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De la virginidad al fisting

Ella aún era virgen y mi pija fue la primera en penetrar su hermosa concha, y ese fue el principio de este gran viaje.

A los dos nos gusta el sexo, bastante, y nos gustaba coger donde pudiéramos, en su casa, en mi casa, con nuestros padres despiertos o dormidos, con amigos cerca en otro sillón o en otra habitación. De solo tocar su piel mi pija se ponía dura como una piedra y no podía evitar cogerla, a veces lo hacía cuando ella dormía y la despertaba teniendo un orgasmo.

Para ese entonces, ella no conocía de los placeres de chupar pija y yo emprendí una campaña sin fin para que lo hiciera, fueron muchas las tretas, favores y pedidos que lleve a cabo para lograrlo y de a poco fue sucediendo. Hasta que un día lo empezó a disfrutar realmente, desde su propia sexualidad y calentura, lo cual hizo que se volviera muy buena. Ahora le encanta chupar pija, disfrutarlas, empezarlas a comer de a poco, por partes, sin dejar nada sin probar, dándole besos, pasándole la lengua o poniéndola adentro de su boca, humedeciéndola bien, masturbándolas o masajeando los huevos. No tuvo la oportunidad merecida, de probar muchas pijas y de poder disfrutarlas con su boca, pero sé que las que pocas que tuvo, las disfrutó y chupó a su manera, y por experiencia sé, que todos los que gozaron de su boca, deben de haber tocado el cielo.

Hoy en día, cuando está muy caliente las ganas de ponerse una pija en la boca la dominan y yo no puedo más que sonreír porque se lo que le espera a mi pija, ¡una chupada espectacular!! no hay nada que me ponga la pija más dura que su boca, su trabajo es increíble, hay veces que no puedo soportar más el placer y simplemente quiero penetrar su concha, pero ella no me deja, en su disfrute no puede parar. La amo aún más cuando se pone así. Sin embargo, aun (espero), no le encontró el gusto al semen y no disfruta de que le acabe en su boca, es una lástima, sí, pero sé que con su creciente morbo ese día llegara. Debo aclarar que aunque no le guste el semen en la boca no significa que no le guste para nada, por ejemplo lo disfruta mucho dentro y fuera de su concha, en su culo, sobre sus tetas, panza o espalda. A mí me gusta eyacular en todos lados de su cuerpo, aunque mi lugar preferido es su concha, no hay nada mejor que explotar en un orgasmo conjunto y sentir como la lleno de semen y como este sale de su concha, caliente. De hecho, debo decir que a mí también me gusta el semen, siempre me gusto eyacular grandes cantidades sobre mí mismo, o algunas veces hasta en mi boca y beberlo.

Nuestra sexualidad fue creciendo conjunto con nosotros, aunque yo era diferente, más morboso, con fantasías que creía ella no sería capaz de calentarse o aceptar, el tiempo me mostró que estaba equivocado, y esto hizo que nuestra relación entrara en un camino lleno de baches, baches de placer. El mayor bache sucedió cuando nuestras relaciones sexuales no eran frecuentes, para nada frecuentes, ella estaba insatisfecha y yo en mis fantasías me alejaba, no encontrándome, y creyendo que nunca aceptaría mis morbos. Así fue que, entre drogas y alcohol, un amigo yo, terminamos dándonos sexo oral el uno al otro. Hacia un tiempo que fantaseaba con ver, tocar y chupar su pija, quería saber que se sentía y ver la a ella disfrutarla tanto cuando me la chupaba, había elevado mi curiosidad aún más. Así fue que un día esa fantasía se cumplió y pude probar la pija de mi amigo, la cual me gusto bastante, hasta llegue a beber su semen, aunque no haya sido tan abundante como me hubiese gustado. Estos encuentros sucedieron algunas veces más, sin que ella se lo imaginase, pero al final terminamos distanciados por otras razones. Por su lado, por su falta de sexo, ella empezaba a tener sus propias fantasías con otro hombre y se masturbaba pensado en dejarse coger por él y chuparle la pija, hasta que un día también sucedió y se encontraron. Así ella puso disfrutar de su pija, tanto en su boca como en su concha. Así es que ambos nos hicimos cornudos mutuamente, sin saber.

Con el tiempo, nos enteramos de todo esto, primero vino el odio y resentimiento, la mentira nunca funciona, pero ninguno estaba dispuesto a tirar nuestra relación por la ventana, más que nada por el sexo, que, aunque poco, era increíble (y aun hoy lo es más). Buscando luchar por nuestra relación, hablando y cogiendo pudimos re encontrarnos y abrirnos más el uno al otro. Así logramos dar vuelta las cosas y los engaños se volvieron fantasías y ahora nos gusta contarnos lo sucedido, nos calienta mucho revivir esas historias, y contarnos como le chupamos las pijas a nuestros amigos. Todo esto devino en nuestro matrimonio. ¿Y cómo llegamos al fisting? Por el sexo oral por supuesto, a ella le encanta que le chupen la concha y a mí me encanta chupársela, sobre todo por cómo se pone de caliente, es la mejor manera de llevarla al límite o hacerla tener un orgasmo, según lo que ella quiera. Siempre me gustó la idea de hacer fisting, me calienta mucho ver una concha bien cogida, con pijas bien gordas como las que nos gustan a nosotros dos, o por dos pijas a la vez o con objetos grandes, ver como se agranda hasta los límites es hermoso y más si la mujer lo goza, pero nunca pensé que ella pudiese llegar a disfrutar de eso (me equivoqué otra vez).

Entonces se dio que un día estábamos teniendo un larga sección de sexo y para descansar un poco se la empecé a chupar y le metí dos dedos, los cuales entraron fácilmente después de estar siendo cogida por mi pija durante un largo rato, entonces metí un tercer dedo y la empecé a penetrar lentamente mientras que con mi lengua me dedicaba al clítoris, ahí fue cuando me lleve una de mis gratas sorpresas sexuales, ella me pidió más!! yo no lo podía creer, pero sin pensarlo metí un cuarto dedo y ella se retorcía más de placer, así que despacio fui empujando los cuatro dedos más adentro mientras los movía lentamente y la seguía chupando. Ella no paraba de gemir y gritar por lo cual no pude hacer otra cosa que agregar mi último dedo adentro de ella y ya estaban los cinco, cogiéndola bien rico mientras sentía como su concha iba sediento de a poco para darles paso con placer (mucho placer) hasta culminar con un terrible orgasmo. Ese día no pude introducir mi puño, pero el camino estaba abierto, como su concha, y con mucho morbo me enamoré un poco más de ella y su sexualidad. Siempre que podemos practicamos y me encanta penetrarla con mi mano, pero a ella le gusta más y muchas veces termina en un orgasmo antes de que pueda llegar a introducir mi puño completo. También me encanta cuando ella lo hace y mete su mano entera en su concha, que al ser más chiquita entra fácilmente y genera una visión espectacular. Este vicio de su concha trajo muchas cosas nuevas, en principio su concha se hizo bastante más grande y esa sensación nos encanta a ambos cuando la penetro, cada cual por su motivo pero no da el mismo gusto, además ahora puedo no solo cogerla con mi pija más fácilmente en cualquier posición, sino que hasta me permite meterle un consolador conjunto con mi pija y hacerle una doble penetración hermosa y sino como alternativa le gusta mucho que mientras ella está arriba mío cogiendo mi pija le meta, además, dos o tres dedos.

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