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Virgen de novia y ninfómana de casada (segunda parte)

Los encuentros con Eva solían ser bastante frecuentes y como a los tres meses, en una de esas citas, me dijo había roto con su novio y solo quería estar conmigo  No eran esos mis planes, que me proponía seguir follándola despues de casada, por lo que su decisión me produjo una gran contrariedad.  De golpe se me venían abajo los lios con mis maduritas, así que tenía que pensar una salida.  En principio le dije que no dijera nada de nuestra relación y que había que dejar pasar tiempo, en el que nos veríamos en secreto en mi apartamento. No podía aparecer como el causante de la ruptura de una boda tan deseada por ambas familias, si se descubría estaba muerto.

Despues del bombazo de la ruptura de Eva y Luisito, las aguas volvieron a su cauce y todas las tardes Eva venía a mi apartamento a recibir su ración de polla.  La nena era insaciable, se había convertido en una experta folladora y ya llevaba la iniciaiva en las prácticas amorosas, por cierto con bastantes variantes y guarras la mayoría de la veces.

Entre tanto me iba muy bien en el trabajo y me habían promocionado con un aumento de sueldo considerable que me permitía vivir desahogadamente.  Aunque no me apetecía nada atarme a un chochito   caprichoso, pensé en las ventajas que me supondría ser el yerno de D Manuel.  Con total seguridad pasaría a ser uno de sus directivos y hombre de confianza si me casaba con su hija.

Pasado mas de un año, decidí proponerle a Eva matrimonio.  Se llevó un alegrón pues hacía tiempo lo estaba esperando.  Dimos la noticia a los padres respectivos y se oficializó el compromiso.  La boda se celebró por todo lo alto y empezó  mi nueva vida de casado.

En el primer año de casados todo transcurría con total normalidad, aunque Eva  se quejaba de mi falta de atención por mi trabajo y de falta de sexo que cada día le gustaba mas, tanto es asi que alguna vez  la encontraba masturbándose viendo algún video o páginas porno. Con el tiempo  comenzó a practicar cibersexo y cuando la sorprendí la primera vez y le reproché su conducta, me contestó que eso era algo virtual sin importancia y que peor sería me pusiera cuernos con otros hpmbres, que no me quejara. Desde ese momento hice la vista gorda cuando la pillaba  mostrando su sexo y masturbándose con chicos delante de la cámara.

Tambien me llevé una buena sorpresa con mi querida suegra.  Una tarde que estaba esperando a unos clientes en la cafetería de un hotel, vi a Helena con un amigo de la familia, con fama de  mujeriego y vividor, esperando  al ascensor que conduce a las habitaciones. Era evidente  a donde iban.

Lo que terminó de aclarar mis sospechas, fue cuando un día que pasé por su casa a recoger unas bolsas de compras que se había dejado mi mujer, vi la puerta del jardín entreabierta y entré por allí por comodidad.  Quedé petrificado al ver la escena, mi suegra en la piscina en bikini sentada en una tumbona y mamando la polla del  jardinero, un chico joven  que disfrutaba con aquella preciosa madura que tan bien le comía su pollón. Cuando el chico no pudo  mas, la tumbó boca arriba, le abrió las piernas y se la metió apartando un lado del tanga.  La zorra era una buena folladora y se vino gimiendo de placer sacándle al chico hasta la última gota.

Desde ese momento solo pensaba en el día que tendría la oportunidad de ser yo el agraciado en poseerla, algo que no tardó mucho tiempo en suceder.  Tuve que pasar  a recoger a mi mujer, pero me retrasé y Eva es muy impaciente y se fue sin esperar.  Helena estaba sola y me sirvió   una cerveza sentándose a mi lado en el sofá.  Estaba preciosa, siempre había admirado la belleza y clase de esa mujer, aunque me había decepcionado viéndola entregarse al jardinero.  Llevaba una falda ceñida por debajo de la rodilla y una blusa con un cierre casi en la cintura y por delante un escote cerrado con un amplio pliegue que no dejaba ver nada, aunque producia morbo  que sus hermosas tetas estuvieran tan accesibles.  No lo pensé mas y pasando  el brazo sobre sus hombros me incliné y la besé.  En principio extrañada quiso rechazarme, pero cuando le dije “sé que eres una zorra y te gusta demasiado follar”, se relajó y correspondió con deseo, mi mano entró en su escote sobando unos pechos deliciosos, liberándolos del sujetador se los mamé a conciencia, mientras ella me besaba y me metía su lengua por un oido produciéndome excitación Puse la palma de la mano en su entrepierna oprimiéndole el sexo y ella instintivamente se abrió de piernas, la tenía caliente.

Me levanté y desabroché mi pantalón  sacando la polla y poniéndola en su boca. La mamaba de vicio, me comía los huevos, los metía en su boca como si fueran caramelos, bajó su lengua lamiendo hasta el culo sin olvidar presionar el punto prostático y luego se la metió entera en la boca y agarrándola por los huevos me  hizo una felación que casi me hace correr.  No se aguantaba la calentura y empezó a desabrochar su falda, le ayudé estirando de abajo y sacándola por los pies, aparecieron sus bragas con un lamparón de flujos blanquecinos que anunciaba como  manaba su coño, hice lo mismo con sus bragas.  Alllí estaba a mi disposición, deseando ser follada por otro joven semental que le iba a hacer gozar.  La puse en cuatro apoyada en el sofá, le abrí las piernas y coloqué mi capullo entre sus labios ya abiertos, ofreciendo su coño dilatado espectacular, palpitando de deseo como  el de una yegüa en celo, se la clavé de un golpe y al sentirla en lo mas profundo empezó a mover su culo para aumentar su goce, se frotaba el clitoris gimiendo y piediéndome la jodiera duro y le tocaba las tetas mientras le embestía como un cabrón, hasta que nos vinimos a la vez en un fuerte orgasmos compartido  Nos gustó demasiado el polvo y lo repetimos desde entonces una o dos veces por semana en total secreto.

Por mi parte tambien me satisfacía sexualmente con mi secretaria, Sandra, una morena de 35 años que estaba como un tren.  Casada con un funcionario de bajo nivel, mal trabdor, bebedor y que gracias al trabajo de ella y mi ayuda por sus extras, podían vivir holgadamente. El debía saber que me follaba a su mujer por que nunca protestó  cuando  llegaba tarde o cuando me acompañaba a viajes de trabajo y pasaba un par de dias conmigo.  Ella estaba enamorada de mi a sabiendas que mi relación  con ella se limitaba a trabajo y sexo.

Con Eva ya llevaba tres años de casado y desde hacía tiempo vivíamos cada uno a nuestro aire, aparentando una pareja feliz pero que en la realidad aquello no se parecía en nada a un matrimino convencional.  Eva llevaba su vida, llegaba a casa algunas moches a las tantas, en muchas ocasiones bebida y con la ropa descolocada que parecía le había atropellado en tren de mercancías. Cuando le apetecía sin ningún pudor hacía cibersexo en mi presencia y hablaba con hombres por teléfono delante de mi quedando con ellos sin cortarse.  No me importaba mi papel de cornudo consentido con tal de que me dejara tranquilo.

Salíamos a cenar algún fin de semana y terminada la cena, en la que bebía bastante, ibamos a tomar unas copas.  Le gustaba bailar, asi que ibamos a alguna discoteca y alli flirteaba y coqueteaba con quien le venía en gana.  Bailaba  sola contoneándose en medio de la pista de forma sensual y provocativa, rodeada  de hombre que intentaban manosearla y disfrutar de ella, ante mi mirada, algo que por cierto lejos de darme celos me ponía caliente.  En alguna ocasión se enrollaba con algún tío, se dejaba besar y meter mano y acababa  follando en los aseos o invitándole a casa donde se lo follaba delante de mi.

Un día llegué a casa y vi había dejado su  PC conectado. No pude resistir entrar a ver sus registros recientes, apareció una página de contactos, en la que ella estaba registrada como Afrodita.  Tenía colgadas algunas fotos eróticas mostrando su cuerpo desnudo, en distintas poses.  En su perfil había puesto: “Casada joven, insatisfecha, sexi, atractiva, con ganas de fantasías y aventuras eróticas. Sexo sin compromiso”.  Tenía agregados mas de trecientos contactos, entre jóvenes, maduros y parejas. Encontré mas de veinte correos privados sin borrar donde le pedían quedar para follar o le decían groserías.  Ella tambien había enviado algunos. A una pareja  diciéndoles le indicaran día y hora para  el encuentro que habían hablado, dejándoles su móvil para que llamaran.  A un joven cachas al que le decía: “Me encanta tu polla, me gustaría disfrutarla, contáctame”, y aun maduro:” Me gusta que te calientes conmigo, contacta mañana a las 10 y te enseñaré mi coño recien levantada”.   Me hice una copia de todo y decidí encargar a un detective un seguimiento para poder probar en su momento con quien se acostaba.

En un mes me entragaron un dosier con el resultado de la investigación. Había fotos con un maduro de la edad de su padre entrando en un inmueble de apartamentos de alquiler por horas; con su exnovio Luisito dándose el lote y entrando en el edificio de su despacho; con un joven en un pub besándose y donde se ve  como le mete mano por debajo de la falda, es un camarero de una cafetería que ella frecuenta.  Varias fotos mas de su coche en un descampado donde se le ve, en diferentes ocasiones,  desnuda follando dentro del coche con chicos jóvenes diferentes.

Como me interesaba quedar bien con sus padres, por razones distintas pero en mabos casos de vital interés para mi, me reuní con ellos y les mostré las evidencia.  No se sorprendieron pues me confesaron les habían hablado de las andanzas de su hija. Comprendieron mis razones para divorciarme de Eva y consensué con su padre la liquidación del patrimonio conyugal, que se realizó de forma amistosa y razonable.

Ha pasado mas de un año de mi separación , mantengo mi puesto de trabajo en la empresa de D Manuel, que me respeta y aprecia, siendo uno de sus directivos de confianza.  Sigo manteniendo  mis encuentros con mi exsuegra dos veces por semana, es la mujer que mas me ha encoñado de todas la que he conocido, recordándome las similitudes con mi madre en cuanto a belleza y sus adicciones al sexo (Ya  conté en  un relato anterior las prácticas sexuales de mi madre).  Estoy enamorado  de Helena y cuando le digo de irnos a vivir juntos a otra ciudad, se me rie y me dice que ella  tiene la vida muy organizada y emocionalmente equilibrada.  Quiere a su marido, con el que tiene la hija y ademas le da seguridad y confort, razón por la que en su día se casó con él dejando a su novio Enrique, que fue quien la desvirgó y del que aun sigue enamorada.  Recuperó la relación con Enrique  despues de los años para convertirlo en su amante.  Yo soy solo un joven macho que le da sexo, algo para ella imprescindible, le hace rejuvenecer y le gusta  que los jóvenes la deseen y disfruten con ella.  Me aclara que ese es solo mi papel en esa relación y que si no estoy conforme le sobran jóvenes que le pueden ofrecer lo que yo le doy.  Como es de entender,  sigo con ella para poder disfrutar de la mejor hembra que he conocido. Los celos y sentimientos que me produce saber que la comparto con otros dos hombres,  me hace  follarla con mas pasión y  ella lo disfruta.

 

FIN.

Gracias por seguir leyendo mis relatos

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