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Del temor al embarazo a orgasmos infinitos

En mis relatos anteriores conté como en apenas diez días de conocerlo “Perdí mi virginidad a los 18 años con un hombre de 40”, la semana siguiente pasé toda la noche en su departamento, fue “Mi primera noche de sexo” y al otro día me tuvo ”Penetrándome en el auto”. Esta es la continuidad de esa historia.

Al día siguiente que me tuvo en su auto fui de compras al supermercado, me puse en la cola para pagar y quedé detrás de una chica embarazada, en al acto me vino a la mente que cuando tuve sexo con Gustavo el siempre acabó adentro mío. Me puse muy nerviosa y me invadió el temor que podía haber quedado embarazada, pensé montones de cosas, en mí, en mis padres, en mis hermanos, en que les diría, y muchas cosas más.

Durante todo el día no pude sacarme el tema de la cabeza y no tenía a quien recurrir para hablar y preguntar sobre eso. Pensé varias veces en hablar con Gustavo pero no me decidía a hacerlo. Me estaba muy mal y preocupada, finalmente no aguanté mas y tipo 19,15 h., lo llamé y le dije que quería hablar urgente con él, me contestó que le diga que pasaba, le dije que por el celular no, que tenía que ser personalmente y le pedí que venga unos minutos al bar del frente del departamento para que hablemos, me dijo que estaba haciendo ejercicios y que a las 21 horas tenía un compromiso. Yo insistí que quería verlo que era algo muy importante, entonces me dijo que vaya ya mismo a su departamento. Me repitió que vaya rápido porque a las 21 tenía que salir.

Para no demorar, me cepillé los dientes y salí con la ropa que tenía puesta, una solera de entrecasa suelta, escotada y corta. Cuando llegué el estaba con el short y la musculosa de gym, me dio un beso y quiso abrazarme, le dije que no, que quería hablar. Fuimos al dormitorio y nos sentamos en el borde de la cama, le dije lo que me pasaba, que estaba muy preocupada y tenía miedo de haber quedado embarazada. Cuando terminé de hablar me dijo “ahhh era eso ahora entiendo”, noté un alivio en su rostro, puso la mano sobre mi pierna y me dijo que no tenía que preocuparme, que años atrás se había hecho una “vasectomía” y no había ningún riesgo que pueda quedar embarazada. Le pregunté que era una vasectomía, y el me explicó que es una pequeña operación que se hacen los hombres para tener sexo sin riesgo de embarazo para la mujer. Me contó que él se la hizo cuando tuvo el segundo hijo con su ex mujer, porque le gustaba tener sexo sin preservativo y no quería tener más hijos. Cuando me dijo eso sentí un gran alivio y tranquilidad. Quise levantarme para irme pero él me agarró de la mano y me dijo “me quedan 30 minutos quédate un rato y te vas a ir tranquila y bien relajada”

Puso su mano sobre mi pierna y comenzó a acariciarla moviendo su mano en círculos suavemente y luego las agarraba con las dos manos para acarícialas primero una y luego la otra, me excité rápidamente, me inclinó el cuerpo hacia atrás quedando con la piernas colgadas, me acarició el interior de los muslos, se arrodilló en el suelo me abrió las piernas, me acariciaba y besaba alrededor de mi sexo, estaba totalmente mojada y comencé a gemir, me sacó la tanga y me introdujo la lengua, cuando encontró mi botoncito lo lamía sin detenerse mientras con las manos me acariciaba alrededor de mi sexo, me retorcía y gemía cada más fuerte, el seguía sin parar un segundo, cerco mis piernas, mi cuerpo se sacudió, grité, un fuego me recorrió entera y sentí un líquido espeso y caliente saliendo de mi cuerpo. Sin esperar nada se paró, se sacó el short, me agarró las piernas y las puso por el costado de su cuerpo sujetándolas con las manos, afirmó su pene durísimo en mi sexo y lo frotaba sin penetrarme, gemía desesperada y empujaba mi pelvis hacia arriba, me penetró, moviéndose con fuerza, yo gemía y gritaba, me lo hacía cada vez más fuerte, lo sacó y lo hundió con fuerza, nuevamente grité y volví a acabar, el siguió moviéndose cada vez más rápido hasta que sentí su semen caliente entrando a chorros en mi cuerpo. Me estiró en la cama, me acaricio la cara, me besó y me dijo “quiero seguir cogiéndote pero me tengo que ir, mañana vas a gozar toda la tarde”. Se fue a bañar, yo me quedé unos minutos acostada luego me vestí. Salió envuelto en una toalla, me apretó contra su cuerpo y me dijo “te dije que te ibas a ir contenta y relajada… mañana vení con ese mismo vestido” nos besamos varias veces y me fui.

Cuando salí, sentía un gran alivio y estaba tranquila, mas tarde busque en google el tema de la vasectomía y era tal cual me lo había dicho. Me acosté pensando en Gustavo, el me gustaba, su cuerpo me excitaba, me daba cuenta que tenía mucha experiencia y seguramente había salido con muchas mujeres.

Al otro día (domingo), tipo 15 h., como Gustavo me pidió, me puse la misma solera y fui a su departamento, estaba de short y musculosa de gym, apenas entré me dijo “bebe te pusiste ese vestido que me recalienta”, me abrazó, me besó, me apretó contra él, metió la mano en mi espalda por el escote de la solera, me desprendió el corpiño, me lo sacó y me dijo “cuando estés conmigo te quiero sin corpiño, me gusta sentir tus tetitas duras y calientes cuando te abrazo” me tomó de atrás, me besaba el cuello y los oídos mientras me acariciaba los pechos, luego me llevó al dormitorio.

La cama de Gustavo es muy ancha, el colchón altísimo, tiene un respaldo de madera con barrotes, las sábanas estaban limpias y perfumadas, había preparado todo para esa tarde. Apenas entramos me estiró en la cama y se puso encima mío, me acarició y besó una rato, me sacó el vestido, me estiró los brazos hacia atrás y me dijo “quedate así vas a gozar con lo que más te gusta”, lo hice mansamente, comenzó a acariciarme los pies y frotarme los dedos, luego siguió con la parte inferior de mis piernas, las acariciaba y besaba, lo hacía todo suave y lentamente, yo tenía los ojos cerrados, gozaba y sentía placer, iba subiendo muy despacio, cuando llegó a mis muslos me acariciaba la parte interior suavemente en círculos y me besaba, sentía sus manos y sus labios calientes, y mi cuerpo era un fuego, luego con las dos manos tomaba una de mis piernas y la acariciaba desde los pies hasta los muslos, después hacía lo mismo con la otra, comencé a gemir, con la yema de sus dedos me acariciaba alrededor de mi sexo, metió la mano por debajo de la tanga y me acariciaba el sexo, me mojé completamente, me sacó la tanga y pasó suavemente sus dedos por mi sexo, sentía placer y gemía sin parar, me introdujo un dedo, rápidamente encontró mi clítoris y comenzó a frotarlo mientras con la otra mano me acariciaba cerca del sexo, temblé toda y tuve un orgasmo infinito, sin esperar nada se sacó la musculosa y el short, tenía su pene durísimo y lo pasaba por mis muslos y por mi sexo sin penetrarme, no aguante mas, lo abracé buscando que me penetre, apoyó su pene, lo hundió totalmente, comenzó a moverse con fuerza, y nuevamente acabé, los sacó, me estiró las piernas sobre su cuerpo, y volvió a penetrarme, me las acariciaba y apretaba mientras se movía, me tomó de la cola y la levantó, sentí que su pene me atravesaba, me salió un grito, me recorrió un fuego, mi cuerpo temblé entero y tuve otro orgasmo, el siguió, me levantaba de las piernas y seguía penetrándome con fuerza, estuvo un largo tiempo hasta que sentí su semen entrando a chorros en mi cuerpo.

Descansamos unos minutos, volvió a estirarme los brazos hacia atrás, comenzó a acariciarme y besarme el vientre y fue subiendo hasta mis pechos, los acariciaba suavemente, por momentos los apretaba y los besaba, los tomaba con las dos manos para acariciarlos, pasaba las yemas de sus dedos alrededor de los pezones, mis pechos y pezones se pusieron durísimos, frotaba mis pezones con los dedos, les pasaba la lengua, los besaba y succionaba suavemente, todo lo hacía lentamente y por mucho tiempo, yo seguía con los brazos hacia atrás, gozaba y me excitaba cada vez más, recorría mi cuerpo acariciando y besándome desde el ombligo hasta los pechos, su pene se puso durísimo, me lo pasaba por los pechos y los pezones, me estiró las piernas hacia atrás sujetándolas con sus manos y me penetró, se movía, paraba unos instantes y luego seguía, yo gemía y gritaba él lo hacía cada vez más fuerte hasta que se detuvo, se estiró hacia atrás y me hizo sentar arriba de él, sentí que entraba totalmente, me tomó de la cintura me subía y me bajaba lentamente, lo hizo un rato y me dijo “ahora movete vos sola para que te acaricie las piernas y los pechos” me soltó y empecé a moverme, sentía su pene entrando y saliendo de mi vagina a mi voluntad, gemía y me agitaba, el me acariciaba las piernas, me las apretaba y pujaba hacía arriba, volvió a agarrarme de la cintura, me detuvo y me movía hacia los costados, sentía pene frotando mi vagina, me soltó y seguí moviéndome hacia arriba y abajo cada vez más rápido, gemía, gritaba y me desesperaba, me agarró de la cintura me levantó y me bajó con fuerza, grité, me estremecí entera y acabé a mares, seguía penetrada y su pene durísimo, no me dejó reponer, me tomo de la cintura y otra vez me movía subiéndome y bajándome, me excité nuevamente el me soltó y seguí moviéndome cada vez más rápido, el empujaba hacia arriba, nos movíamos juntos al mismo tiempo, comencé a gemir y gritar, y acabé nuevamente mientras sentía su semen entrando en mi cuerpo. No podía más y quedé estirada sobre Gustavo.

Estábamos agotado, descansamos un rato, me dijo que me diera una ducha, la necesitaba, estaba enchastrada de fluidos, fui al baño, el entró detrás mío, y me dijo ”nos bañamos juntos”, me enjabonó lentamente de atrás, la espalda, la cola, las piernas, luego de frente los pechos, el vientre, las piernas, el sexo y todo el cuerpo. Me dijo que lo enjaboné a él, yo deseaba hacerlo, pasar las manos por su cuerpo, le enjaboné todo el cuerpo de espalda y luego de frente como lo hizo conmigo, me excitaba hacerlo, luego nos enjuagamos bajo la ducha, mientras lo hacíamos me acariciaba los pechos, las piernas y la cola, yo tocaba su pecho, abdomen y brazos, nos besamos, me secó mientras me acariciaba, luego lo hice yo con él.

Salimos y nos acostamos, me tenía abrazada, me acariciaba el cabello, la cara y me besaba, a los pocos minutos se durmió y luego me dormí yo. Cuando me desperté no tenía noción del tiempo que había pasado, el seguía durmiendo. Tímidamente comencé a acariciar su pecho, su abdomen y sus brazos, él se despertó y me dijo “me gusta que lo hagas”, seguí acariciando y besando su cuerpo, deseaba hacerlo y me excitaba, lo hice durante bastante tiempo, el comenzó a excitarse, su pene se puso duro nuevamente y me dijo “quiero que me lo acaricies y me lo beses”, empecé a descender desde su pecho acariciándolo y besándolo hasta llegar a su pene, lo tome con mis manos, se lo acaricie y lo besaba, cada vez lo tenía más duro y me dijo “quiero que lo pongas en tu boca”, obedientemente lo introduje en mi boca, y le acariciaba el cuerpo, se sentó, me tomó de los cabellos y comenzó a moverme la cabeza hacia abajo y arriba, su pene entraba cada vez más en mi boca, lo tenía durísimo, yo estaba muy excitada, comencé a subir y bajar la cabeza cada vez más, empujo su pene adentro de mi boca y sentí su semen caliente entrando a en mi garganta, no paraba de acabar, lo dejó un tiempo adentro y luego lo sacó. Me dijo “sos divina quiero que siempre me lo chupes así”.

Nos quedamos acostados, cuando miré la hora eran las 22.30 de la noche, habíamos estado más de siete horas, le dije que tenía que irme, me levanté y me vestí, cuando me acerqué para darle un beso y despedirme, me tomó de la cola y me dijo “esto es el comienzo, faltan muchas cosas, quiero que todo tu cuerpo sea mío” Cuando salí me sentía agotada, pero también satisfecha, como Gustavo me lo prometió G tuve una tarde de mucho placer y de orgasmos infinitos.

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