Saltar al contenido

No te olvides nunca el celular

Estaba con mi amigo Tomás, tomando un café y charlando un poco sobre trabajo y estudio. Una charla como tantas dónde compartíamos nuestras vivencias.

Antes de retirarnos del lugar, opté por ir al baño y justo en ese instante sonó mí celular, me volví y vi que era Marcos, otro amigo de la facultad. “Ah después lo llamo” le dije a Tomás y me fui.

Al regreso, “¿nos vamos?” le dije, como era habitual con nuestros encuentros. Y Tomás algo poco común en él, me dijo: “vamos a tomar otro café a tu casa?” La verdad que ese planteo me sorprendió y me llamó mucho la atención porque nunca me había planteado algo así.

Y como tenía margen de tiempo, sin ningún tipo de problemas le dije que si.

Nos fuimos cada uno en su auto, llegamos a casa, estacionamos y nos fuimos a mí departamento. Una vez adentro, Tomás se fue al living y se puso cómodo en el sillón. Ya traigo los cafés le dije, no no esperá, vení quiero decirte algo. Yo con mi normal pachorra me volví y me senté.

La sorpresa fue tan grande que jamás hubiese imaginado la actitud de Tomás.

(A más de uno quizá le habrá pasado).

Se me abalanzó y de una manera tan rápida me dio un beso en los labios. Mí reacción fue rápida, detrás del beso salté hacía atrás y sorprendido por el hecho le dije: “que hacés Tomás estás loco?”. Perdoname Joaquín no sé lo que me pasó!

Tomás es un amigo de muchos años, donde hemos compartido muchos momentos lindos y agradables y malos también por supuesto. Pero más allá de todo en algún momento insinuamos algún coqueteo muchos años atrás, pero no pasó a mayores. Me dice Tomás:

“Te gustan los hombres?”. No salía del asombro ante semejante pregunta. Porqué me preguntás eso? le dije. No te enojes Joaquín pero tengo que confesarte que mientras te esperaba en el bar a qué volvieras del baño, miré tu teléfono y sin querer miré unas fotos tuyas.

Me levanté y me fui para el dormitorio como asustado y con bronca…

Al rato, volví al living cómo me había visto Tomás en las fotos. Me había puesto un conjunto de lencería rojo precioso con medias y portaligas. Que le iba a ocultar? había visto las últimas fotos que me había sacado en distintas poses (cosa que me encanta), y avancé sobre él. Me senté sobre sus faldas, lo miré fijo y le dije: “”COGEME… soy tu putita!!”.

Empezamos a besarnos con mucha pasión, nuestras lenguas no paraban de moverse, estábamos totalmente excitados, hacía tiempo que no me sentía así!!.

A esta altura ya sentía su verga dura tocando mi cola, creo que él no daba más tampoco… me levanté y él se bajó la bragueta, sacó cómo pudo su verga y me volví a sentar arriba de él. Nos dimos unos besos más, me incorporé, corrí la tanga de mí cola, se la mojé con saliva y busqué metérmela. Cosa que sucedió muy rápido y prontamente la tenía toda adentro. La felicidad duró muy poco. Tomás acabó enseguida y como!!… y yo sin querer me quise masturbar y terminé acabando también.

Salté y me fui rápido al baño, me saqué todo, me lavé, cambié y volví con Tomás. Luego de sentarme, él guardó sus pertenencias y volvimos a besarnos. Qué loco todo!!!

Creo que sentíamos un amor mutuo que por un hecho fortuito, descubrimos un amor que estaba oculto. Nos gustamos, nos queremos, nos llevamos muy bien…

La culpa de todo en definitiva fue mía, por haber dejado el celular sobre la mesa y que otros miren lo que no deben…!!

Deja un comentario