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Como me cogí a mi hermanastra (Partes 1 y 2)

Parte 1. 

Esto pasó en el 2012, yo tenía 21 años y ella 35.

Llegué a mi casa un sábado después de la semana de clases (estudiaba en otra ciudad), mi mamá me sirvió mi comida y en eso llega mi hermanastra, a partir de aquí la llamaremos Karina, (nombre cambiado). Me saluda, y saluda a mi mamá y su papá. Estamos platicando y de eso comenta que esa noche hay una fiesta en un poblado cercano, una amiga suya que vive ahí la invitó pero no tiene con quién ir; seguimos platicando y ya cuando se va quitar me pregunta si quiero acompañarla, le digo que sí, que iría con ella.

Karina mide 1.55 aproximadamente, delgada, cabello largo castaño, ojos cafés, hermosas piernas, ricas nalgas, pechos pequeños pero hermosos y bien proporcionados.

A eso de las 9 – 9:30 pm pasa por mi en su auto, pasamos a comprar unas cervezas y agarramos camino. Llegó vestida con unos tacones negros, un vestido corto, también negro con un escote muy pronunciado, sus tetas se veían deliciosas, dejaba ver su culo paradito y unas hermosas piernas.

Yo pase a manejar mientras ella tomaba su cerveza en el camino; llegando ahí vemos a su amiga en el parque, la saluda, me presenta como su pareja y me agarra la mano (a decir verdad eso me sorprendió).

Yo sólo tome 4 cervezas pero ella siguió bebiendo, me abrazaba y yo igual a ella, bailamos juntos y de un momento a otro nos comenzamos a besar, la acariciaba por la cintura, comencé a tocar sus nalgas y sentía como me besaba con más pasión. Cuando llegó la hora de quitarnos, nos subimos al auto, comencé a manejar y de repente pone su mano en mi pierna, comienza a querer bajar mi cremallera, lo logra y mete su mano, se me empieza a poner bien dura.

De repente Karina me pide que pare porque quería orinar, pare, se bajó, levanta su vestido, se quita su tanga, me la da y se pone de cuclillas para orinar, en ese momento yo la traía bien dura. Mientras orinaba olí su tanga, también de color negro y encaje, olía delicioso, olía a su coño mojado.

Nos subimos nuevamente al auto, inmediatamente pone su mano dentro de mi cremallera y yo meto la mía, comienzo a jugar su chocho bien mojado, le meto los dedos y suelta algunos gemidos, así estuvimos todo el camino hasta su casa.

Ya en su casa, metí el auto en lo que ella abría la puerta principal, luego me bajé y ya dentro de su casa comenzamos a besarnos, le bajé el vestido y comencé a besar sus ricas tetas, a meterle mis dedos en su chocho húmedo, me pide que la lleve a la cama de su cuarto, la cargo y llevo, la tiro a la cama e inmediatamente le quitó el vestido, la dejó totalmente desnuda; tiene un cuerpo espectacular, sus pezones parados y bien duros de color café, su chocho totalmente rasurado y humedecido esperando ser penetrado era espectacular, iba a comenzar a lamer su coño, pero me dice que espere, me quita la ropa, me dice que quiere montarme, me recuesto en la cama y monta mi verga como una loca, estaba retorciéndose de placer y yo igual, sus movimientos eran un deleite, me contenía para no acabar, le tocaba las tetas, le chupaba los pezones hasta que no pude más y acabé dentro de ella, dio un gemido espectacular, se me quedó viendo unos instantes y sonrió, me dijo “que rico eyaculaste, hace tiempo que nadie se venía dentro de mi, hermanito”.

Después de eso nos quedamos recostados unos minutos y nos metimos a bañar.

Parte 2.

De camino al baño noté como comenzó a chorrear un poco de mi semen por su pierna, me encantó ver eso, ella no se lo limpió, me dijo que le gustaba sentirlo. Mientras nos bañábamos nos besamos, le seguí jugando sus hermosas tetas y ella acariciaba mi verga, que ya estaba algo mas relajada después de eyacular; le pasé el jabón por su cuerpo y ella por el mío, le lavé su rico chocho.

Ella salió del baño, se secó, me dio una toalla limpia, en lo que yo me sacaba ella se puso perfume y se recostó en la cama, salí tras de ella y la vi recostada, de piernas abiertas, mi instinto fue ir directo a su coño y comenzar a lamerlo lentamente, besé sus piernas, sus pies, chupe y lamí los dedos de sus pies, recorrí todo su cuerpo con mis labios y lengua, de pies a la cabeza, dando énfasis en su coño y tetas deliciosas. Quería beber sus jugos y mojar mi cara en ellos.

Mi verga comenzó a ponerse dura, quería volver a penetrarla pero me dijo que espere un momento, tomó mi verga entre sus manos y comenzó a masturbarme, le dio unas cuentas lamidas y se la metió entera a su boca. El sexo oral que me hizo estuvo fuera de este mundo; mi verga estaba dura y mi glande estaba a punto de reventar, cuando ella vio que mi verga estaba a tope me dijo que se la meta toda “Házmelo con todo”, me dijo. La recosté de misionero comencé a metérsela, chuparle los pechos, besar sus labios y su cuello. Cambiamos de posición y ella se puso sobre de mi, me pidió que la nalguee primero suave y luego fuerte.

Sentía su coño caliente, húmedo, palpitante Junto con mi verga que estaba dura hasta no más, ella me gritaba que no se la vaya a sacar, que la quería siempre dentro. Volvimos a la posición de misionero, la abracé, le seguí dando unas buenas embestidas, sentí como ella estaba a punto de venirse, su panocha estaba húmeda y chorreante, en eso dio un grito de placer, un gemido de éxtasis, en ese momento ya no pude más y me vine, solté todo mi semen dentro de ella, mi chorro de semen lleno todo dentro de su coñito húmedo.

Me pidió que no se la saqué, nos giramos y ella quedó sobre de mi, nos abrazamos y nos quedamos así cerca de una hora, nos dormimos un rato.

Cuando despertamos mi semen ya había chorreado un poco, ya era como las 4 am; nos metimos nuevamente al baño y nos enjuagamos. Me vestí para irme a mi casa, ella solo se puso otra tanga y una blusa negra casi transparente.

Me dijo que vaya con cuidado, nos besamos nuevamente.

Le dije que ojalá y se repita, ella me respondió que le gustó mucho, que si, estaba de acuerdo en que repitamos.

Lamentablemente no lo volvimos a hacer; sin embargo cada que nos vemos todo normal, ya nunca volvimos a comentar el asunto.

Han pasado 9 años, yo ya tengo 30 y estoy casado; pero si se diera la oportunidad volvería a tener sexo con ella porque lo disfrutamos mucho ambos y fue una de las mejores noches de sexo sin compromiso que he tenido.

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