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Con mi secretaria Laura

Hace 4 años emprendí un negocio propio, después de mucho sacrificio y trabajo duro, pude hacerme de mi negocio propio. Al principio manejaba todo yo solo, conforme pasaron los meses el trabajo aumentó y ya no me daba abasto. Decidí con consejo de unos amigos contratar una secretaria y otros empleados para aligerar un poco la carga.

Comencé a entrevistar a varias prospectos y decidí por una vieja amiga de mi madre que había sido secretaria toda su vida. Estuvo solo un mes ya que por problemas de salud tuvo que retirarse. Así que seguí entrevistando, hasta que un día llegó una joven de 19 años. Yo en ese tiempo tenía 29 años, soy alto, algo robusto, pero no gordo y con barba abultada. Laura (como la llamaremos) es algo chaparrita, alrededor de 1.65 increíblemente guapa y con un gran culo redondo y firme, increíbles piernas y un par de tetas espectaculares.

Ella llegó a la entrevista con una falda de tubo muy sexy, tacones negros y una blusa escotada. La chica no tenía experiencia, pero al ver ese escultural cuerpo la verdad no la pensé y le di el empleo. Ella me explicó que nunca había tenido necesidad de un empleo ya que su familia siempre había estado bien en lo económico. Pero su padre había perdido su empleo y no lograba conseguir nuevo y el sueldo de su madre no alcanzaba para pagar su escuela y además proveer para la familia. Ella sonrió y se rio cuando le dije que el empleo era suyo. Las primeras semanas fueron de enseñarla, pero es lista y todo lo aprendía con rapidez. Yo la verdad me deleitaba al verla llegar y ver ese hermoso culo pasearse por la oficina, ver esos escotes y escuchar su voz que siempre se me hizo sexy.

Paso un año y ese día un amigo de la infancia cumplía años y por trabajo se iba a festejar a la hora de comida en un restaurante. Acudí y fueron solo un par de horas pero hubo alcohol, regrese a la oficina ya un poco feliz, me metí a la oficina y estaba ordenando unos papeles cuando Laura tocó la puerta, le dije que pasara y entro.

Ella en ese momento llevaba un pantalón de vestir y una blusa blanca que se transparentaba un poco dejando ver la silueta de sus pechos perfectos. Le dije ¿qué pasa?, ella apenada me dijo que si le podía hacer un favor, que si le podía adelantar su próximo pago, ya que había tenido varios gastos imprevistos y necesitaba pagar su mensualidad en la universidad. Yo la pensé y dije “claro, no hay problema” pero debido a los efectos del alcohol solté un “¿con qué vas a pagar?”. Yo tarde unos segundos en darme cuenta de lo que había dicho y de que lo había dicho en voz alta y levante la mirada y la vi sonrojada y me dijo “¿con qué? ¿Con qué se paga, sin pagar?” Mientras mordía su labio y ponía su mano en su cintura.

Ella tomo la iniciativa y me dijo si me prestas el dinero, nos la podemos pasar muy bien. Me levante y me puse enfrente de ella, la tomé de la cintura y junte nuestros cuerpos y sin contenerme la besé. Ella me contestó el beso y mordía mis labios. Yo empecé a apretar esas nalgas que me volvían loco y la levante y ella puso sus piernas alrededor de mi cuerpo mientras nos besábamos. La baje y fui y cerré la puerta y volví y ella se puso de rodillas y saco mi pene del pantalón y comenzó a darme un oral de infarto. Ella estaba poseída y trataba de meter todo mi pene en su boca (no es grande, me mide 17 cm, pero es bastante grueso) y con su lengua masajeaba mi glande de una manera experta. Yo estaba cerca de acabar y ella se dio cuenta y se detuvo, se levantó y al oído me dijo “no papi, tu leche va adentro de mí, no en mi boca”. Tomó mi mano y nos dirigimos al escritorio, ella aparto las cosas y se recostó y me dijo “métela, pero hazlo despacio”.

Después de semejantes palabras, no me pude contener y no busqué condón, ni fui despacio. Me deje ir e introduje mi miembro en su estrecha vagina y comencé como una bestia a bombear, ella gemía y con su boca cubría su boca para que no se escucharan. La verdad no podía aguantar más, después de un oral increíble y esas palabras yo ya quiera depositar mi semen dentro de ella… pero recapacite y le dije “ya me vengo” trate de salirme, pero ella con sus piernas me empujo más y no aguante y me descargue como nunca en su interior.

Ella me abrazo y me comenzó a besar. Fue un orgasmo increíble, mi vista se nublo y ella seguía dándome unos tiernos besos en el cuello. Nos vestimos, los dos en silencio. Ella me pidió el dinero y salió de la oficina. Pasaron unos días donde fue un poco incómodo, solo nos dirigíamos la palabra para cosas del trabajo. Hasta que un día entró y me dijo que si ya había quedado pagada la deuda. Yo entendí perfectamente a donde iba y lo volvimos a hacer, nuestra relación fue creciendo día a día después de eso.

Un día llegó con la sorpresa de que estaba embarazada y pues nos terminamos casando. Ahora tengo un hermoso niño de 1 año y ella es mi esposa. Ya después les contare más aventuras con ella.

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