El agua es vida
Les recuerdo que soy delgado, pero con buen cuerpo, sin mucho músculo, pero un poco marcado, tengo 24 años, y aunque no soy muy un poco bajito, tengo un buen culo con el que me… Leer más »El agua es vida
Les recuerdo que soy delgado, pero con buen cuerpo, sin mucho músculo, pero un poco marcado, tengo 24 años, y aunque no soy muy un poco bajito, tengo un buen culo con el que me… Leer más »El agua es vida
–¿Qué hacés boludo? ¿Te estás oliendo la pija? –Nada que ver –respondió Diego a la pregunta de su amigo, sin darse cuenta de la evidencia que lo delataba: la mano izquierda enterrada por completo en… Leer más »Secuelas de una pandemia (I): Olfato
Era una tarde algo extraña. Mi estado de ánimo hacía días que no era el más adecuado y además estaba algo cansado. Decidí irme a casa antes de lo habitual. Al llegar a casa lo… Leer más »El día que me entregué a mi amo (Parte 1)
Pablo estaba proponiendo masturbarnos uno al otro, al escuchar la propuesta, me quedé sin habla, mudo, quería decirle que aceptaba, pero no podía articular palabra por lo nervioso que estaba, afortunadamente Pablo interpretó mi silencio… Leer más »Seduciendo a mi roomie (Parte 2)
Me llamo Horacio Bustamante y soy, digamos, manager de talentos deportivos que es mi especialidad en la ciudad de Colombia. Soy venezolano de nacimiento pero hace algunos años, por la situación de mi país, me… Leer más »El empresario desvirginador de jóvenes atléticos
Como todas las mañanas me dirigía al trabajo. La rutina era siempre la misma. Siempre cogía la misma línea 3 del metro, en la misma parada, y me solía subir en el mismo vagón, a… Leer más »Acoso en el Metro
Viajo constantemente a mi apartamento en la ciudad. De pura casualidad iba saliendo de un campo, cuando veo en la parada de autobús a Antonio, el sobrino de uno de mis trabajadores. Antonio es un… Leer más »Aprendiendo del maestro
Resultaba inevitable responder a los besos del tierno y enorme muchacho, tan viril y deseable, tan auténtico en sus muestras de cariño, y a las caricias de sus grandes manos. Lamía con delicadeza mis labios… Leer más »43.3 ¿Placer, deber?
Me quedé en la puerta de la habitación sin poder moverme mientras veía a Álvaro entrando mirando a Jordi con expresión de sorpresa al verle en calzoncillos, igual que me había pasado a mí. Lo… Leer más »La fiesta de Jordi (2)
Fue en su casa, con él y el señor Enrique incluidos entre los diez cincuentones que habían sido conseguidos a pedido del señor Manuel por el señor Miguel Ángel, el señor Javier y el señor… Leer más »Las confesiones de Jorgito (6)