Saltar al contenido

De camarógrafo a actor

Después de mucho insistir en que cumpliéramos alguna fantasía, decidiste que para mi cumpleaños realizaríamos una, llegamos a un acuerdo que sería la de que un tercero nos grabara teniendo sexo, y digo sexo porque el “amor” es algo intimo para solo nosotros, ya que la intención principal sería la de ser actores porno por una noche, por lo que iniciamos la búsqueda del candidato adecuado para realizar nuestra locura, después de una larga búsqueda nos quedamos con el que más confianza nos generó, contaba con experiencia en estos temas, discreto y vivía solo, por lo que podíamos usar su casa como estudio.

Llegó el día, luego de haber comido liviano y haber bebido lo suficiente para estar muy alegres, me pediste que antes de ir a la casa de nuestro cómplice fuéramos a bailar a una disco, que si aceptaba sería bien recompensado más tarde, obviamente acepté no podía negarme a nada que me pidieras.

Ya en la disco lo primero fue ir a la pista de baile, unos cuantos temas bailados y nos acercamos a la barra a pedir algo de beber, mientras preparaban los tragos, me ausente para ir al baño, debido a la fila me demoré más de lo esperado, una vez regresó donde estábamos no te encuentro sentada, te busco y te veo bailando muy animada con un joven desconocido, no puedo evitar ponerme celoso así como tampoco puedo evitar tener una erección ya que bailabas muy sensual, evito ponerme de pie para no dejar en evidencia lo que sucede entre mis piernas, después de un par temas observando cómo te dejas seducir y coquetear con él, te acercas a mí y él se aleja al baño, te bebes casi por completo el trago por la sed que te genero el baile, acto seguido me besas fogosamente y llevas una mano a mi bulto notando lo duro que estaba y me susurras al oído:

-estoy muy mojada, el guachito rico me dejo muy caliente.

Tu comentario lejos de molestarme me provoca una satisfacción por que quiere decir que estas disfrutando nuestra escapada de locuras, pido el Uber y nos dirigimos a destino, durante el trayecto no haces más que calentarme diciendo lo mucho que te había gustado la sensación de provocar a alguien más, nos encontrábamos muy desinhibidos, una vez llegamos nos recibe nuestro camarógrafo quien nos invita a pasar, nos prepara algo de beber mientras nos ponemos cómodos en el living, el tipo es muy ameno para conversar, nos indica que podemos utilizar cualquier espacio de la casa, que nos sintamos a gusto, etc., termina agregando.

-si gustan podemos empezar por una sesión de fotos.

La idea nos agradó a ambos, con la calentura que traíamos no nos costó vencer los nervios, por lo que optamos por empezar a sacarnos la ropa mutuamente de forma sensual, cuando quedaste en la sexy lencería comprada para la ocasión, recibiste elogios por parte mía y del fotógrafo entonces decidiste quedarte así por el momento, al hacer esta pequeña pausa nos damos cuenta que nuestro cómplice al igual que yo mantiene una fuerte erección por debajo del buzo, te arrodillas ante mí y me comienzas a besar el ombligo bajando hasta llevar mi pene a tu boca y comienzas a hacerme un oral, luego mirando al cómplice le dices.

-si quieres liberar eso que te está molestando debajo de tus pantalones.

Lógicamente no se negó, y dejó ver a ante nuestra atenta mirada lo que cargaba entre las piernas, el cual nos dejó sorprendidos por el tamaño, me volviste a mirar de forma picarona y te volviste a devorar mi pene esta vez con los ojos cerrados, ocasión que aproveché para hacerle señas al camarógrafo para que se acerque a grabar más de cerca justo al lado mío, la comparación de tamaños era impresionante mucha más larga y gruesa que la mía, tomé tu mano y la llevó hacia el pene del camarógrafo, no dudas en rodearlo con tu mano al sentir el tacto con él, el semblante de tu rostro se vuelve más lujurioso, abres los ojos mirándome de forma desafiante.

-amorcito estás seguro de lo que me estas ofreciendo, con lo caliente que estoy no me conformare con solo tenerla en mi mano.

Sin apartar tus ojos de los míos comenzaste a hacerle un oral a él sin dejar de masturbarme a mí, la escena fue demasiado y acabe rápidamente, con una pícara sonrisa te pones de pie y le pides unas cuerdas a nuestro cómplice, te acercas a mí y me das un apasionado beso y me dices.

-a ver si se con esto se te quita las ganas de que otro me coja, vas a tener que escoger entre grabar o pajearte.

Quede atónito pero no opuse resistencia, una silla frente al sillón donde él se encontraba sentado esperándote me amarras las 2 piernas y el brazo izquierdo a la silla, me ordenas que tome la cámara con la mano libre y a el que ponga música sensual y que te espere desnudo en el sillón, tu cambio de actitud empoderada y dominante me tiene embobado, ya no tengo control de nada pero tampoco quiero detenerte, me intriga y excita saber hasta dónde llegarás, presionas el botón de grabar de la cámara y te comienzas a mover de forma muy sensual al ritmo de la música, él se limitaba solo a observarte con la verga tiesa de la excitación que le provocabas, dándole la espalda y sin aparte la mirada a la cámara te agachaste sin doblar las rodillas para quitarte el calzón ofreciéndole una vista de tus partes íntimas que hasta el momento solo yo había visto y disfrutado, te diste media vuelta y pusiste las rodilla a cada lado de el por lo que tu vagina quedo muy cerca de su pene, el no resistió más la tentación de tenerla encima así que te quito el sostén y comenzó a devorarte la tetas, tus primeros jadeos se comenzaron a escuchar, tomaste su pene y lo comenzaste a frotar en tus labios los cuales nunca había visto tan húmedos, no había marcha atrás te lo ibas a follar delante de mí y no tenía nada que recriminar después, yo te había puesto en esta situación, por algo busque alguien que fuera limpio con exámenes de ets negativo por si te animabas a interactuar con él, comenzaste a bajar y subir sus caderas, cada vez te introducías más dentro de ti, estabas tan mojada que no había necesidad de lubricar nada a pesar del tamaño, cuando llevabas la mitad adentro dejaste caer tu cuerpo encima, su enorme verga desapareció dentro de ti, llegando a lugares donde mi pene nunca había explorado, te movías despacio sobre el para acostumbrarte al nuevo invasor, nunca te había oído gemir de esa manera, desinhibida totalmente aumentaste el ritmo hasta explotar en un delicioso orgasmo, te recostaste sobre él un momento recuperando el aliento, fue solo un instante, tus caderas nuevamente comenzaron a moverse, buscando más placer fue aquí donde él tomó la iniciativa y sin sacarlo te tomo en brazos y se acomodaron en el sillón quedando el sobre ti, ahora él llevaba el ritmo, primero lento, aumentando de a poco la intensidad de la embestidas hasta llegar a un ritmo frenético te daba fuerte y duro, entre gemidos le decías lo rico que lo hacía, hasta que volviste a explotar en otro orgasmo más intenso que el anterior, no daba crédito a lo que veía, por suerte resiste las ganas de tocarme y grabe todo, cuando terminaron le dijiste algo al oído y se fue a la habitación, te acercaste a mí diciendo.

-cielo eso estuvo increíble, pero aun quiero más, después que te desates nos alcanzas.

Antes que pudiera desatarme ya se escuchaban tus gemidos desde la pieza…

Deja un comentario