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Sexo con papá

Empezaré diciéndoles que mi papá es actualmente un hombre de 63 años, con pocas canas, 1.65 de estatura, de bigote, con panza como de chelero y en la entrepierna se le nota un enorme bulto que estoy seguro más de uno ha querido tocar, solo imagínense que si lo vieran de perfil pareciera que tiene su mano agarrando sus huevos por el tamaño de su bulto. Yo soy un poco más alto 1.70 moreno también de bigote y 26 años.

Pues resulta que desde que yo me acuerdo, el bulto de mi papá siempre me ha despertado locas calenturas, en especial desde que llegue a la adolescencia. Recuerdo que como es esas fechas mi papá trabajaba rotando turnos, yo aprovechaba cuando él tenía el turno de la noche para meterme en su cuarto y discretamente y sin hacer ruido ponía mi mano en su zona sexual y como él siempre ha tenido la costumbre de dormir en calzones y de una talla más grande, algunas ocasiones se le podía ver la punta de su verga y aprovechaba para ver lo que se pudiera. Incluso recuerdo que algunas veces me ponía sus calzones ya usados para sentir su olor a hombre y me los ponía, me masturbaba con ellos hasta que me venía en ellos o me ponía su ropa para ver si a mí se me veía como a el bulto, cosa que nunca sucedió.

Eso fue lo más que puede hacer para quitarme las ganas que sentía por él, aunque había ocasiones en que tenía sueños con el cogiéndome y me quedaba prendido por varios días.

Bueno paso el tiempo y hace como 3 años pude tener una experiencia más cercana con él, aunque lastimosamente concluyó.

Bueno, sucedió que ese día era de fiesta y por la noche mi papá se fue a dormir. Mientras mi mamá y hermanos recogían la casa, yo aproveché entonces para colarme en la habitación de mi papá y recordar viejos tiempos. Resulta que él estaba acostado boca arriba. Yo en mi calentura le bajé los calzones por delante y por primera vez pude ver su verga, la cual para lo que siempre me había imaginado me desilusionó, ya que solo se veía su cuero todo arrugadito. Sus HUEVOS, esos sí que eran grandes, así que, corte un mechón de su pelo, ya canoso, como trofeo. Tras guardarlos, apagué la luz y me acosté a su lado para sentir su verga junto a la mía, cuando para mi sorpresa me la empieza a abrazar.  Yo, ya caliente, correspondí a sus caricias, ya que estábamos bien prendidos. Agarré su verga erecta, pero no le había crecido mucho yo le calculo unos 5-6 cm. Es más, sus vellos eran más grandes que su pija. En ese momento no me importó mucho. Así que intenté que se me subiera para que me la metiera de patitas al hombro, pero solo quería hacerlo de lado. Estaba pensando cómo poder clavármela cuando ¡zas! se quedó dormido a medio palo. Después de eso se la agarré un rato. La tenía bien babosa de tanto lubricante que echó, pero ya no logré que continuara.

Ya ha pasado tiempo desde aquello, y a pesar de la verguita que tiene, aún me gustaría sentirla dentro de mí.

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