Saltar al contenido

PERVERTIDOS (RELATO ILUSTRADO) CAP VII

Sara ha dejado a Ester en la biblioteca. Tiene que hacer un recado y, como siempre, recurre a Nico. Este la ayuda tras lo cual pegan un polvo “corto y sucio” como llama él al sexo anal con la lengua, y masturbación simultánea, algo que les encanta a ambos. Para recuperarse, hasta la hora de volver a por Ester, los dos libertinos se toman un capuchino en el bar de abajo del estudio de Nicolás Torrents & Partners.

– asíque siniestro total. Venga, cuéntamelo todo bien contado.

nada, empezóla cosa con buen pie. Es muy desinhibida. A las primeras de cambio se quedóen pelotas sin cortarse. Tampoco le importóque durmiéramos en la misma cama. Todo muy natural sabes?

Sara fue contando todo lo sucedido con pelos y señales, tal como gustaba hacerlo estos perversos. A Nico también le sorprendiólo sucedido.

   y quéfalló? La tenias en el bote.

   pues eso que te dicho, le dio la risa. Eres tonto o qué.

   No me lo puedo creer. Has perdido facultades Princesa.

– si, un corte hasta allá. Me dejóseca, con una cara de seta. Nada, esa tía es hetero a tope. Nada que hacer. He perdido. Me rindo.

-realmente era un poco prematuro, pero tienes razón. Si después de esto no cae, no sé. Quizás deberías volver a probar. Quedan muchas noches.

– no Nico. Lo que tu dices. Quizás ya no sea la misma. Tengo 24 y ya te lo he dicho muchas veces, desde los 16 vas cuesta abajo. No soportaría otro fracaso. Mi ego no me lo permite.

– estooo, ¿Hacemos otra apuesta?

– si? a ver, porque la primera la tengo perdida.

– proponle un trío. Conmigo.

– un trío, contigo? estás loco. De remate.

    ah sí, porqué?

– si no quiere hacerlo conmigo, crees que si entras túen el lote aceptará? Una tía virgen a los 24? A no ser que creas que por ser hetero vas a llegar tú, el príncipe encantador y, hala, a la cama.

– bueno, como quieras. Pensaba que te hacía un favor. Si la quieres toda para ti…

– oye, que no es eso. Quémanía tienes nene. Además… Bueno sí, y quéapostaríamos?

– si te das por vencida en la otra, puedes volver al cabrio.

– y tú?

– además del permiso indefinido para sodomizarte, pues… Ya sabes lo que quiero.

– joder Nico.

– lo tomas o lo dejas. Nadie te obliga a jugar. Ah, se me olvidaba, tienes que hacerle la propuesta del trío delante de mí. O quieres que se lo proponga yo delante tuyo?

¿Delante de ti? Y proponérselo yo? Ahora síque estas loco. Acepto. Pero quiero la acuarelita de Turner.

en lugar del cabrio? Vale.

– no ambas cosas.

Esa noche, de nuevo Sara y Ester están sentadas en la alfombra nueva de Ikea que se ha traído Ester de su ex-apartamento.

Sara, yo… No fui muy clara anoche.

Clara? A quéte refieres

recuerdas que te dije que siempre iba buscando gente con quien dormir?

si

me da una vergüenza terrible. pues la gente se queja porque soy una sobona. Yo no me entero pero me agarro, me cruzo, palpo…  Anoche te importuné?

para nada.

menos mal. Pero no se quépasaráesta noche, o mañana… No sé. Quizás debería comprar un plegatín.

no seas tonta. Y quédebo hacer si me agarras?

pues me despiertas. Si te molesto, claro

y si no me molestas y te abrazo yo a ti?

eso, como mi hermana Raquel que es lesbiana. Ja ja… No pienses mal. No ha pasado nunca nada.

oye, cuéntame, ella te ataca?

nooo, son bromas. Ella sabe que me gustan los chicos. Somos hermanas, sí, pero es cierto que a ella debe darle mucho morbo que nos acostemos desnudas y hagamos tonterías.

os acostáis sin nada? Joder Ester, eso no se le hace a una bollera, aunque seáis hermanas.

nooo, son bromas. Ella sabe que me gustan los chicos. Somos hermanas, sí, pero es cierto que a ella debe darle mucho morbo que nos acostemos desnudas y hagamos tonterías.

venimos haciéndolo desde muy pequeñas. Además, no es lo que tu crees. En mi familia todos somos nudistas. Nadie usa pijama, y en verano vamos desnudos por nuestra casa de vacaciones. Yo me lo puse anoche porque me daba corte.

pues hija, vaya par. Yo tampoco lo uso. Fuera pijamas?

Las dos chicas se quedan en pelotas. Sara se esta poniendo nerviosa. Ester, gran observadora, se da cuenta. Están de pie, mirándose. La temperatura sube por momentos. En un acto instintivo se abrazan. Sara nota en su pecho los duros pezones de Ester que se clavan cual agujas. Se retiran, se miran, se evalúan… Es el preludio del beso. Es el principio del sexo. Sara es quien manda.

ven conmigo

 

 

FIN DE LA PRIMERA PARTE

Deja un comentario