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MI DON (02)

Elisabeth –  Corroborando la teoría.

 

Lo de Raquel me dejó roto, había tenido mi 1º situación sexual con una mujer, y la ruptura,  en menos de 1 hora. El hecho de que ella decidiera no repetir, o continuar, conmigo, me tenia perdido. Siempre me creí un buen tío, y según parece ahora era atractivo para las mujeres, o eso me dijo ella, quizá para zafarse de mi. Con la vuelta a mi casa y mi rutina, los días fueron pasando y poco a poco fue disminuyendo mi rabia por lo injusto que me pareció aquello, y empecé a darle vueltas a sus palabras. “Tranquilo, eres joven y  no sabes lo que quieres, créeme, como te digo, soy mujer y esta te va a traer muchas alegrías, solo tienes que……..dejarla notar………mira como yo caí como una boba, solo al verla”.

Aquellas palabras empezaron a taladrarme el cerebro, ¿Era tan fácil? ¿Bastaba con salir a la calle con el rabo al aire y las mujeres caerían a mis pies? Esa idea, que empezó pareciéndome absurda, fue cogiendo forma en mi mente. Mientras me recuperaba en mi casa, ideaba formas sutiles, o no tan sutiles, de hacer que las mujeres vieran, notaran o intuyeran el tamaño de mi herramienta, y que fuera ella la que actuara por mi, al fin y al cabo, una mujer con novio y de lo más profesional, solo con verme la polla en un descuido me había ofrecido una mamada de campeonato.

La verdad es que de imaginación iba sobrado para recrear en mi mente situaciones propicias, pero entonces, viendo una serie, no recuerdo muy bien cual, me recordó un momento que pasé con Raquel, la incomodidad, la inexperiencia que tenia, si, la tenia enorme, pero era un novato sexual. La deducción era simple, Raquel me abrió los ojos, pero tenia que ser yo quien aprendiera a moverme y desenvolverme con las mujeres antes, durante y después, si quería mantener varias relaciones con una misma mujer. Lo que pasó en el hospital no podía volverme a pasar, no era un trozo de carne solamente. Así que la solución era encontrar a una mujer con experiencia que  me enseñara a moverme en el sexo, a tratar con las mujeres y  a usar mi miembro.

Mi aspecto físico actual era un paradigma del cambio, 1.87 de altura, unos 84 kilos, espaldas enormes y con algo de carne flácida, había perdido mucho peso en poco tiempo. Tardé algunas semanas en recuperarme del todo y que no hubiera secuelas físicas para poder reincorporarme al instituto. En casa las cosas iban bien, más después de un trance así. Volví al colegio con bastante atraso, el curso ya había comenzado, me costó bastante adaptarme. A esas alturas había perdido casi 40 kilos de peso y un reluciente nuevo rabo de 25 cm de largo y 7 de ancho. Toda la ropa me quedaba enorme y holgada, algo que me ayudó a disimular mi pene, el problema principal es que ahora no me entraba en los calzoncillos, pese a estar casi todos dados de si por mi aspecto anterior, no había manera de meter aquello en unos calzoncillos, así que me compré unos bóxer de tela, casi como pantalones cortos, pero  fue peor situación, eso no sujetaba nada y me colgaba como el péndulo de un campanario, haciendo obvio cada movimiento al andar. Terminé con unos bóxer de licra tipo slip,  que se ajustaban mucho mejor a la piel y mantenían a mi nuevo amigo bien colocado.

La situación en el colegio no podía ser mas hipócrita, (Esto ya es reflexión personal), todo el mundo, que durante años me había insultado, obviado o degradado por mi aspecto, empezaron a acercarse a mi, diciéndome lo bien que estaba y lo bien que había superado el trance,  me convertí en una figura mediática de superación, algo absurdo, yo solo había sido operado, no había hecho nada especial. Ciertos grupos de los chicos populares empezaron a invitarme a fiestas, ya les conocía, habíamos crecido juntos, pero no era de su círculo de confianza. Las mujeres que siempre me habían tenido como “amigo” empezaron a acercarse a mí más de lo que a un amigo debe permitirse. Me pareció  falso y populista, que solo por un cambio físico pasara de ser el gordo gracioso a una figura de renombre en el instituto.

Aparte de aquello, mi fijación era encontrar una mujer experimentada, yo ya no veía mujeres, si no posibles objetivos, ¿La profesora de ingles? buen aspecto físico con 30 años, pero si salía mal podía saltarme en la cara. ¿La señora de la limpieza de casa? era demasiado mayor y me conocía  bien de años en mi casa, además de una posible denuncia por acoso. Incluso me planteé volver al hospital y pedírselo a Raquel, pero aquella no era una opción.

En una da tantas clases, nos tocó hacer un ejercicio de apoyo en grupo o alguna mierda así, y lo que pasó es que mi empeine magullado se resintió. Me mandaron unas sesiones con un fisioterapeuta. Por motivos escolares solo podía ir por la tarde, así que al final logramos encontrar a una mujer, Elisabeth, Eli, tenia 36 años y llevaba casi 13 como entrenadora personal y fisioterapeuta. La 1º vez que fui a su gym nada más verla sabia que era ella, un espectáculo de mujer, de 1,67 de altura, y no llegaría a los 66 kilos, morena, pelo largo y con coleta, debido a su profesión vestía con una chaqueta de chándal y unos pantalones elásticos ajustados. Nos presentaron y pude notar firmeza en su mirada, se asombró de lo grande que era y me comentó que era normal que me hubiera resentido, le habían comentado que no había parado desde la operación. Mientras me explicaba los ejercicios que tenia pensados para mi, yo no paraba de mirarla a los ojos, algo que siempre me gusta al hablar con las mujeres, tenia unos ojos color miel que con la luz fuerte del gym le quedaban preciosos, tenia la cara curtida por los años, una  forma de sentarse y cruzar las piernas que denotaba una buena forma física. Casi no atendía a sus palabras.

-ELI: la verdad es que no puedo empezar con nada muy fuerte, hay que fortalecer la zona primero así que vamos a iniciar una clase para gente algo mayor, de mantenimiento, para que nos veas movernos y así cuando empieces sepas como va a funcionar.

-YO: me parece bien, aunque yo creo que se está exagerando, solo me molesta al girar el tobillo.

-ELI: eso es que no se ha recuperado del todo la zona y tienes que hacer ejercicios leves para que los músculos carguen más peso y liberen al hueso. Vamos a empezar la clase, ya es hora, tú quédate aquí y fíjate bien en los gestos y mis indicaciones para que mañana estés  preparado.

Aquello me encantó, me dio barra libre para admirarla, ella empezó con ejercicios clásicos de calentamiento, y poco a poco fue subiendo el ritmo. La mayoría de gente de la clase eran abuelos o gente que estaba a punto de serlo, pero la verdad es que la seguían el ritmo, los movimientos empezaron a ser  contundentes, y no podía parar de mirar las piernas de mi instructora, no se si llevaría ropa interior, o no, pero no se notaba nada, el pantalón elastico era como una segunda piel y en los giros empezó a enseñar el culo más de lo habitual, enseguida todos los hombres de la sala se quedaron perplejos, muchos perdían el paso con tal de no perder de vista su trasero. En algunos ejercicios Eli se agachaba con repeticiones hacia sus pies sin doblar las rodillas, primero una pierna, luego la otra y luego al centro, giro y repetición, cuando le tocó de espaldas a mi por poco estallo, no solo se le marcaba el culo si no que al agacharse  la zona más baja se le marcaba directamente la vulva, allí noté que llevaría tanga por lo menos, no se le notaba los labios mayores, si no el bulto abombado de la tela intima.

Entendí por que había más hombres que mujeres en la clase, era un espectáculo, y tanto elevó el ritmo que alguno se tuvo que apear del ejercicio y sentarse, cansados o queriendo disimular erecciones, los entendía perfectamente, a mi me estaba calentando mucho. Lo mejor llegó a la media hora cuando debido al ejercicio empezó a sudar y se quitó la chaqueta del chándal, aquella prenda no me había dejado ver sus pechos hasta ahora y lo que vi me dejó como una piedra, no solo es que tuviera unos pechos de considerable tamaño, de una 95 para arriba, es que estaban perfectamente colocados gracias al top, y cuando digo top, no me refiero a una prenda que se le ajustaba, era más un sujetador deportivo, no le llegaba ni al ombligo, bien formado de gimnasio, sin mangas y con un pronunciado escote. Le ponía las tetas a una altura y colocación perfectas, casi esculpidas, y con la consecución de los movimientos, las partes visibles de sus pechos no dejaba de temblar, vibrar y votar ante mis ojos.

Yo, ya fuera de mi, me tuve que medio cruzar de piernas y colocármela ya totalmente erecta para evitar su evidencia, algunos ejercicios que la veía hacer ya no eran simplemente por moverse, era obscenos, de striper de barra en un bar, arqueamientos de espalda, movimientos de cintura, incluso hubo uno en que consistía en tocarse con los codos en el ombligo, algo que no había visto nunca en tablas de ejercicios pero que le hacia apretarse los pechos contra si misma, eso terminó por “agotar” a los hombres de la sala y solo quedaron un par de ellos y las mujeres al final de la clase. Terminó con un sonado aplauso, vítores y las mujeres empezaron a gritar e increpar de forma cómica a los hombres por no poder aguantar el ritmo.

Eli empezó a saludar, felicitar a determinadas personas, y despedirse, eso me dio tiempo a calmarme e ir al baño, no me masturbé de milagro. Me la coloqué de nuevo, salí y mientras terminaban de recoger todos, ella se acercó a mi y secándose con una toalla, me preguntó que le había parecido.

-YO: la verdad es que esperaba menos ritmo viendo a los de la clase, no creo que tenga problemas para seguirla pero alguno casi muere aquí – dije señalando a alguno de los hombres.

-ELI: si, es cierto que para ellos quizá sea demasiado pero me pagan para mantenerlos en forma y para eso hay que forzarles un poco, bien, creo que por hoy hemos acabado, es la última clase y ya toca ir a descansar, ¿mañana vienes entonces?

-YO: claro, no me perdería este espectáculo por nada – ella sonrió levemente sin querer entender mi comentario.

El día pasó rápido y antes de ir a clase pasamos mi padre y yo por una tienda a comprar algo de ropa deportiva, todo lo que tenia de antes me quedaba enorme. Al final compré un par de camisetas y pantalones de chándal no muy ajustados en la pelvis, por que me intuía lo que ocurriría, ¿Pero quería, o no, que se me notara en la clase? Tenia que dar el paso si quería saber si de verdad tenia ese poder sobre las mujeres, como me dijo Raquel. No arriesgué y fui a la clase, nada más llegar ella me colocó en una posición para tenerme vigilado a través de los espejos del gym, andaba algo nervioso y mientras esperábamos al resto, inicié alguna conversación con los demás de la clase, no se por qué, pero siempre se me ha dado bien llevarme con las personas de más edad que yo. Entre alguna risa y broma sobre la presencia de un joven como yo en esa clase, todos llegaron y se empezó la clase.

Eli empezó un poco como el día anterior, ejercicios suaves de calentamiento, los seguía con más atención a su cuerpo que a los movimientos, hoy venia con un pantalón largo negro más suelto pero que no disimilaba su trasero, tenia botones a los lados de las piernas, seria de esos que se abrían, tipo baloncesto, otra vez con chaqueta de chándal arriba y se puso una gorra. Era increíble, al poco de calentar  empezaba a notarme cansado, y algún giro con el pie me dolió, pero aguanté como pude, empezaron lo ejercicios de mayor nivel y los que eran muy eróticos, la repetición con el culo en pompa fue una gozada, y con el paso del tiempo los hombres empezaron a decaer. Yo llegué con el objetivo de terminar la clase como fuera, y con el paso del tiempo Eli empezó a sudar y se quitó la chaqueta, “por dios esto no es accidental”, mascullé, ba con otro top/sujetador deportivo igual que el dia anterior, de otro color pero igual de estilizador y sugerente. Usando los espejos admiré su delantera y más de una, y de dos veces, pilló a alguno de los hombres, yo incluido, mirándola con los ojos en órbita. Yo me di cuenta pero seguía el ritmo, pasaron los minutos y el último cuarto de hora, no se por qué, ella aceleró el ritmo, aún quedaba alguna señora, que me dejaba impresionado, y yo. Apenas podía seguir, creo que Eli se picó y de un tirón se quitó el pantalón a través de los botones, me dejó atónito hasta que me percaté de que en realidad debajo tenia otro pantalón, un short bastante corto, amarillo chillón, se le pegaba a la piel y no se le  marcaba la ropa interior de nuevo, solo se le separaba algo de la piel en la zona de las cartucheras con unas oberturas.

Eso ya fue demasiado y pasé de estar rojo por el ejercicio a estarlo por que mi polla empezó a crecer a gran ritmo,  siendo ya tan pocos los que quedábamos, y siendo el nuevo,  las miradas de ella y mía se cruzaron más de una vez, yo mirando su cuerpo y ella mis movimientos, o eso creía. Terminó por fin la clase,mientras todos aplaudían y silbaban ella se dio la vuelta aplaudiendo a todos, nos felicitó. Yo, entre cansado y temiendo una mirada directa a mi miembro, me tiré boca abajo fingiendo claramente un desmayo, sacando la carcajada de los presentes. Emitía sonidos de agotamiento, y si, lo estaba. Eli se acercó ente risas, se agachó y me felicitó preguntándome si estaba bien, yo asentí entre respiraciones trabajadas, y se fue a hablar con los demás, me pidió que me quedara después para hablar de como me había sentido con el pie. Aquello me sonó a excusa de película o relato porno, y no me calmó en absoluto, a lo mejor solo eran imaginaciones mías. Siguiendo con la coña del cansancio, me moví a 4 patas hacia mi bolsa de deporte, entre risas y felicitaciones del resto, cuando llegué me senté, y con una toalla me sequé y tapé lo más rápido que pude, mientras retomaba el aire. Cuando se me pasó el empalme me dirigí a las duchas y me lavé, hasta me cambié de ropa, estaba totalmente encharcada en sudor, y el slip de licra no ayudaba a la ventilación, así que me duché y cuando salí, lo hice solo con los pantalones, sin nada debajo. Al salir, Eli me estaba esperando con la chaqueta ya puesta pero sin los pantalones largos, bebiendo alguna bebida isotónica, quedando ya solos en el gym.

-ELI: ¿Que tal? ¿Como lo has llevado todo?

-YO: puffff me ha costado mucho más de lo que creía, no parecen ejercicios difíciles, pero el ritmo me ha matado.

-ELI:  jajajja es normal, es tu 1º clase, con el paso de los días irás cogiendo forma y notarás menos los esfuerzos ¿Como va el tobillo?

-YO:  bien, me ha dolido algún giro al inicio pero aguanté bien, ojalá mejore, por que si no, mi orgullo se verá hundido.

-ELI: ¿Por que lo dices?

-YO: ¡Estas señoras! que me triplican la edad y aguantan sin problemas,  casi todos los hombres se acaban bajando del barco, eres terrible jajajaja

-ELI: bueno, es lo que tiene la experiencia………………

Ella siguió hablando pero cuando dijo esa palabra, experiencia, recordé mis objetivos actuales, y ella era la mejor opción, no la conocía casi nada, tenia buena 1º impresión de mi y si se lo tomaba a mal solo tenia que buscarme a otro fisio, era preciosa y seguro que tendría mucha experiencia sexual. Pero debía asegurarme, y como había que tirar el anzuelo me llené de orgullo y pregunté.

-YO:  oye, ¿Y como crees que es posible que aguanten las mujeres y no los hombres? – se quedó algo petrificada por la pregunta.

-ELI: pues….no sé, la verdad, los ejercicios son igual para todos, y tú has llegado al final.

-YO: pero casi no lo hago, eso si, tengo una teoría pero no te va a gustar.

-ELI: pues dímela, a ver si me convence – era el todo o nada, “allá voy”, me santigüé mentalmente.

-YO: verás, hay muchos más hombres en la clase que mujeres, y me da que es por ti.

-ELI: um, sigue.

-YO: eres….. joder, estás buenísima y no creo que les importe pagar por verte 1 hora moviéndote.

-ELI:  jajaja muchas gracias, me halaga, pero no entiendo  que eso les haga rendirse.

-YO: bueno, más que rendirse, la idea que tengo es que llega un momento en que  todo hombre….no puede…..mantener la verticalidad……sin que…

-ELI: ¿Se le note la espalmada? – “joder, me está constando un mundo decírselo”,  y me lo dijo  ella en la cara.

-YO: bueno si, no quería ser tan directo, pero es lo que creo.

-ELI; ¿Y crees que yo no me doy cuenta de eso? – dijo mientras se secaba las piernas con la toalla.

-YO: no, más bien al revés, creo que lo sabes……y te aprovechas de ello.

-ELI: ah si….. ¿Como?

-YO: pues la verdad, muchos de tus ejercicios son normales, pero hay algunos en que…..vamos que pondrías caliente hasta a un esquimal –  soltó una sonora carcajada que compartimos, y mientras bebía un trago de agua, ella me repasó de arriba a abajo.

-ELI: si, lo sé, y la verdad es que esos ejercicios los planteo así, mira, hay mucha competencia y tengo que ofrecer algo a mis clientes para que vengan aquí y no falten o se vayan, no es muy profesional pero esto es lo que sé hacer, y de lo que vivo.

-YO: bueno, pues la verdad es que dicho así parece menos emocionante de lo que sonaba en mi cabeza, pero me alegro de haber acabado aquí.

-ELI: se te ha notado.

-YO: ¡¿Que?!

-ELI: digo que si, a ti también se te ha notado……….estar “encantado”, y me siento muy orgullosa de que aun así, hayas acabado los ejercicios – me dejó como un tomate, aunque ya lo intuía, o deseaba, esperaba ese momento desde que salí del hospital.

-YO: bueno….no soy de piedra.

-ELI: ni las señoras de aquí

-YO: ¿Como?

-ELI: no seas bobo, tú me has estado mirando a mi, pero yo miraba a todos, y más de una señora que no falla nunca se ha perdido por estar mirándote – “¿Como no había caído?”, es una ley física que si puedes ver a alguien también pueden verte a ti, había obviado al resto de la clase, “¿Sabían que mis bromas solo pretendían disimular mi erección?”, mientras pensaba todo aquello.

-ELI: la verdad es que he incluido algún ejercicio sobre la marcha de pelvis, solo para lucirte ante ellas, ¡Ha sido muy divertido! – realmente era un inocente de cuidado, ¿Como no darme cuenta de eso?, tenía que lanzarme.

-YO: pues me las has jugado bien, no he caído, pero me alegro de haberlas divertido………… ¿Y a ti?

-ELI: ¿A mi, que?

-YO: ¿………………..Que si a ti……..te ha divertido ver mi empalme? – había que jugársela ya, esos segundos esperando su reacción me devolvieron a aquella habitación de hospital.

-ELI:   la verdad es que me he divertido al hacerlo.

-YO: no me refiero al acto, si no, ¿Que te pareció……..verme con el enorme bulto? – si era cierto lo que Raquel me dijo había que empezar a insinuar su volumen, algo difuso por con el adjetivo añadido

-ELI: bueno,  grande, grande…….lo suficiente para que se notara,  no te vengas arriba – me hirió en el orgullo y agarrándome la polla y poniendo cara de duro la solté una chorrada.

-YO: ¡Esta, esta parte yunques! – visto ahora era un imbécil, soltó una carcajada sonora, hasta que agachó la cabeza para mirar mi mano, el pantalón algo suelto y el hecho de no llevar ropa interior hacia que se notara  bien el contorno y tamaño de mi miembro, se le cortó la risa de golpe.

-ELI: pero….. ¡Dios, en la clase no parecía tan enorme!

YO y más que se puede poner, solo esta morcillona.

-ELI: ¿Eso……pero como….?

-YO: no sé, después de la operación he perdido mucho peso y volumen, pero esta se ha quedado así de grande……..- veía  su cara de asombro sin despegar la mirada de mi polla – …… ¿Quieres……. verla?

-ELI: joder claro……….no, espera,  no puedes…….- antes de que siguiera la interrumpí, me puse de golpe de pie y me bajé el pantalón a los tobillos, mi polla saltó como un resorte a escasos centímetros de su cara, se echó para atrás de impresión, y si antes estaba sorprendida, su cara ahora era de susto, seguido de una sonrisa boba, aquello me lo aseguró, la tenia enorme, 2 mujeres como ellas no podían estas equivocadas.

-ELI: ¡¡¡Dios mío, pero es enorme ¿Y dices que está solo morcillona?!!!!

-YO: si – dije firme y con orgullo, era cierto que la conversación me puso a tono, pero no estaba al 100%.

-ELI: ¡Madre mía!, ¿Puedo….tocar? – me miró con suplica señalando mi colgante amigo, que apuntaba hacia ella.

-YO: toda tuya – daba saltos de alegría en mi cabeza.

Eli empezó a cogerla con una mano mientras se tapaba la boca con la otra, un gesto que ya vi antes, en el hospital, la levantó y ladeó para mirar mejor, me miró a los ojos y me comentó.

-ELI: y con tanto bello, ¡Madre mía, que pedazo de polla!……… – otra vez ese comentario, decidido, me tendría que rasurar, pero otro día, ahora tenia a una monitora preciosa agarrándome la polla.- ……..¿Pero cuanto mide esta preciosidad?

-YO: la verdad es que no estoy seguro, cuando salí del hospital andaba en reposo con 19 cm de largo y 4 de ancho, en erección unos 25 y 7 de ancho.

Se quedó de piedra, volvió a mirar mi polla y con la otra mano me la puso mirando al techo, a su vez con el  brazo libre, puso su codo en la base del miembro y dejó caer mi polla sobre el largo de su antebrazo, le llegaba más allá de su muñeca, y de nuevo, al verla  en comparación con otra persona me di cuenta  de lo grande que la tenia, pero aún había sorpresa,

-ELI: esto no son 25, ¿Cuanto ha pasado desde que saliste del hospital?

-YO: pues un mes largo, casi 2, mi cuerpo se ha ido adaptando a su nueva situación, pero es lo que media, lo juro.

-ELI: no, no, si no es por que…… es que yo conozco mi cuerpo, de antebrazo tengo unos 25 cm

-YO: pues eso.

-ELI: no,  no, del codo a la muñeca, pero tú capullo pasa de largo mi muñeca.

Me extrañó tanto que la situación se fue un poco de las manos, se me relajó, ella se levantó, cogió su bolsa, y sacó una cinta métrica, “¿Que pasa, todas las mujeres llevan una?” empezó a medírmela de nuevo.

-ELI: lo sabia, esta monada está en 24  de largo, y de ancho está en unos…… ¡¡¡6 CM, no puede ser!!!

Lo corroboró varias veces mientras yo alucinaba, “¿La muy jodida de mi polla sigue creciendo?” pero estaba centrado, tenia que ponérmela erecta y la mejor opción era ella

-YO: en erección será más,  échame una mano, ¿No?

Me miró a sabiendas de mi argucia, pero no por ello me la soltó, se puso de rodillas y sin más se la metió en la boca, ¡Dios!, allí estaba de nuevo esa sensación maravillosa, notaba cada succión en mi pene y me quité la camiseta, me abrasaba, ello hizo lo mismo y se quitó la chaqueta, la visión de esa mujer de rodillas comiéndomela, con el top y los short tan cortos, ayudaron a una erección de campeonato. Eli empezó metiéndose gran parte en la boca, mucho más de lo que logró Raquel, pero con la erección apenas le entraba el capullo en la boca y lamía como una condenada cada centímetro de mi falo, con las venas hinchadas.

-YO: creo que ya está, no creo que esto se pueda poner más grande.

-ELI: cofff cofff, pues menos mal, por que casi me partes la mandíbula…. – dijo mientras chorreaba baba por la comisura de sus labios, cogió el metro y midió el largo, se cercioró de nuevo, volvió a medir, y callaba, pregunté y sonrió -…. nene, esto no es normal, 33  de largo, esto es inhumano.

-YO: ¿Y de ancho? – había leído que era tan importante, o más,  el ancho que el largo,  se agachó de nuevo, midió.

-ELI:   ¡¡¡Casi llega a los 9!!!

-YO: ¡¡¡Madre mía!!!  Ha crecido muchísimo en estos meses – me asusté, siendo sincero, si seguia creciendo tendria que enrollarmela como una manguera o algo asi..

-ELI:   puede que ahora que no tienes el tumor en la cabeza, las hormonas se tranquilicen y estén desarrollando tu cuerpo de forma normal, como no pare habrá que hablar con alguien.

-YO: ¡¡¡¡Lo mismo bato un récord!!!!

Aquella chorrada nos sacó una sonrisa a ambos, cuando la miré de nuevo, recordé a Raquel y me lancé a besarla, casi la tenia que levantar a pulso para que me llegara a los labios, le sacaba más de una cabeza. No se separó ni forcejeó, solo se dejó hacer como una muñeca de trapo, me costó al inicio, era otra mujer y otra forma de besar, pero logré adaptarme y sin más empecé a restregar su cuerpo contra el mío, siempre le sujetaba la cabeza con una mano, con miedo a que se separara de mi, y con la otra empecé a acariciar de forma torpe todo su cuerpo, su espalda, sus brazos, su cadera, llegué a su trasero, estaba como una piedra, del ejercicio y de tenerla de puntillas. En un arranque de pasión  levantó  una pierna que sujeté con el brazo y metí la mano por la obertura del pantalón por debajo, estaba muy suave y duro, llevaba tanga por que no haba impedimento en el masaje de su trasero, pero si lo noté al llegar a la separación de sus nalgas. Ella no paraba de agarrarme la cabeza, casi colgando de mi, mi erección estaba a reventar y con la fricción de nuestros cuerpos, no paraba de darla entre el vientre y sus pechos.

En un movimiento mi glande chocó con su top y me hizo daño, me separé de inmediato, se rió como hizo Raquel, reconociendo mi inexperiencia. Me sentó, se quitó el sostén con algo de sufrimiento, realmente se las sujetaba bien apretadas, cuando acabó, sus preciosas tetas colgaban ante mí, habían cedido un poco a la gravedad pero tenía unos pezones enormes.

-ELI: no eres muy hábil,  pero sabes como calentarme.

-YO: bueno, mucha experiencia no tengo, ¿Recuerdas? – mencioné sus palabras para indicarla que en ese caso tampoco era un experto.

Sonrío de nuevo y se subió encima de mí, de nuevo me lancé a por los pechos de mi compañera, mientras masajeaba uno, chupaba el otro, mi otra mano se fue directa a su trasero, ella se dejaba hacer mientras acariciaba mi pelo. Cuando consideró oportuno, separó un poco su cuerpo y me volvió a besar, bajó la mano y colocó mi estaca hacia arriba, se subió encima de forma que mi pene era una barra sobre la que ella se frotaba, y empezó a acompasar sus besos con movimientos de pelvis suaves pero evidentes, mi mano en su trasero más de un vez tocó la punta de mi glande, la atravesaba de lado a lado, aquello se prolongó una eternidad,  pero no me corrí, aguanté como pude y recordando cantidad de vídeos, decidí que era hora de tomar el mando.

La levanté a pulso y la senté con el culo al borde de la silla, me arrodillé entre sus piernas y empecé a intentar desabrochar el pantalón, al cabo de un minuto ella se reía de mi inoperancia, me apartó, se puso de pie y con un simple gesto desabrochó todo, se puso de espaldas a mi y se bajó el pantalón como solo saben hacerlo las mujeres cuando quieren presumir. Efectivamente había un tanga allí, uno de hilo, casi ni se notaba, color amarillo chillón también, me acerqué con seguridad a su espalda, mientras me pajeaba suavemente, ella me miraba de reojo mientras se levantaba de haberse quitado los shorts, me acomodé a su trasero, coloqué mi verga entre sus nalgas, quería que la notara, teniendo que agachar mi cuerpo un poco.  Empecé a besarle el cuello y la espalda mientras su pelo, aún con la coleta, me hacia cosquillas en el hombro, fui rodearla con mis brazos y masajear de nuevo sus pechos, bajé suavemente, hasta tener su retaguardia en mi cara. Me tiré como un poseso a morder y besar su trasero, casi la tiró y se tuvo que apoyar en la silla agachándose. Levanté los brazos y mientras le comía sus glúteos bien formados, acariciaba sus pechos, ella bajó una de sus manos, mientras se apoyaba con la otra en la silla, y comenzó a frotarse por encima de la tela entre las piernas. Me percaté de ello y bajé una de mis manos de sus pechos a su mano, no  aparté la suya, dejé que ella se tocara mientras la seguía los movimientos con la mía, “tengo que aprender”.

Al cabo de unos minutos ella apartó su mano y empezó a suspirar con energía, agarrándose con fuerza para no caerse, mientras con una mano atraía su culo hacia mi cara, con la otra la masturbaba como me acababa de enseñar, y noté como empezaba a empaparse mi mano.

-ELI: ahh……..si… ufffffff………..dios……..

Yo apenas decía nada, tenia la boca llena de carne de un culo que partiría nueces, me cansé un poco de la posición y la di la vuelta, la senté de nuevo y abriéndola bien de piernas empecé a darle besos en la cara interior de los muslos, poco a poco me acercaba a su pubis, la mancha de fluidos en la tela de su tanga era evidente, y mientras con una mano se pellizcaba los pezones, poniéndoselos como clavos, la otra agarró mi cabeza y me hundió en su intimidad. Al principio lamía sobre la tela, el sabor era algo amargo, y olía a sudor, a hembra, pero aquello no me iba a parar, ella misma echó a un lado su tanga y por 1º vez en mi vida vi un coño de cerca, su aspecto no me era desconocido, había visto muchos vídeos, pero eso era la vida real, lo tenia rasurado salvo por una especie de triángulo invertido, como una flecha en dirección a su vagina, pelo muy corto.

Me paré a admirar, recordé muchas  ideas y empecé a lamer sus labios vaginales, como si fuera un helado al inicio, intentando llegar a todas  partes, ella se abrió con la mano los labios y vi el clítoris, todo era nuevo, maravilloso y no podía parar, sabia por Internet que era delicado y había que tratarlo con cuidado, así lo hice y con un arrebato de pasión, acerqué mi mano, mientras frotaba una zona lamía otra, ella se volvía loca,  metió su mano de por medio, no sabia por que hasta que la vi intentando meterse un dedo por su ranura, era obvio, mucha excitación pero no había hecho más que sobarla por encima, era la hora, aparté su mano y poco a poco fui metiendo mi dedo corazón en su mojado interior, no sabia que hacer, así que metía hasta un punto donde hiciera presión, lo sacaba un poco y volvía a empezar mientras seguía lamiendo el clítoris, ella se agarró con las dos manos al respaldo de la silla que tenia en la cabeza, abría y cerraba las piernas con cierta asiduidad,  los usaba como barómetro, cuando hacia algo y cerraba, es que le gustaba, y cuando se abría, o no le gustaba o no le generaba reacción alguna.

Llegó el momento en que tenía mi dedo corazón penetrándola a buena velocidad sin parar de lamer y chupar su clítoris, tenia claro que antes de nada tenía que lograr aprender a hacerse correr a una mujer sin ayuda de mi amigo. Leí lo del punto G por algún lugar, a la altura del dedo corazón hacia arriba, con la mujer puesta boca arriba, me atreví a más y empecé a meter 2 dedos y darle la vuelta a la mano, buscaba algo pero no sabia que, encontré una zona pero no había reacción, ella cogió mi mano y me guió, con mis dedos metidos en ella, la movió un poco hasta que noté una zona muy suave, ella paró en seco, “decidido, es eso”, froté con suavidad pero sin parar.

-ELI:  ¡¡¡OHHHH DIOSSSSSSS NO PARES, ES AHÍ!!!!!!

Cerraba mucho sus piernas por momentos y casi me apartaba la cabeza, pero no paraba, ni me alejaba, puso sus brazos apoyando los codos en la silla y se elevó, cuando la miré no había rastro de aquella hembra segura y traviesa del día anterior, era una hembra en celo deseosa de explotar, casi había momentos que en que parecía que iba a echar a llorar cuando me centraba en la zona suave, localizada, sin duda había dado en el clavo.

-ELI: ¡¡¡¡¡DIOS!!!!

Con algún lamento ahogado por la pasión , explotó, se movía como una epiléptica, casi no podía contenerla pero no paraba, era como ensillar un caballo salvaje, empezó a expulsar fluidos por el coño, literalmente me pareció que se estaba meando pero aquello no era orín, me empapó toda la cara pero seguía, estaba allí para eso. En un movimiento propio de una gimnasta olímpica, casi sin apoyo, se levantó en la silla, para separarse de mi, ella respiraba profundamente mientras se recogía las piernas, se hacia una especie de bola mientras se tapaba el coño con una mano y volvía a expandirse, repitió la situación un par de veces.

-YO:  ¿Para no tener experiencia como ha ido? – no era jugar, quería un análisis.

-ELI: ¡Madre….. madre mía…. llevaba mucho tiempo sin correrme así, eres un animal, tienes que ir más despacio!

-YO: no me ha parecido que te disgustara

-ELI: no, para nada, jajajajaja, pero esto mismo hecho con más calma y cariño es  gloria, esta rudeza solo le gusta a unas pocas, y en determinados momentos – anotaba todo aquello en mi cabeza, me estaba dando justo lo que quería.

-YO: bueno, yo he cumplido, te toca – me puse de pie, mi pene no había sufrido el paso del tiempo, como para bajarse después del espectáculo que le había montado, ella la miró de nuevo mientras  se tapaba su orificio, “¿De verdad la ha he hecho daño?”

-ELI: es cierto, pero se hace tarde – pasó casi 1 hora desde que se acabó la clase, se puso de pie, me besó de una manera obscena, incluso lamía de mi cara sus propios jugos, temiéndome otra espantada a lo Raquel, me apresuré, la cogí por los brazos con firmeza y la aprisioné contra mi, dejando que mi polla casi la ensartara por el vientre, me pareció un argumento valido, me agaché a su oído y la dije

-YO: esto no va a acabar aquí, ¿Tienes novio o pareja?

-ELI: no, he dejado a mi novio hace unos meses, me………. me engañaba.

-YO: ¡Vete a la mierda, eso no hay quien se lo crea, ¿que especie de asno engañaría  a una mujer como tú?!

-ELI: le dedicaba muchas horas al gym,  quizá por eso estoy algo caliente en las clases, quiero sentirme atractiva, de ahí los ejercicios, la ropa, mis movimientos…..

-YO: pues eso acaba hoy, me vas a enseñar todo, TODO – no estaba dispuesto a perder a esa joya.

Cuando me separé de ella, la dureza y firmeza de mis palabras le puso las cosas claras, ante su perplejidad y mi seguridad. Recogimos, nos duchamos a la vez, pero no juntos, la imagen de su cuerpo, totalmente empapada en la ducha entre el vapor de agua, me enloqueció, me costó dios y ayuda no atacarla, en cambio me hice un paja con su visión, yo creo que ella lo notó y se frotaba de forma provocativa, supongo que se sentía en deuda. No me costó demasiado, después de lo visto, eyacular bastante.

Salimos de allí, la ayudé  a limpiar y cerrar, me acercó en su coche a mi casa para evitar preguntas si hubiera tardado  más en volver. Se despidió de mí con un beso de tornillo que casi me empalma de nuevo, se separó medio centímetro y me susurro…..

-ELI: hasta mañana.

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