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Probando por primera vez la leche de mi suegro

¿Recuerdan que les conté que una de las cosas que me dijo mi novio después de nuestro último encuentro fue que la próxima vez me daría toda su leche dentro de mi boca?, pues ese encuentro acaba de suceder. Les escribo desde mi casa, me acaban de coger y de dar lechita. Estoy desnuda, sola y todavía muy cachonda.

La idea estuvo todo en tiempo en mi cabeza desde aquella vez, tanto que incluso anoche soñé que pasaba.

Primero les platicaré el sueño: Antes de cogerme, él me desvestía y de la nada yo tenía unas enormes y hermosas tetas que me hacían lucir muy femenina. Él las acariciaba, las chupaba y jugaba con ellas, y a pesar de no saber de dónde habían salido, yo disfrutaba de hacer feliz a mi hombre. Me ponía a chupárselo en cuclillas frente a él, y yo ponía su pene en medio de mis tetas para poder chupar sólo la punta. Él se venía parte en mi boca y parte en mis tetas. Ese sueño hizo que me despertara a reventar de duro y con la necesidad de acariciarme hasta hacerme venir para poder volver a dormir.

Hoy por la mañana amanecí con las hormonas vueltas locas y unas ganas de verga que no podía esperar para encontrarme con mi novio-suegro. El día se me hizo eterno y al llegar a casa corrí al clóset para ponerme la tanga más pequeña que encontré, una de esas que no dejan nada a la imaginación y le envié una foto diciéndole que estaba ansiosa por sentirlo dentro de mí. Él me escribió que estaba en camino a mi casa, con la verga bien dura y con ganas de hacerme gemir de placer, y así pasó. Unas horas más tarde estaba tocando a mi puerta. Lo recibí con una bata y unos tacones y en cuanto cerró me arrojé con todo a desvestirlo y besarlo como una loca.

Ya es común que comencemos así; primero nos besamos, lo voy calentando mientras me bajo y le doy unas lamidas a su pene antes de metérmelo por completo en la boca y empezar a mamarlo como si fuera un biberón. Mientras lo hago él agarra mis nalgas y las separa para acariciarme despacito el ano, luego le escupe y mete su dedo despacio pero profundo. Le pregunté si quería terminar de una vez y me dijo que no, que estaba ahí para metérmela en el culo. Me puso de espaldas a él y me la dejó ir hasta el fondo.

Siempre que me está cogiendo, me excita mucho la idea de pensar en lo que estamos haciendo: que él está engañando a su esposa y yo a mi novia que es también su hija. Que le he dado mejor sexo que su esposa en muchos años y que poco a poco somos más cercanos e íntimos. Siempre que tengo su verga dentro me gusta portarme muy sumisa y obediente. Me gusta sentirme sometida y que él me diga todo lo quiere que le haga o dejarle hacer lo quiera con mi cuerpo. Me siento suya. Me pidió que me volteara boca arriba y viéndolo a la cara le platiqué a detalle mi sueño; lo de mis tetas enormes y cómo él las disfrutaba y se las comía y él me pidió que no dejara de contarle hasta casi a punto de terminar. Entonces me la sacó y por su expresión pude deducir que no le faltaba mucho, entonces lo acosté y en menos de tres mamadas de mis labios, sentí una explosión caliente dentro de mi boca. Me atragantó de semen y en ese momento no supe qué hacer, si escupirlo o tragarlo, entonces saqué su pene de mi boca y jugué un poco con su leche en mi lengua antes de tragarlo.

“Qué rica lechita, mi amor” le dije, y después le di un par de chupadas más a su verga antes que se pusiera completamente blanda. Él me preguntó si me había gustado y le respondí que sí, que me enloquecía que terminara en donde él quisiera hacerlo, ya sea en mi boca, en mi cuerpo o dentro de mí.

Después de eso, se duchó y acaba de partir a su casa…

Es extraño el rumbo que toman las cosas. Hace unos meses no pensé que volvería a sacar del clóset a mi versión femenina y sumisa, para tener sexo frecuente con un hombre maduro, quien además es padre de una mujer con la que tengo una relación, y menos que ese hombre me hiciera sentir tantas cosas que siento en este momento.

Así concluyo este relato por hoy. Espero que lo hayan disfrutado y les contaré el siguiente, porque es seguro que seguiremos cogiendo en secreto.

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