Bah! Si Sabía pero no cómo ni con qué consecuencias.

Andrea no lo dejo contestar y dirigiéndose a los dos sentenció sin mas rodeos y sin metáforas.

-Quiero que hagamos un trio. Ahora y acá! Un trio sexual! Nosotros tres por si no quedó claro.

Javier quedo tieso y sin palabras. German esperaba cualquier cosa menos eso y Andrea sirvió a cada uno una copa de vino más, que los tres vaciaron de un solo trago.

Andrea volvió a la carga y arremetió primero sobre Javier, al que ni lo dejó reaccionar.

-¿Habíamos quedado en eso, no? Desde que nos separamos nos dijimos que habíamos dejado eso pendiente. ¿O no? Prometimos proponerlo y hacerlo cuando llegara la persona indicada, no? Era nuestra fantasía que siempre quedó pendiente. Bueno; ahi está la persona que siempre buscamos – Dijo energica señalando a German.

-Pero vos estás loca? German es nuestro hijo!

-Si! Y??? -retruco Andrea- Nuestro hijo! Nuestro hijo que hace tres días me quiso coger!!! Y que hace un montón de tiempo se pajea al lado mio todas las noches cuando me voy a la cama! Y además sabés que pasa, Javier? ¿Sabes lo que pasó con el tiempo? Que yo también me hago la paja cuando él viene! Tu hijo y yo nos hacemos la paja juntos! Sin mirarnos; haciendo siempre como que uno no sabe lo que está haciendo el otro! En penumbras, a distancia y en silencio pero hasta muchas veces acabámos juntos.

-Pero eso está muy mal- acotó Javier con tono indignado y queriendose levantar de la mesa – Ustedes están mal; están locos! Son madre e hijo! Son familia. Somos familia!

Germán no podia levantar la vista del suelo.

-¿Y tu hermano no es familia??? – retrucó Andrea de golpe. -O no te acordás ese fin de año el pedo que teniamos??? Te acordas que me quisiste enfiestar con tu hermano cuando todos se fueron??? Y no me cojieron porque el borracho de tu hermano volcó y no le dio el cuero! Te acordas que me manosearon toda y me tenian ya casi en bolas en el sillón de cuero? Decí que a tu hermano no le dio la nafta y al final no pudieron, pero bien que me cogiste al lado, casi encima de él en el suelo!

Ahora el que tenia los ojos abiertos y la boca colgando era German. Por un lado se sentía mas confundido que antes y por otro mas aliviado.

-Y en Mendoza? -retomó Andrea- En el casamiento de mi prima? Te acordas que me quisite convencer toda la noche, a toda costa de irnos con mi primo y hacerlo entrar al hotel?

-Bueno! Vos ya te lo habías cojido a ese primo! -quiso argumentar Javier sin mucho sentido

– Sí! Y era mi primo!!! Mi primo hermano! Y cuando te lo conte te calentaste como loco! Y en el casamiento tenías la idea fija de puro morbo. Me cojiste casi a upa de tu hermano desmayado, me querias enfiestar con mi primo hermano!!! Y ahora te haces el escandalizado?

-Pero este es nuestro hijo. No es ni mi hermano ni tu primo! No es lo mismo!

-Vos escuchaste lo que te conté recién? -Andrea vuelve a llenar las copas de vino- Vos escuchaste que te conté que nuestro hijo hace tres dias me quiso coger y que no lo hizo porque yo me aguanté? Me aguanté!!! Lo saque cagando, pobre! Queria vérsela bien de una buena vez!!! Queria comérsela y que me la meta toda! Pero me aguanté. Y después de masturbarme me pregunté porqué. Si hace como tres años que Germán y yo venimos haciendo lo mismo. Que cambia?

Andrea hizo una pausa, dio un sorbo a su vino y continuó -Si no aceptas la propuesta sabes que va a pasar cuando te vayas? Germán y yo vamos a coger igual!!! Porque esto ya no se aguanta. El ya no aguanta, y la verdad es que yo tampoco. Se puede mudar con vos tambien, pero solo hace falta una navidad, un año nuevo, un cumpleaños o la fiesta que se te ocurra o que pase por acá a buscar algo para que Germán y yo nos miremos, nos brillen los ojos y terminemos en la cama. Acá o en la de cualquier telo. Es solo cuestión de tiempo y oportunidad; nada mas…

Ahora la cara de German había perdido hasta el gesto.

-¿No, German, que vamos a terminar cogiendo? Te voy a pegar la mejor cogida de tu vida; ¿sabes? ¡Por atrevido! ¡Por chancho! ¡¡¡Por acabar encima de las piernas de tu mamá como hiciste antes de ayer!!! Después me tuve que limpiar las piernas, sabés? ¡Con las manos y la lengua me las limpié! Y despues me la frote por toda la cocha. Me lubrique con mis jugos y tu semen para meterme todos los dedos. Así de puta me pusieron ustedes dos. Así de puta me quieren. Saquense las caretas.

El tono de Andrea, un poco enardecido por el acohol y otro por su propia calentura fue subiendo el tono cada vez mas.

German, nervioso, temeroso y caliente dijo que si con la cabeza dado que otra cosa no podía hacer…

– Esto me parece una locura pero bueno… creo esta todo dicho; estamos todos locos- dijo Javier tratando de buscarle algún sentido a cada palabra.

-Es lo que les dije al principio.- confirmó Andrea. Es hora de ser sinceros y consecuentes con ustedes mismos. Si yo soy una morbosa, una perversa, incestuosa o como se llame, lo somos los tres… Si no hacemos esto los dos van a terminar masturbándose imaginándolo. Estoy segura de eso porque yo ya lo hice! ¿Para qué te haces la paja desnudo al lado de una mujer, por mas que sea tu mamá si no te la queres coger? -Andrea increpó a German sin quitarle la mirada de encima

-¿Y vos???- ahora el increpado era Javier- ¿Para que me incitaste durante años a enfiestarnos con amigos y familiares? ¿Te acordas las veces que cogimos fantaseando que el tercero era tu viejo? ¿Te acordas de esas vacaciones? ¿O te olvidaste de esa tambien?

-Todas las cosas que me estas diciendo me están confundiendo y calentando al mismo tiempo, Andrea! -trato de defenderse inútilmente Javier- Con cada cosa que decís y que recuerdo más me confundo y me caliento. Si seguis hablando vamos a terminar haciendo un desastre!

-¿ Y cómo te pensas que estoy yo? ¿Como te pensaste que estuve todo este tiempo? El desastre ya esta hecho! ¡Cada paja, cada fantasía son tan reales cómo el orgasmo que nos produce hacerlas! Ahora solamente hay que concretarlo y que sea un hecho y dejarse de joder con tanta tortura! que pase lo que tenga que pasar y afrontemos las consecuencias! ¿Me van a coger al final? – Pregunto Andrea poniendo su mejor cara de puta.

-¡Vos nos vas a coger, me parece! -agregó German empezando a relajarse

-Que no te quepa la menor duda- dijo Andrea levantando el guante- Yo te voy a enseñar lo que es coger!!!

Bueno. Terminemos el vino y no lo posterguemos más.

Andrea da un ultimo sorbo a su copa y la deja sobre la mesa.

-No hay más vino. -aclara- Compre uno sólo para acompañar la charla y nada más! Esto no lo vamos a hacer borrachos ni nada parecido. No quiero que mañana alguno sienta culpa y le eche la culpa al alcohol y crea que esto lo hizo inconsciente o borracho; ni que pase lo que pasó con el boludo de tu hermano. Esta noche somos nosotros y nuestras fantasías. Todas. Hagamos todo lo que fantaseamos hacer de una buena vez y disfrutémoslo.

Los tres dejaron las copas sobre la mesa y se levantaron de las sillas. Se miraron. Se pusieron nerviosos, se rieron. No sabían como empezar.

Hagamos una cosa – dijo Javier- No intentemos que esto sea romántico, ni con una pasión efusiva que no vamos a saber contener. Hagámoslo sin torpeza. Que sea un juego. Hagamos las cosas de a una y vayamos viendo qué nos pasa e ir sumandolé cosas… no se… como el juego que venian haciendo ustedes o algo así…Yo empiezo espiando cómo ustedes se tocan y se espían.

Andrea y German estuvieron de acuerdo pero todavia no sabían como empezar.

A Andrea se le acabaron las propuestas. Ya hizo y dijo todo lo que tenía que decir.

A los dos les pareció bien y se pusieron en sus propios personajes

Andrea se puso un largo remeron que habitualmente de camisón, se calzó su mejor tanga y se acomodo en la cama boca abajo y con una pierna fleccionada, como se suele acomodar para dormir ultimamente.

Se dejó la remera un poco arremangada en la cintura para dejar sus nalgas a la vista continuando con sus recientes hábitos nocturnos. Apagó la luz de la mesita pero dejaron la del pasillo encendida.

Por su parte, Germán tambien se calzó una remera floja, se quedo en calzoncillos y procedió a su rutina habitual.

Una vez acostubrada la pupila a la poca luz lo que sigue es entrar en el cuatro de Andrea y pararse a los pies de la cama.

Javier, todavia parado, observa la escena en una silla a un costado disimulado en la penumbra.

Germán comienza a amasarse la pija dentro del canzoncillo. Esta nervioso y todavia no logra una erección. Andrea simula un movimiento de dormida y expone su cola un poco más. Disimuladamente pasa un brazo por debajo de su cuerpo y, con la punta de los dedos comienza a acariciarse el clítoris suavemente. La pija de Germán empieza a reaccionar. La de Javier también.

German ya tiene toda la pija desenfundada del calzoncillo y empieza con un largo y lento movimiento para adelante y para atrás. Se empieza a agitar.

Los dedos de Andrea tambien van intensificando su ritmo y su presion acompañados de un muy sutil movimiento de cadera. Su respiración también se empieza a acelerar.

German se acerca un poco más hasta quedar parado practicamente pegado a la cama. Su masturbacion se acelera un poco mas y lo que antes era una leve agitacion fue pasando a ser un reprimido jadeo.

Los movimientos de Andrea ya dejan de ser sutiles y pasan a ser suaves pero evidentes. Hasta que finalmente, con mucha delicadeza, hace lo que Germán hacia tiempo que estaba esperando; levanta un poco mas la cola y se baja la bombacha hasta la mitad ofreciéndose.

German da el paso que tiene que dar y finalmente genera el contacto que tanto soñó. Su pija empieza a deslizarse por sobre las nalgas de Andrea acariciandolá.

Javier ya está sacandose la ropa mientras ve la reacción del cuerpo de Andrea contra la pija de Germán. Germán se la apoya toda. Se la presiona sobre la zona libre que Andrea le dejó expuesta y con la punta de la pija le baja la bombacha un poco más. Juega en la raya entre sus nalgas frotandoselá. Andrea sigue haciendosé la dormida, aunque empieza a liberar unos sutiles gemidos

Javier se sienta ya desnudo junto a la cabecera de la cama mirando como Germán termina de desnudar el culo de su mamá sin quitarsela. Ahora juega con la punta de su pija en la entrada de la concha desde atrás.

-Como está? -le pregunta Javier a Germán- Esta mojada?

-Mojadísima! – responde Germán con la voz temblando

-Entonces German, en el mas absoluto silencio, juega un poco más con su glande entre los jugos de esa vagina que estaba derritiendosé y entra. Lento, suave, despacio anta penetrarla por completo.

Javier vio como las uñas de Andrea se clavaban contra las sabanas y escondía la cara en la almohada cada vez mas. Le acarició la nuca.

-Cogeteló, puta!- Le dijo suave Javier en el oído a su ex mujer! No le dijiste que te lo ibas a coger?

Apenas oyó eso Andrea levanto la cabeza de la almohada, se apoyo en sus codos, arqueó la cintura e hizo el movimiento que faltaba para terminar de concretar lo que habia empezado a suceder. De un solo movimiento se enterro toda la pija de su hijo en su cocha de una sola vez. Hasta el fondo, hasta chocar con sus pelotas. Y no pudo hacer otra cosa que gritar; que soltar un lamento lleno de placer.

-Mirá lo que hiciste, Germán.- le dice Javier. -Despertaste a tu mamá. Ahora te la vas a tener que cojer!!! cogetela toda!!!

Y es lo que hizo Germán. Terminar lo que empezó a hacer!

Entonces Andrea y Germán empezaron a moverse, a chocar, a cogerse!

Andrea tenía la cabeza levantada, Javier lo único que tuvo que hacer fue apenas girarselá, apoyarle la pija en la boca y ella hizo lo que tenía que hacer.

Empezaron a mezclarse los gemidos de los tres.

German chocaba su pelvis contra las nalgas de Andrea ahora si con fuerza y con intesidad mientras cada empujon metia la pija de Javier en su boca cada vez más.

Javier retiro la pija de la boca de Andrea y le hizo un gesto a Germán para cambiar de lugar. Ella seguia acostada boca abajo acodada sobre la cama con la cabeza alzada.

Ahora Germán esta parado con su pija totalmente empinada frente a los ojos de su mamá. A centímtros de los ojos y la boca de su mamá!

Andrea finalmente se la pudo ver! Tanto la imagino y ahora finalmente la tiene ahi. Miro a los ojos a su hijo y abrió la boca sin dejar de sacarle la vista de la de él. El solo se arrimó un poco más y ella se la empezó a comer. Tanto la quiso, tanto la soñó, tantas veces se masturbó imaginándolo…

El placer que estaba sintiendo no se podía superar. Pero sí! De golpe se duplicó! Cuando las manos de Javier le separaron las nalgas y su legua le empezó a acariciar el ano. Javier hundió la cara y la empezó a comer. Toda la raja! Los dos agujeros! Y ese respingado clitorís al que varias veces estuvo por morder!

Andrea movía la cintura a mas no poder hasta que empezó a sacudirse y su cuerpo se empezó a estremecer. Un temblor profundo; estaba por erupcionar! Javier la conocia bien!

–Acabale ahora hijo!!! Dale lo que queria! Hacécelo comer!

Andrea empezó a acabar. Su ano y su vulva eran pura contracción y latidos. Su cabeza volaba y ya sin otra cosa en que pensar abrió mas la boca; mucho mas y trago la pija de Germán como él nunca pudo imaginar ni en su paja mas atrevida!

Andrea realmente le estaba tragando la pija! Su glande ya habia cruzado mas alla de la garganta de su mamá!

Germán sintio el orgasmo de ella ahogandosé! No pudo retener la leche mucho más y agarrandole la nunca le retuvo la pija casi hasta el cuello hasta sentir que el ultimo chorro habia terminado de salir. Entonces recien se la sacó.

Andrea todavia temblaba. Germán tambien!

Pero Javier todavia no había empezado. Ahora le tocaba a él!

Le pidio ayuda a German para tomar a Andrea por la axilas y el, desde las piernas para girarla y dejarla boca arriba con la concha abierta y entregada!

Se arrodillo frente a ella y al contrario de lo que hizo Germán, sin mas preambulos, la penetró de un solo saque en un único empujón.

Andrea todavia estaba estremecida por lo que acababa de experimentar asique sus gemidos no dejaron de sonar.

Javier la tomo con ambas manos de las caderas y la empezó a hamacar con la pija adentro! Andrea todavía tenía el remerón puesto.

Germán, que recien habia terminado de temblar por la acabada anterior, desde atras de la cabeza de su mamá, le sube la remera hasta sacarselá. Las tetas de Andrea quedaron desnudas moviendose al ritmo que Javier la sacudía. Germán quedó hipnotizado con ellas. Eran el postre; era lo que le faltaba probar!

No tardo en inclinarse sobre ellas y empezar a lamerlas, succionarlas, amasarlas y jugar con su lengua en los pezones. Esto produjo en ella un efecto casi inmediato y otra vez empezo a crecerle otro acabón. Presiono la cabeza de su hijo con mas fuerza contra sus tetas y frotandoselas solto un lamento casi de llanto mientras no paraba de saltar! Se le estremeció y contrajo tanto la concha que Javier no pudo sacarle la pija de adentro y tambien empezó a acabar! Ella solo se empujaba con la cadera mas adentro mientras German acompañaba el orgasmo en las tetas de su madre sin dejar de morder y de chupar!

Javier se retiró del cuerpo de Andrea todavía agitado. Ella recién estaba recuperando la respiracion con los ojos cerrados. Al abrirlos su mirada se cruzó con la de Germán y le regaló una sonrisa complaciente. Germán, que todavia no podía dejar de mirar la concha, las tetas el cuerpo completo y desnudo de Andrea le devolvio la sonrisa tímidamente.

Se inclino a levantar su remera del suelo (No recuerda cuándo voló) levantó su calzoncillo (que tampoco recuerda cuándo se lo terminó de sacar) y se arrimo a la puerta.

-A dónde vas??? Le pregunta Andrea levantando la cabeza tratando de recuperar fuerzas.

Germán la mira como si la respuesta fuese obvia

-¿Te vas a tu cuarto-???- ¿¿¿Ya está???

Germán bajó la vista sin saber que contestar. Estuvo a punto de decir que sí pero se detuvo ahí

-Vos no la conoces a tu mamá, German! -Agregó Javier- Esto recién empieza… Tanta exposición de tu mamá; bah… de todos… Llegamos hasta acá y nos atrevimos los tres a esto y te vas a ir despues del primer polvo? ¿Que? -agregó- te vas a ir a dormir dejando a ese culo sin coger? Sabes las fantasías que todavia nos quedan por concretar? No llegamos hasta cá al pedo. Tirá esa ropa ahi y veni!

German responde con una gran sonrisa, tira la ropa ahi nomas y se acerca a la cama una vez mas.

-Vení, vení que tu papá y yo tenemos algunas cosas pendientes todavía. -Agregó Andrea dándole palmaditas a la cama

Andrea y Javier se entendieron perfectamente. Ambos sabían todas las cosas que querían hacer. Germán también sabía todas las cosas que quería hacer; todas las cosas que había fantaseado con su mamá pero la presencia de su papá nunca estuvo en esas proyecciones. Sumaba y restaba al mismo tiempo porque en un punto; si bien todo era sumamente exitante, no era exactamente lo mismo.

Germán se acerco nuevamente a la cama, y Andrea, tomándolo de la mano lo ayudo a acostarse junto a ella. Lo puso boca arriba con toda la espalda sobre el colchon y se inclino sobre su pija para volver a sobarselá. No tardó nada en ser un mástil otra vez. Ella no lo quería hacer acabar pero se la comio, de puro gusto un poquito mas. German llevaba los ojos desde la boca de su madre tragandose su verga, pasando por el movimiento pendular de sus tetas hasta terminar viendo la curva hermosa de sus nalgas y la cara de su padre, que vuelve a separalas para comerle el culo una vez mas.

Entonces Andrea se incorpora, pasa una pierna por encima del cuerpo de German y se monta sobre su pija clavandoselá. German mira ahora a su madre de frente mientras ella, cabalgandolo, sube y baja lento pero sin parar. El movimiento de sus tetas lo hipnotiza de vuelta. Entonces Andrea se recuesta sobre él, lleva su boca a la suya y lo empieza a besar. Besos largos; con mucha lengua. Sus tetas contra el pecho de Germán y su cola bién levantada hacia atrás.

Javier se acomoda de espaldas a su ex esposa y junta las piernas de Germán. Se arrima un poco más, y mojandose los dedos empieza a meterselos por detras. Andrea siente su ano dilatarse y German empieza a sospechar que es lo que va a pasar…

Javier se acomoda un poco más cerca del culo expuesto y abierto de Andrea mientras la pija de Germán sigue penetrandolá. Se arrima lo mas que puede y le apoya la punta de la pija puerteandolá.

-Abrile el culo a tu mamá, German!!! -indica Javier a su hijo mientras quiere empezar a empujar- Agarrala de las nalgas y abriselás. Insiste.

Germán hace caso. Tiene brazos largos y se agarra de ambas nalgas sin dificultad. El ano de Andrea se abre un poco mas. Ella sigue comiendole la boca mientras gime y lamenta casi sin respirar.

Entonces Javier lo empieza a penetrar!

– Abrime el culo! Abrimelo más!- Le dice Andrea al oído de Germán sin dejar de jadear.

Las palabras de Andrea hacen reaccionar a Germán. De pronto, al mismo tiempo que se le pone la pija mas dura, le agarra fuerte las nalgas se las abre de golpe y se aprieta contra ella mucho más. Entonces la pija de Javier, ahora si, termina de entrar. Toda!

Andrea quiere soltar un grito que se ahoga en la boca de Germán. Bufa! Se aprieta mas contra su hijo, toma aire y se deja llevar.

Javier ya esta acomodado, la agarra de los hombros y se la mete cada vez más.

Los tres se quedan quietos. Con las dos pijas latiendole adentro Andrea que lentamente se empieza a hamacar. Germán y Javier tratan de acompañar el mismo movimiento. Primero con movimientos torpes, cortos y lentos pero sin perder profundidad. Es extraño; muy extraño para ambos, sentir el roce de una pija con la otra dentro del cuerpo de Andrea; era como si se las amasara juntas.

Andrea va perdiendo tension en el cuerpo y se deja relajar. Se pone liviana y se suelta. Entonces Javier se empieza a mover un poco más.

-Dejate llevar, Andrea- Le dice entre jadeos- Soltate! Dejate llevar.

Andrea obedece, afloja los brazos y las piernas y hace que su cuerpo no se resista más. Entonces Germán la sujeta por las caderas y empujado desde abajo la empieza a levantar. Javier acopaña ese movimiento y, sin soltar los hombros de Andrea, tambien la empieza a hamacar. Ahora el cuerpo de Andrea es una pluma. German y Javier la mueven, la sacuden, la jalan, la penetran uno y otro y ambos sin parar. El movimiento es cada vez más fuerte, más enérgico y más prlongado; pareciera que ambas pijas crecieran aún mas dentro de ella. Entonces Andrea empieza, casi como poseída a cabalgar como en una carrera. Ahora es ella la que manda. Su cadera va y viene en las pijas que tiene por delante y por detrás. Javier y Germán solo resisten el placer y hasta el dolor hasta que Andrea no aguanta mas! Suelta un grito, tres sacudones, sale de golpe de las dos pijas y otra vez empieza a temblar. Temblores espásticos casi violentos y gemidos que no se terminan más.

Las pijas de padre e hijo quedan en el aire. El cuerpo de Andrea sigue contusionándose y chocando contra los cuerpos de los dos. German empieza a despedir leche contra la concha y la panza de su mamá. Javier sólo se aferra a las caderas de su ex esposa, la apoya, la frota y contiene su semen para una cogida mas.

Andrea se desploma agitada sobre el cuerpo de Germán. Sus cuerpos desnudos y transpirados respiran agitados a la par. Javier se despega, se levanta, hace dos pasos atrás y se sienta en la silla junto a la cama. Mira la escena; mira los cuerpos y se excita más.

Andrea se incorpora como puede; todavía le tiembla hasta la médula y al rato vuelve a respirar con normalidad. German todavía esta desplomado boca arriba contra el colchón con la mirada perdida y la pija y la cabeza que ya no le dan más.

Javier y Andrea se miran. Se miran largo. Lo miran a Germán.

Le preguntan si está bien. Germán, todavía con el pecho agitado y la pija gomosa reposando en su ingle, se incorpora sobre la cama y responde que si.

Toman un poco más de aire y Andrea trae agua fría de la heladera para todos. Recuperan fuerzas y sentidos se relajan un poco más frente a sus cuerpos desnudos y salpicados.

Inician una corta conversación acerca de cómo están viviendo esto tan raro cada uno y, los tres están, se podría decir que ya bastante relajados; sin vergüenzas, sin culpas ni remordimientos y sin conflicto moral o algo parecido. Se trataron bien, se cogieron bien; hubo amor sexo, pasión y respeto. Javier va un poco más allá y le pregunta a Germán si esto se había parecido a sus fantasías o si nada que ver. Germán responde que en parte sí; que en realidad, él, Javier, nunca había estado involucrado en ninguna de ellas pero que en principio sí. Bastante, aclara. Por lo menos, el principio, sobre todo, fue bastante parecido a alguna de ellas; de sus fantasías.

Andrea le pregunto si había alguna más que ella pudiera ayudarlo a concretar. Hoy, ahora y en este momento. La noche era esta!

German, que ya a esta altura había perdido casi todo el pudor, respondió que sí. Respondió que también la había imaginado sometida bajo su cuerpo en el sillón del living, en la mesa de la cocina y obviamente, también en la ducha. Sus fantasías, en general, eran cogiéndosela, o chupándosela, o ella chupándosela a él en, prácticamente todos los ambientes y muebles de la casa… Cuando se iban de vacaciones; en las habitaciones de los hoteles o los búngalos que alquilaban peor!, termina confesando

Andrea, un poco colorada al escuchar esto, aunque parezca mentira, también reconoció que entre sus fantasías también había imaginado a su hijo cogiéndola o haciéndole “cosas” en esos mismos lugares; el sillón, la cocina y obviamente la ducha. Y además de esas, también se había imaginado con su hijo en un telo, en una carpa en algún camping inexistente y hasta en alguna pileta en alguna quinta a la que algunas veces iban de invitados. También, una vez, fantaseó que cogía con su hijo en el auto, a un costado de alguna ruta. Para la imaginación no hay límites cuando se trata de masturbarse, aclaró después como para excusarse.

Ahora la “confesion” le tocaba a Javier. El contó que entre sus fantasías con Andrea; todas de tríos o grupales, la había imaginado con decenas de hombres; los que Andrea ya antes había nombrado y otros tantos más; amigos, jefes y/o desconocidos de todo tipo. Desde “instaladores de cable o aire acondicionado” hasta streepers o falsos asaltantes furtivos contratados que entraban a la casa. También, más de una vez, fantaseo con enfiestar a Andrea entre varios hombres, tres, cuatro o más pero nunca estuvo German entre alguno de ellos. Nunca le importó demasiado quien fuese el tercero (y/o el cuarto…) Pero que en todas esas imágenes pensaba en Andrea doblemente penetrada, en todas las formas y las posiciones posibles, que en todas esas fantasías ella gozaba como loca y que siempre pedía más. Que en sus fantasías gozaba mirándola, sujetándola o penetrándola por donde pudiera, pero que siempre le había calentado la idea de verla cogiendo y de verla gozando. Lo calentaba mirarla (o la idea de mirarla hasta ese día).

Estuvieron de acuerdo que ya dadas las circunstancias y dados los primeros pasos. Ya consumado el trío y el incesto lo que quedaba por hacer era tratar de concretar, esa noche y mientras sus cuerpos resistan y respondan, todas las fantasías posibles.

Todo estaba más que dispuesto y Andrea, más allá de la calentura del momento siempre fue una mujer de una sexualidad muy intensa y era capaz de sostener la intensidad que proponía esa noche.

Javier también siempre fue un tipo con una lívido muy elevada y los años le habían aportado la experiencia de medir sus propios impulsos y “contener su rendimiento” con bastante éxito. Su goce ya no pasaba tanto por todas las veces que pudiera eyacular y sus erecciones iban y venían según el estímulo inmediato. Mirar, tocar, lamer, penetrar, acabar, volver a mirar, volver a tocar y asi… Sin prisa; sin ansiedades.

Sin alcohol, sin drogas, sin viagra sin ningún otro estímulo que el deseo sexual, el morbo liberado casi al extremo y nada más. Sin violencia física ni sometimiento de ningún tipo. Deseo y lívido, livido y morbo. Todo entre adultos, todo en secreto y todo en familia. Todo está dado para que todo pase.

Germán, por su parte, tiene 20 años y una calentura extrema. Estaba viviendo y concretando sus deseos cultivados desde hace más de cinco años y podía tener su falo empinado hasta la madrugada sin el menor esfuerzo; más aún con la mujer que tenía ahí. Lo único que tenía que hacer esta noche era hacerlo. Y hacerlo hasta no dar más.

Entonces, los tres, cumplieron todo lo concretable en ese lugar y en ese momento.

Pasaron por la ducha, de a dos o de atres, por el sillón, por la mesa, por la cocina y hasta en la cama de Germán.

Lo que siguió durante el resto de la noche fue, simplemente una orgía de sexo explícito por absolutamente toda la casa. Germán y Andrea cogieron a la vista de Javier por todos los rincones de la casa. Javier miraba y participaba. Sujetándola, sosteniéndola, manoseandola y penetrándola cada vez que podía. También en cada mueble y en cada silla; con o después de Germán.

No faltó la fantasía del auto. Fueron al garage y Andrea pasó de asiento en asiento. También se puso un par de vestidos que a Germán lo calentaban y que le pidió que los use para cogérsela con ellos puestos.

Andrea le pidió a German que le coja el culo mientras lavaba los platos. Y Javier le pidió a Andrea que se preste para “Violarla” con Germán en la alfombra del living. Se puso un vestido viejo, primero y se lo arrancaron a tirones. Opuso cierta actuada resistencia, le vendaron los ojos, le arrancaron la ropa interior, la ataron y la “violaron” como dos desconocidos. Y así todos fueron cumpliendo sus fetiches.

Otra vez a la ducha, a enjuagarse tanta leche y, de paso caricias dedos y chupadas

Ya estaban cansados, exhaustos los tres pero los tres querían mas.

Se acostaron juntos en la cama. Andrea en el medio. Ahora el juego era hacerla girar. Uno por delante, otro por detrás y a cogerla; a seguir cogiéndosela. Juntos, alternando, acabando. Besándola, tocándola y abriéndola, esta vez sí hasta no dar más.

Hasta ser tres cuerpos casi inertes, lánguidos, sudorosos y agotados.

Andrea se durmio primero. German quedó somnoliento un buen rato mas. Javier, apenas pudo recuperar un poco de fuerza, se levanto, junto sus ropas y discretamente se retiró esta vez si, solo, a su cama.

Que los excite, que los motive, que los repugne o lo que sea que les genere el leerlos.

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