Saltar al contenido

Gemelos en casa

Se imaginan, ser la hermana mayor cuidando a dos hermanos gemelos tremendamente atrevidos, que no se cansaban de molestarme y hacerme travesuras, si, esas travesuras que muy pocos hermanos les hacen a sus hermanitas.

Amaba a mis hermanos y puedo asegurar que ellos me amaban a mi también, comenzaré contando mi relato, mi nombre es Laura y tengo 23 años de edad, soy de tez blanca, delgada, mido 1.60 de estatura, mi cabello es castaño claro quebrado, ojos grandes color azul y con un bonito cuerpo, mis hermanos gemelos tienen 20 años, Carlos y Javier, ambos juegan en un equipo de futbol, son fuertes, piel blanca y miden 1.75 de estatura, eran muy guapos para serles honesta.

Todo sucedió hace medio año atrás, era sábado, yo dormía tranquilamente en mi cama cuando de repente me dieron muchas ganas de ir al baño, adormilada y estirándome salí de mi habitación rumbo al baño, cuando iba regresando escuche ruidos extraños que provenían de la sala, camine despacio bajando las escaleras y me di cuenta que eran mis dos hermanos que estaban sentados, uno en cada sofá mirando la tele sin parpadear, yo me quedé sorprendida al ver que se trataba de una película xxx.

Algo me hizo voltear a ver a Carlos y a Javier y mis ojos se llenaron de asombro mientras que yo intentaba comprender lo que estaba viendo en ese momento, ahí estaban los 2 sentados con los pantalones hasta sus tobillos moviendo con fuerza sus penes, que en ese momento descubrí que los tenían demasiado grandes, obviamente más grandes que el de mi novio julio, me quede sin movimiento, mirando esas barras de carne gruesas y poderosas, “que te sucede Laura, son tus hermanos” me dije a mi misma, mientras me daba cuenta que ya estaba tremendamente excitadísima, confundida de todo lo que había visto opte por huir de ahí mejor.

Estaba en mi habitación sin despegarme de la cabeza las imágenes de mis hermanos moviendo sus penes provocando en mí, un desconocido placer, me reusaba a aceptar que me habían encantado verlos y que de alguna manera deseaba tenerlos en mis manos, y así comenzó las travesuras perversas entre hermanos, claro, a escondidas de nuestros padres.

Esa misma mañana mama nos llamó a desayunar y todos nos reunimos en el comedor como cada sábado, pero lo cierto era que yo ya no podía ver a mis hermanos como antes, detenía mi vista cada que mis ojos intentaban fijarse en sus entrepiernas, ok, lo confieso, moría de ganas por ver esos penes de nuevo, todos terminaron de desayunar y como era costumbre a mis hermanos y a mí nos tocaba levantar la mesa y lavar los trastes.

Mientras que nuestros padres subían a su recamara para arreglarse por que iban a salir, yo lavaba los trastes en la cocina y mis hermanos los secaban y acomodaban, de vez en cuanto volteaba a verlos y me ponía nerviosa mirando sus pans ajustados, intentaba controlarme pero el hecho de tenerlos atrás de mi me pasaban un montón de cosas en la cabeza, como por ejemplo, si les gustaba ver mis nalgas, si les encantaba ver mis piernas ya que esa mañana me había puesto una falda algo cortita obviamente para ellos.

-se puede saber que tanto miras Laura?

La voz de Javier hizo que saltara de impresión y morí de nervios y de pena al saber que me habían sorprendido mirando su entrepierna repetidas veces.

-yo?, no estaba viendo nada importante, solo estaba viendo donde guardar estas ollas.

Sonriéndoles nerviosa me gire para seguir lavando los trastes que me faltaban mientras que por dentro sin entender moría de excitación y de nervios.

-mira Laura que te parece si aquí guardamos las ollas.

Inocente voltee a verlos y deje caer el plato de plástico que estaba lavando mientras que con la boca abierta contemplaba a mis 2 hermanos con sus pans a las rodillas mostrándome sus bellezas de hombre marcándose sobre sus bóxer ajustados.

-pero que creen que están haciendo los 2, no ven que mis papas pueden entrar en cualquier momento, además no es correcto que yo los vea así, tápense por favor.

-no sé por qué te estas comportando así hermanita, si en la mañana estabas completamente distinta mirándonos sin parpadear.

-no sé de qué están hablando, mejor me voy a mi habitación, no quiero discutir con ustedes.

Sabía que me habían descubierto espiándolos en la mañana y sin saber que hacer intente salir huyendo de la cocina pero Carlos se puso en la puerta cerrándome el paso.

-no te preocupes hermanita, no diremos nada si tu no dices nada, que te parece si nos guardamos este secreto entre los 3?

Los 2 se pusieron en la puerta comenzándose a bajar sus bóxer, imposible escapar, estaba acorralada, pero, enserio quería salir corriendo de ahí?, obvio no, al contrario, quería quedarme a que sucediera algo perverso, retrocediendo y al pisar el plato que había tirado al piso enseguida los sentí junto a mí, uno a la derecha y otro a la izquierda, con sus penes completamente duros y apuntando hacia arriba.

Ambos comenzaron a besar mi cuello y por naturaleza mi intuición femenina reacciono de inmediato, me di cuenta que ya tenía entre mis manos los dos penes de Javier y Carlos bien agarrados y masturbándolos de arriba hacia abajo, estaba completamente mojada y las piernas me temblaban de excitación, mis manos subían y bajaban en esas barras de carne sintiendo su dureza, su suavidad y sus venas marcadas en el tronco, de pronto escuchamos a mama que se acercaba y mis hermanos ágilmente se subieron sus bóxer y apenas terminándose de acomodar sus pans ella entro a la cocina.

-muchachos espero que ya hayan terminado sus deberes, mira hija, estas ollas van allá arriba, que tus hermanos te agarren la escalera para que te subas a acomodarlas porque estas más ligerita, y bájate más esa falda, está muy cortita, recuerda que están tus hermanos y tu padre en esta casa y no puedes andar así tan descubierta.

Vaya que era estricta y molesta mi mama, mientras ella hablaba mis hermanos y yo reíamos discretamente por la travesura que acababa de suceder entre nosotros en la cocina, mi mama salió rumbo al comedor tomándose un vaso con agua, mientras que yo me acomodaba y bajaba mi falda como había ordenado mi mama.

-espera que haces Laura?

-ya escuchaste a mi mama, que me la baje porque está muy corta.

-no, así déjatela por favor, tienes unas piernas hermosas y nos encanta verlas con esa faldita cortita.

Y sonriéndoles deje que ellos me subieran mi falda a donde quisieran, después no sé qué me paso, solo los abrace y los bese en la boca apasionadamente, primero a Javier y después a Carlos arriesgando que mi mama entrara de repente a dejar su vaso y nos sorprendiera, completamente excitada y con un deseo tremendo de ser penetrada, busque con mis manos los dos penes, quería sentir su tamaño y dureza de nuevo, pero Carlos insistió en que subiéramos las ollas como había ordenado mi mama, pues ya la conocíamos a la perfección como era si no la obedecíamos.

Con mi cara de putita y haciendo una mueca de enojo subí las escaleras para guardar las ollas en su lugar, Javier y Carlos sujetaban la escalera y al mismo tiempo miraban por debajo de mi faldita, me estaba encantando la forma en la que me miraban pues en sus ojos se podía notar las tremendas ganas que tenían de comerme ahí mismo,

Comencé a bajar de la escalera mientras que mis hermanos iban metiendo sus cabezas bajo mi falda y sentí dos mordidas en mis nalgas, sin querer lancé un gemido de placer y mis piernas enredándose me hicieron caer, Javier como pudo me atrapo con sus fuertes brazos quedando muy pegadita a él, enseguida sentí su pene enterrado entre mis nalgas separándolas completamente por el tamaño, y Carlos me tenía bien agarrada de la cintura sintiendo en su cara mis senos a punto de salirse de mi blusa, de nueva cuenta los abrace y los bese cual novia enamorada besa a su novio, les intentaba decir a los dos que quería estar con ellos pero de otra manera.

-que sucede aquí? Que están haciendo?

-nada mama, Laura se iba a caer de las escaleras y la alcanzamos a agarrar.

Pues ten más cuidado hija con esas escaleras, bueno muchachos tenemos que salir por un momento, cuídense mucho y pórtense bien, nada de hacer travesuras y obedezcan a su hermana mayor, regresamos como a las 6.

El coche salió del garaje y enseguida nuestros padres se marcharon perdiéndose en la gran avenida, nos habíamos quedado completamente solitos los 3 en casa, y se prestaba para hacer cosas prohibidas e indebidas entre nosotros por muchas horas, pronto sentí a Javier atrás de mi abrazándome por la cintura mientras comenzaba a besar mi cuello tallándome su pene entre mis nalgas, Carlos me abrazo por delante y me repego su pene en mi vientre.

Cielos que grandes se sienten esos penes, estaba súper excitadísima al estar en medio de los 2, con la mirada les pedía a gritos que me cogieran y pronto, no me atrevía a pedírselos con mi labios todavía, pues me daba un poco de pena, desesperada por recibir mi merecido como una perrita me puse en cuatro como invitándolos a que me montaran dando yo el primer paso, no podía esperar más, mi desesperación de ser sometida y cogida era brutal.

Carlos desnudo fue el que se acercó atrás de mi con su poderosa barra de carne lista para atravesarme hasta el alma, moría de ganas de sentir como entraba mi hermano en mi abriéndose camino entre mis pliegues vaginales, apenas se preparaba para alimentar mi vagina recogiéndome mi faldita a la cintura cuando de pronto tocaron la puerta, se trataba de mi novio julio que llegaba a interrumpirnos.

Enojada, excitada y con mi cabeza girándole miles de ideas le abrí a julio, lo invite a que pasara pero con mis ojos le pedía a gritos que mejor se fuera y me dejara solita con mis hermanos, no sucedió así, mis hermanos comprendieron que julio se iba a tardar, así que se subieron a su habitación mejor.

Yo me lleve a julio a mi habitación, le di un condón y el comprendió la situación inmediatamente, en cuestión de segundos ya estaba yo arriba de mi novio saciando mi calentura y aplacando la tremenda excitación que me habían provocado mis traviesos hermanitos, de pronto la puerta de mi habitación se abrió lentamente y se asomaron Carlos y Javier contemplándome ahí desnuda arriba de mi novio dándome unos ricos sentones.

Con sus caras perversas me hicieron señas si podían pasar a ver el espectáculo, el saber que mis hermanos iban a presenciar cómo se cogían a su hermanita me invadió un tremendo morbo y excitación, así que sonriéndoles y poniendo en mi boca un dedo significando silencio les dije que si asintiendo con la cabeza mientras que comencé a besar a julio tapándolo de modo que no se percatara de mis hermanos que se ocultaban en mi closet dejando las puertas abiertas.

De pronto mi novio me acomodo quedando empinadita mirando hacia el closet y comenzó a cogerme brutal, como a mí me encantaba, mis hermanos se asomaron un poco del closet para ver como gemía y recibía las embestidas de mi novio, julio no notaba la presencia de mis hermanos pues estaba muy concentrado cogiéndome a su manera, pero yo si los veía, medio escondidos entre mis ropas, ahí estaban masturbándose, no podía explicar esto, pero me encantaba ver sus caras y ojos llenos de lujuria.

Mis hermanos excitadísimos me hacían señas si podían unirse pero yo les decía que no, que era imposible hacer eso, mi novio julio era demasiado celoso y por ningún motivo iba a permitir que alguien más me cogiera y mucho menos creo yo, iba a compartirme con mis dos hermanos, que locura no?, posiblemente si se lo hubiéramos propuesto iba salir corriendo, de pronto escuche a mi novio gemir y comenzó a venirse llenando de semen el condón terminando por satisfacer su cuerpo rápidamente, dejándome insatisfecha y excitada a mi todavía, agotado se acostó boca arriba en mi cama mientras mis hermanos aprovechando el momento, salieron de mi habitación desilusionados.

Arreglando mis cosas para meterme a bañar le dije a mi novio que se tenía que ir, porque más tardecito iba a salir con mis hermanos a un mandado, obvio le mentí, en mi cabeza solo tenía un propósito, estar con mis hermanos en la cama, eran las 4 de la tarde, mis papas llegaban a las 6, nos quedaban todavía 2 horas para divertirnos los 3 a nuestro antojo.

En cuanto logre que mi novio se fuera, le eche llave a la puerta de la casa, cerré ventanas y baje cortinas, no quería ningún mirón ni mucho menos nadie que nos interrumpiera, me metí a bañar y me puse el mejor y rico shampoo que tenía para ocasiones especiales, entonces faltaba dar el último paso, pensaba muy bien en las consecuencias con lo que estaba a punto de hacer pero no me importaba nada ya en absoluto, decidida salí del baño poniéndome mi bata larga que se encargaba de cubrirme y de secar poco a poco mi cuerpo desnudo, deseosa camine lentamente hacia la habitación de mis hermanos, mientras más me acercaba a su puerta más se me cortaba la respiración, y entonces, de un solo golpe abrí su puerta mirándolos ahí acostados en su cama con caras tristes.

-pobre de mis hermanitos que solo los dejan mirar y nada de actuar, que hacen ahí aburridos y tristes? No quieren venir hacerle compañía a su hermanita que se siente muy solita en su habitación.

Y me quite la bata frente a ellos cayendo al suelo quedando completamente desnuda en su puerta, me di la vuelta y camine moviendo muy provocativamente mis nalgas como invitándolos a que vinieran conmigo, a paso lento me dirigí a mi habitación y supe entonces que ya no había marcha atrás y no se valía arrepentirse, pues mis 2 hermanos enseguida me siguieron y no se iban a detener y mucho menos iban a dejar escapar esa oportunidad que les estaba dando, apenas entre a mi habitación y Carlos me abrazo por atrás y comenzó a besar mi espalda y mi cuello desesperadamente, Carlos se encargaba de cerraba la puerta de mi habitación pues no quería que saliera ningún ruido extraño al exterior de la solitaria casa, pero en realidad se refería a los gritos y quejidos que me iban hacer soltar de mis labios los 2.

Como niños jugueteando caímos desnudos en mi cama sobre mis osos de peluche y besándonos los 3 giramos por toda mi cama desacomodando las sabanas, de pronto quede en medio de mis 2 hermanos, como chica enamorada comencé a besarlos de nueva cuenta sin que nadie nos interrumpiera esta vez, sentía sus besos ricos y sus manos acariciando mis partes íntimas mientras que sus penes chocaban con mi cuerpo como reclamando que necesitaban mi atención.

De pronto Carlos comenzó a besar mis pechos y mi vientre, bajando hasta mi ombligo y abrí mis piernas invitándolo a que me comiera, Carlos como lobo hambriento comenzó a comerse mi vagina de una manera deliciosa, entonces abrí mi boca para lanzar mis gemidos de placer pero Javier metió su pene en mi boca y comencé a devorarlo ahogando mis propios gemidos, tiempo después cambiaron de lugar, Javier comenzó a comerme mi vagina como loco y Carlos me metía su pene en la boca casi ahogándome con su monstruosidad, estaba quemándome por dentro, estaba locamente excitadísima que no aguante más.

-por favor, ya no aguanto más, cójanme se los suplico.

Agitada y temblorosa como pude saque del cajón de mi buro dos condones y les ordene que se los pusieran de prisa, Carlos fue el que se lo puso primero y acostada boca arriba me abrí de piernas dándole el premio al ganador, Carlos muriéndose de deseo por penetrarme se abalanzo sobre mi comenzándome a besar mientras que su pene encontró fácil el camino y entro de un solo golpe abriendo mi vagina metiéndose hasta el fondo de mi ser.

Como niña chiquita comencé a gemir y a quejarme demasiado cuando Carlos comenzó a bombearme a un ritmo sema lento, mostrando ternura y compasión a su hermanita, en ese momento abrí mis labios para dejar escapar un delicioso gemido teniendo mi primer orgasmo de la tarde, Javier se iba acercando con ojos de reclamo, “es mi turno, es mi turno”, no lo decía con palabras pero lo gritaba con la cara que traía.

-hermanitos no se peleen, tenemos tiempo para que se turnen los 2, descuiden soy solo para ustedes se los prometo a partir de ahora.

Y Carlos sin terminar haciéndose a un lado Javier se metió entre mis pernas y me penetro salvajemente haciéndome lanzar un grito delicioso de dolor, con sus fuertes manos puso mis piernas sobre sus hombros y acorralada e indefensa comenzó a bombearme con mayor fuerza que Carlos.

Parecía una maquina poderosa que pretendía hacerme pedazos mi vagina, comenzó hacerme llorar de placer mientras que sentía su pelvis chocar y rebotar con mis nalgas hundiéndome completamente su poderosa barra de carne sin dejar nada afuera más que sus testículos, eran tan parecidos mis hermanos, pero tan diferentes en la cama que simplemente me encantaban los 2, Carlos era más gentil y más tierno en la cama, mientras que Javier era un macho que toda hembra deseaba tener, por mi parte me encantaba de las 2 formas, me gustaba el sexo gentil y el sexo duro.

Javier casi como loco me bombeo más y más fuerte cada vez y no soporte más sus ataques y enloquecida grite con todas mis fuerzas teniendo mi segundo orgasmo de mi vida, mi novio nunca me había ayudado a tener un orgasmo, y mis hermanos ya me habían echo explotar 2 veces en tampoco tiempo, supongo que era por sus penes enormes y por el incesto que estábamos cometiendo a espaldas de nuestros padres.

Agotada mire el reloj que daban las 5 de la tarde y pensé que todavía nos quedaba libre una hora más, seguía excitadísima pues miraba los penes de mis hermanos que seguían duros en esos condones apretados y que aún no se habían venido, no tenía llenadera, era una putita de lo peor, sujete sus penes comenzándolos a masturbar mientras que ellos miraban la cara de zorrita que tenía y que decía “quiero más”.

Javier se me fue encima de nuevo y empinándome quedando frente a la cabecera de mi cama me comenzó a dar unas ricas nalgadas despertando más la putita que dormía dentro de mí, nalgada tras nalgada me hacían temblar de excitación mientras escuchaba a Javier que me decía, “quien es mi putita”, yo, le respondía gritándole y gimiendo, entonces mire a Carlos que se acostaba a lado mío boca arriba quedando su pene parado apuntando al techo, se ajustó su condón mal acomodado y podía notar que le quedaba chico, parecía que lo iba a reventar por el tamaño maravilloso de su pene.

Carlos con su mirada tierna me invito a montarlo y accedí de inmediato, recargue mis manos sobre su pecho mientras poco a poco me iba sentando en esa inmensidad, cielos hermanito que grande estas, le dije con palabras entre cortadas mientras comenzaba a lanzar mi delicioso quejido de placer, besándome en los labios comenzó a bombearme y yo desesperada quería gritar de lo rico que estaba sintiendo pero no podía por sus besos, entonces sentí la lengua de Javier jugando con mi ano y sin esperármelo explote teniendo mi tercer orgasmo, el placer era inmenso, el pene de Carlos se alojaba en mi vagina al mismo tiempo que Javier me comía el ano y comenzaba a introducir su dedo índice moviéndolo en círculos.

Que tramaban, que intentaban hacerme los 2, no lo sabía, lo único seguro que sabía es que mi novio muchas veces me insistió en que lo dejara que entrara por atrás, pero siempre le decía que no, quería seguir virgen de ahí hasta llegar al matrimonio y casarme, pero creo que no lo iba a lograr, Javier tramaba hacer algo con mi ano y no tenía las fuerzas para detenerlo, o más bien, no quería hacerlo, enseguida comenzó a meter otro dedo en mi ano con dificultad comenzándolo abrir con sus dedos dejándolo semi abierto y listo para ser alimentado.

-no temas hermanita, posiblemente te va a doler hasta el alma pero después vas a tocar el cielo, te doy mi palabra.

Sin entender a Javier sentí como Carlos se detenía quedándose dentro de mí, no comprendía, no entendía, y me estaba volviendo loca de angustia, que sucede Carlos por que te detienes, si no sigues cogiéndome voy a enloquecer, de pronto Javier se subió en mí y me empujó hacia delante quedando mis pechos colgando en la boca de Carlos, sentí su pene chocar con mi ano y supe entonces que había llegado la hora de entregar mi ano virgen y nuevo y sin condiciones.

Con fuerza tallaba su cabeza ancha sobre mi diminuto ano y de un empujón logro abrirlo comenzándolo alimentar lentamente, me aferre al cuello de Carlos con todas mis fuerzas y lancé un grito de tremendo dolor, de pronto me sentí completamente llena de mis dos orificios y entendí que tenía sus 2 penes completamente a dentro de mí, gritando como loca comencé a tener mi cuarto orgasmo, en medio de mis hermanos estaba sufriendo mi primera doble penetración de mi vida, nunca paso por mi cabeza estar así con dos hombres en mi cama, sin poderme mover mucho porque el dolor era tremendo, los 2 pedazos de carne dentro de mi palpitaban provocándome un delicioso dolor que iba convirtiéndose poco a poco en placer.

Mi vagina y mi ano eran muy estrechos, sentía que no había suficiente espacio como para alojar 2 barras de carne largas y gordas al mismo tiempo dentro de mi pequeño y frágil cuerpecito de mujer, intentando acostumbrarme a los 2 intrusos poco a poco fui disfrutando sus lentos bombeos intentando ellos agarrar el mismo ritmo de mete y saca haciéndome gritar de dolor y de angustia, comenzando a llorar con mis lágrimas resbalando por mis mejillas comenzaron a bombearme cada vez mas rápido matándome de dolor combinado con un placer tremendo, sentía que me estaban partiendo en 2 entrando al mismo tiempo destrozando mis paredes vaginales y anales.

Ahí estaba en medio de los 2 recibiendo sus embestidas fuertes y con una velocidad impresionante, mis hermanos eran deportistas obvio tenían una tremenda condición y fuerza, mi cama rechinaba demasiado y la cabecera golpeaba la pared fuertemente, imagine enseguida a mis vecinos reclamándome por el escándalo que estábamos haciendo y por los gritos y lloriqueos que dejaba escapar de mi boca, pues parecía que me estaban matando, Javier y Carlos me estaban cogiendo muy rico, demasiado duro y sin piedad que estaba tocando el cielo, de pronto el condón de Carlos se rompió.

No puede ser, por que ahora, justo cuando estaba gozando como una puta la doble penetración, asustada me baje de Carlos mirando su pene con en el condón echo pedazos, el de un solo golpe se lo arranco y acosándose me jalo hacia él, yo me detuve un poco como intentándole decir que se tenía que poner otro condón, pero supongo que no había tiempo para eso.

El me acomodo dándole la espalda y enseguida con la ayuda de sus fuertes manos me senté comiéndome su pene en mi vagina nuevamente, ya sin condón resbalo y entro más fácil y se sentía mucho más rico, sentir su piel en mi me mataba de excitación, con mis piernas sobre sus rodillas comenzó a cogerme de una manera tan rica que en ese momento estaba teniendo mi quinto orgasmo de la tarde.

De mi vagina escurría esa miel caliente mojando el pene de Carlos que seguía entrando y saliendo con gran velocidad, entonces mire a Javier que se acercaba a nosotros con ojos de lujuria, tomo mis pernas que estaban sobre las rodillas de Carlos y las puso sobre sus hombros y arrancándose el condón puso su pene en mi vagina donde el pene de Carlos seguía entrando y saliendo, no podía creer lo que intentaba hacer Javier, quería entrar en mi vagina también, pero no era posible, ese era su lugar de Carlos que seguía a dentro, no imaginaba que se pudiera hacer algo así, meter 2 penes en una vagina.

Efectivamente Javier forzando mi vagina y aplastando el pene de Carlos comenzó hacerse espacio logrando meterse lentamente dentro de mi tambíen haciéndome sufrir como nunca, con mis piernas sobre sus hombros de Javier era inútil zafarme y gritando con todas mis fuerzas comencé a quejarme muy rico al mismo tiempo que Javier y Carlos comenzaban a entrar y salir de mi vagina lentamente acomodándose y abriéndola tremendamente.

Apretados con poco espacio, los 2 penes atormentaban mi clítoris entrando y saliendo y comencé a tener mi sexto orgasmo y comencé a orinarme gozando como una perrita en brama, moje con mis jugos vaginales los penes de mis hermanos y quedando bien lubricados comenzaron a bombearme con más fuerza desmedida haciéndome pedazos y destrozándome por dentro con sus enormes barras de carne.

Carlos y Javier entraban y salían con mucha facilidad de mi gracias a la miel que emanaba mi vagina, de pronto la puerta de mi habitación se abrió y mire a papa y a mama ahí parados con ojos de sorpresa siendo testigos de cómo mis hermanos comenzaron a explotar dentro de mi plantando su semilla fértil en mi útero y con la enorme excitación de haber sido descubierta tuve mi orgasmo numero 7 mientras mis padres me miraban gozar como una verdadera puta con 2 enormes penes enterrados en mi vagina.

-pero que significa todo esto Laura.

Con llanto en los ojos mama salió de mi habitación confundida y sin creer lo que había visto y papa la siguió inmediatamente, mientras que mis hermanos sin poderse detener seguían bombeándome y viniéndose como si quieran meter su semilla muy adentro de mí, pensé, si tenían la intención de preñar a su hermanita, con lo que estaban haciendo lo iban a conseguir con éxito.

Apenas terminamos nos tiramos los 3 en mi cama sintiendo culpabilidad después y pensando en que problemas se venían, mi mama no acepto el incesto de nosotros pues obviamente no lo íbamos a dejar, así que tuvimos que salirnos de su casa.

Increíblemente papa comprendió la situación y nos apoyó con un departamento para los 3, claro, siempre y cuando lo dejáramos vivir con nosotros tambíen, pues no soporto más a mama y termino separándose de ella saliéndose de su casa tambíen.

Y así nuestras vidas dieron un giro inesperado, ahora vivo con mis dos hermanos y papa, así es como lo saben nuestros nuevos vecinos afuera, pero a dentro de nuestro hogar son mis 3 esposos y yo su esposa, compartiéndome y disfrutándome los 3 sin envidias ni celos, en estos momentos tengo ya 7 meses de embarazo, lo cual mis hermanos lograron preñarme ese día que nos descubrieron, y papa ya hablo conmigo y con mis hermanos, que después de que me alivie, papa quiere hacerme un bebe tambíen, yo no tengo ningún problema con eso, papa y mis hermanos pueden preñarme las veces que quieran.

Fin.

Deja un comentario