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Reencuentro con un viejo amigo

Los contextualizo antes de iniciar el relato, somos de Colombia,  vivimos en una ciudad situada al sur del país, somos profesionales, yo soy 8 años mayor que mi pareja, tenemos 11 años de relación, me pase un mes cortejando a mi señora, por lo que le pedí la mayor sinceridad posible en nuestra relación, ya yo había tenido relaciones tormentosas y ya estaba por los 29 años y quería tener una estabilidad en lo emocional, ella a pesar de sus escasos 23 años era muy madura y centrada, de pocas relaciones serias, más buen aventurera, de una generación más liberal por toda la ola del Internet y las redes sociales, en cuanto inicie a frecuentarla me dejo muy en claro que no quería tener problemas, que con mucho gusto me recibiría en su casa, pero que si solo quería algo pasajero se lo hiciera saber, así comenzó nuestro idilio, con la sinceridad, la confianza y sin tapujos por delante.

Yo laboraba para ese tiempo en un municipio retirado a 2 horas de la ciudad, por lo que podía regresar solo los fines de semana a visitar a mi querida, en semana teníamos contacto telefónico, por MSN o el chat del Facebook, no teníamos nada, pero hablábamos mucho, de nuestros días, de nuestros gustos, en ocasiones las conversaciones se tornaban picantes, lo que me daba a entender que ella era muy caliente, me confesó que había compartido fotos desnuda a varios amigos suyos, también que había tenido muchas parejas sexuales y que le gustaba hacer de todo, que no tenía problema en experimentar.

Pasado un mes de visitarla cada mes decidí dar el paso y declarármele, ella acepto y pude comprobar todo lo ardiente que es, para su edad era muy pero muy experta, la verdad me sorprendió, por lo que ese día le hice no una pregunta sino una afirmación “este mes no estuviste sin acción” y en sus labios se formó una sonrisa picarona y sus ojos cambiaron el brillo, así entonces me confesó que a los pocos días de que nos conociéramos ya tenía planeado atender a un viejo amante, que por cosas de trabajo visitaría nuestra ciudad por 3 días, y era uno de los tantos a quienes le había compartido contenidos sexuales, su amigo se hospedó en un hotel céntrico de la ciudad, a donde ella lo visito, él le había pedido cumplir ciertas fantasías y ella aceptó encantada.

Mi esposa es de 1,60 cm de alta, cabello negro, labios carnosos, ojos grandes, tiene unos pechos enormes (ideales para hacer las rusas), un buen trasero y unas piernas muy bonitas, con su amante hacia 3 años no se veían, habían hecho el amor 2 veces dijo ella, pero nada del otro mundo por premura de tiempo, además de que ella tenía pareja y se le hacía difícil escaparse, se habían contactado por Facebook y así planearon todo.

Así me conto su aventura mi amada esposa: “Él llegó el lunes en la mañana directo a trabajar, quedamos de vernos a la 1 pm y almorzar juntos en el hotel, almorzamos, hablamos de la familia, los amigos y de otras cosas, subimos a la habitación, en el camino nos besamos, entramos a la habitación y los besos se hicieron más ardientes, el me empezó a tocar, me quito la blusa y el sostén, me beso los senos un buen rato y me tocaba la vagina por encima del pantalón, luego me quito el pantalón y las tangas y me hizo un oral delicioso, me vine y él se paró, se quitó la camisa, abrió el cierre del pantalón y me hizo arrodillar para que se lo chupara, así juiciosa lo hice por unos 5 minutos, me paso el condón se lo coloque y él se acostó en la cama y yo me subí, no aguante ni 10 minutos y me volví a venir, él me puso en cuatro y me penetro duro, con una mano me tocaba el clítoris y con la otra metía su dedo gordo en mi culito, me tenía súper caliente, me lo saco de la vagina y lo metió en mi ano, me dolió un poco pero al minuto ya estaba otra vez gimiendo de placer me lo metía y sacaba rápido, y no quitaba su mano de mi clítoris por lo que de nuevo me vine, me lo saco, se quitó el condón y me pidió que le hiciera una rusa, esa era una de las fantasías, acabar en mis tetas y en mi cara, y así fue no duró ni 2 minutos y se vino.

Nos acostamos en la cama, hablamos un poco y me puso su pene en la mano, se volvió a poner duro, se colocó el condón y se subió en posición de misionero, luego me puso en el borde de la cama con mis piernas en su cuello y me hizo duro y profundo, me hizo venir mucho, me pidió que me dejara hacer por el culo sin condón, acepté y me puse boca abajo en la cama y el me penetro con mucha fuerza, preguntando si me gustaba o si quería más duro, se vino dentro de mi ano.

Entre al baño me lave, me recosté en la cama y él se sentó en un silla a verme y a decirme que me veía mejor en persona que en las fotos que le había enviado desnuda, que tenía las tetas más grandes que hacía 3 años.

Me pidió que fuera a la silla y me puso a chupar, le puse el condón y me subí, lo cabalgue hasta que nos vinimos, me chupo los senos y me pidió que le limpiara el pene con mi boca.

Me duche, ya eran las 6:30 pm, tenía que estar en casa a las 7 pm, me pidió que al otro día fuera vestida con una minifalda, me despedí y le dije que así lo haría.

El encuentro del segundo día fue a las 7 am, él tenía que trabajar a las 2 pm, me fui vestida en minifalda, tacones y una blusa con un escote, me veía muy puta vestida así, llegué al hotel lo espere a que desayunara, cuando estábamos sentados me pidió que me quitara el panty y se lo pasara, obedecí, luego me pidió que abriera las piernas y le mostrará la vagina, había mucha gente, pero lo hice, me dijo quiero ver como te tocas y me toque por unos 5 minutos, subimos a la habitación antes de entrar me pidió que al entrar me quitara la blusa y el sostén y me quedara solo en la minifalda y los tacones, entramos y en la puerta me desvestí, me hizo voltear me subió la minifalda, me agachó y me empezó a chupar la cuca desde atrás, se sentía genial, me llevó a la cama y me dijo que quería cumplir otra fantasía, lo mire y sacó el porta cepillo de dientes, quería penetrarme la panocha con su pena y meterme el porta cepillo por atrás, se sentó en la cama, me hizo subir y cumplió su fantasía, me penetro por delante y por detrás a las vez, lubrica muy bien el porta cepillo y me entró fácil, nos vinimos juntos.

Bajo a la recepción por unos documentos y cuando volvió, me pidió hacer el 69, así pasamos 10 minutos, me pidió hacerme de lado y saco 2 condones se puso uno él y el otro se lo puso al control remoto del televisor, me penetro con su venga por el culo y me metió el control remoto por la vagina, me hizo gritar, pero me gustó, me vine 2 veces y él se vino en mi boca, me hizo tragar el semen, ya se había hecho tarde eran cerca de las 12 y tenía trabajo, me duche y quedamos de vernos al otro día igual 7 am.

El día miércoles me fui vestida muy sport, jeans, camiseta y tenis, desayunamos, nos besamos como una pareja normal, subimos a la habitación, él se desnudó y me puso a mamar, me dijo que quería que lo hiciera venir y me tomara el semen, así lo hice, lo masturbe y se la chupe hasta que se vino, me tomé toda su leche, me desnudo, me hizo un oral metiendo sus dedos en mi vagina, me hizo venir delicioso, me contó que la gente del hotel le había dicho que yo tenía pinta de prepago y que gemía muy rico, me dio vergüenza pero también morbo, me pidió que nos ducháramos, en el baño me enjabono mi ano y su pene y me lo metió, me decía que yo estaba muy rica, que lo hacía mejor que las putas, que gemía como una perra, y me penetraba con mucha fuerza, se me salían los gemidos de dolor y de gusto, me lo saco y se vino de nuevo en mis tetas y mi cara, salimos a la cama, dormimos un poco y el de nuevo me empezó a hacer un oral, me puso caliente y me pidió que lo dejara meterlo sin condón en mi vagina, le dije que si y así cumplió la última fantasía, me penetro en varias poses, me hizo venir 2 veces, antes de eyacular dentro.

Pase 3 días geniales, no podía incumplir a mi amigo, ni esperar 1 mes para tener sexo”

Así iniciaron las confesiones de mi esposa de sus aventuras antes de que iniciáramos nuestra relación, espero haya sido de su agrado, nos vemos pronto para otra aventura.

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