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Espero que lo podamos repetir pronto cuñada hermosa

Ahí estaba yo, sentado en la sala de la casa cuando se levantó mi cuñada y se dispuso a bañarse tomo su ropa, la toalla y entro a la regadera, así sin más había decidido quedarse a pasar la noche con nosotros, no hace mucho que me comencé a sentir atraído por ella, estaba pasada de peso y comenzó a hacer mucho ejercicio y dietas, debo de confesar que sus esfuerzas habían valido la pena, ahora se veía más atractiva y ya me llamaba la atención. Seguí jugando X box, terminó su baño y regreso a la sala, nada nuevo una playera vieja azul oscuro encima, un pants decolorado y unas sandalias que dejaban ver sus pies blancos, ella trabaja parada todo el día por lo que usualmente estaban hinchado, era sábado por lo que se veían naturales, delgados unas uñas bien recortadas era lo más excitante de su atuendo.

Mi esposa y ella se sentaron a la mesa mientras yo preparaba la bebida, en ese momento voltee y la vi jugando con su sandalia, colgando de sus dedos y me excitó bastante el vaivén de su pie, en ese momento algo en mi se desconectó, no podía creer lo excitado que estaba, subí al cuarto rápidamente y tomé 4 pastillas entre mis manos, regresé y las puse en la licuadora junto con todo lo demás licue y estaba lista la mezcla, los puse en sus respectivos vasos y volví a la sala a terminar mi videojuego, mi corazón latía a mil por hora.

No sé cuánto tiempo paso, pero empecé a escuchar a mi cuñada bostezar, era aún temprano, alrededor de las 8 de la noche, pero se escuchaba bastante agotada, minutos después se despidió y se fue a la recamara, mi esposa aunque cansada seguía en la sala, de repente no hubo más ruido la casa estaba muerta, le hablé a mi esposa que no me hizo caso, le moví el brazo y nada, el efecto había comenzado, con nervios fui a la recamara y vi a la entrada la cama en dónde estaba mi cuñada, era una noche calurosa por lo que no se había tapado, lo primero que vi fueron sus pies desnudos, solo para mi…

Mi corazón latía como loco en mi cabeza aún estaba un poco de cordura que me pedía detenerme, me senté a su lado y por instinto jale el elástico de su pants, ahí vi su calzón parecía una tanga y me sorprendí al pensar “mi cuñada usa tanga” no había vuelta atrás baje el pants para verlo y para mi desgracia era un bikini, me sentía mareado de los nervios, tanta excitación era demasiado para mis huevos que estaban llenos de semen deseoso de salir, bajé su bikini y ahí me encontré con su vagina, rasurada, cerradita, morena unos labios delgados, pero apetecibles.

Le abrí sus labios e intente meter mi dedo en su vagina, estaba estrecha aún seca, así es que saque mi dedo y lo lamí para que lubricara un poco, volvió a buscar su camino en mi cuñada, ahora empezaba a ceder, caliente por dentro palpe todo su interior me encantó, saqué mi teléfono de mi pantalón y le tomé algunas fotos de su vagina, cerrada, con sus labios abiertos, saqué su clítoris de su capullo.

Yo estaba perdido, en ese momento no era yo, sólo quería hacerla mía, de repente movió su mano hacia su vagina y me espanté, saque mi dedo de su interior y me retiré un poco, al parecer sólo se había movido, pero estando de pie me di cuenta que sus caderas son muy anchas, recostada podía ver lo bien proporcionada que se encuentra los nervios eran demasiado así es que subí su ropa interior y el pants y me retiré nuevamente a la sala, excitado, espantado me coloqué frente al televisor tratando de digerir lo que había hecho.

Empecé a recorrer en mi cabeza todo lo que había hecho y me comencé a excitar nuevamente. Me empecé a masturbar, pero no era suficiente, sabía que era mi oportunidad y que necesitaba aprovecharla. Le hablé nuevamente a mi esposa que continuaba en la sala y no había señales de movimiento, estaba bien dormida, por lo que regresé al cuarto y la volví a encontrar, ahora se había girado un poco de lado y me recibieron sus pies y sus nalgas a la vista, baje el pants y empecé a acariciarlas, eran tan suaves, no dude más y le quité por completo el pants y los calzones, ahí tomé uno de sus pies y empecé a lamerlo, empecé por su dedo gordo, lo metí en mi boca mi lengua recorría su uña, en medio de su dedo estaba ebrio de deseo, tomé el otro pie e hice lo mismo ambos pies estaban tan suaves, olían delicioso, por lo que baje mi propio pants y saqué mi pene, lo puse en medio de sus pies y me masturbé con ellos.

Era fantástico, desde ahí podía ver sus muslos, su vagina, su cara y entonces vi sus senos, no son grandes, pero quería saber que había debajo de esa playera vieja pase mi lengua por su vagina mientras buscaba con ansias llegar a sus tetas, metí mis manos y me encontré con un sostén que por fortuna se desabrochaba por enfrente, lo zafé y empecé a masajear esas tetas, redondas con unos pezones oscuros grandes que empezaron a tomar forma al sentir mis caricias, los pellizcaba, jalaba, le daba unos pequeños golpes.

La posición en la que me encontraba no era la mejor, así es que me coloqué entre sus piernas y empecé a mamar esas deliciosas tetas, parecía yo un bebe mamando de esas deliciosas tetas, mi pene estaba a la altura de su vagina, no la penetraba, pero se sentía caliente suave, que delicia de cuñada tengo, dejé en paz un poco sus tetas y subí a su oreja, le daba unos besos, le empecé a decir cosas al oído, le decía que la deseaba, que habían sido muchos años desde que me masturbaba con su ropa interior usada cuando iba a su casa, hasta el día que por fin la haría mía, le dije que lo disfrutara como yo lo haría, sin darme cuenta no sé si fue mi líquido seminal o su cuerpo que había reaccionada a las mamadas de tetas que su vagina estaba empapada.

En un momento que regresé a su pezón derecho mi pene se deslizó y pude sentir la entrada, no dudé y lo introduje en efecto estaba muy estrecha pero ahora con la lubricación mi pene tenía acceso, me enfoqué ahora en sentir con mi glande, seguí introduciéndolo despacio sólo un poco lo sacaba, volvía a entrar, estaba realmente disfrutándola, mis piernas ya estaban agotadas por la posición en la que estábamos por lo que me puse de pie y jalé su cuerpo a la orilla, coloque sus piernas en mis hombros y volví al ataque, en esta ocasión no hubo contemplaciones, se lo introduje hasta el fondo sin piedad y fue algo genial, ya estaba muy excitado por lo que la hora de eyacular no tardaría.

Tomé uno de sus pies y empecé a lamerlo nuevamente, ahora sabía salado, ese sabor ya lo he probado es mi semen probablemente mientras me masturbaba con ellos algo habría caído en ellos, estaba a punto de eyacular y yo sin protección, apreté y salí rápidamente, por lo que me moví a la cabecera y me empecé a masturbar en su cara, unos segundos después mis testículos explotaron y su rostro quedo lleno de mí, había saciado mis ganas y con mi cuñada, ya comenzando a estar flácido ya había pasado cualquier barrera, nada más podría hacerlo peor, volví a tomar mi pene y lo pasé por sus labios, me lo vas a tener que limpiar ahora.

Seguí jugando en su boca hasta que por instinto abrió sus labios y empecé a limpiar, estuvo algunos minutos hasta que la posición se tornó incomoda y decidí que era suficiente, era hora de dejar todo lo más normal posible, por lo que comencé con su sostén, era aún más complicado volverlo a colocar, bajé su playera y por la parte de arriba todo estaba normal, era hora de buscar sus calzones, entre todo el acto los había perdido, no encontraba ni el pants ni sus calzones, revolví las cobijas y nada, yo con nervios otra vez al mil, cuando de repente tropecé con ellos, separé sus calzones del pants y le di una última limpiada a mi pene con ellos antes de colocarlos, moverla era difícil su cuerpo estaba pesado, pero después de varios intentos logré colocar todo en su lugar.

Salí y sólo me despedí diciéndole:

“Espero que lo podamos repetir pronto cuñada hermosa…”

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