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El fontanero y la chica

Kelly era una joven de 20 años que vivía con sus padres en su casa de clase alta. Ella tiene un cuerpo pequeño apenas mediría 1,50, pero era bien sabroso y en su pequeño tamaño destaca sus grandes nalgas y unas tetas equilibradas.

Kelly jugaba su papel de chica buena y aplicada en casa, pero en realidad era una zorra que se folló a media ciudad.

Su padre era un hombre importante con mucho dinero que permitía a su madre y a ella mantener un estilo de vida muy alto. Su madre por otro lado era la típica milf, esa mujer vivía en su burbuja de mujer pija lo cual le impedía darse cuenta de las cosas que hacía Kelly.

Un caluroso día de verano el padre de Kelly hizo un favor a unos amigos y contrató a su hijo para hacer una pequeña reparación a un grifo de la cocina, mas por pena que por necesidad.

Ese fontanero que contrataron no era más que un inmaduro de treinta y pocos años con el cerebro de un adolescente el cual aún vivía con sus padres no estudiaba ni trabajaba era un vago que se la pasaba de vividor.

El día del trabajo el fontanero llego tarde vestido con ropa de calle unos vaqueros una camisa botas y un par de herramientas que llevaba a mano más como teatrillo que otra cosa.

La madre de Kelly tenía prisa por irse al centro comercial y no observó lo poco predispuesto que venía ese individuo a trabajar, le dejó trabajando en la cocina cuando por casualidad bajo Kelly vestida con su ropa de casa unos ajustados pantaloncitos rosas y una blusa azul a beber agua.

Kelly desprendía ese olor a hembra en celo que despierta a cualquier macho y a ese vago no hacía falta mucho esfuerzo para ponérsela dura.

Kelly estaba aprovechando el día en su habitación estudiando, pero al encontrarse con ese macho tumbado se le ocurrió algo mejor en lo que invertir el tiempo.

La madre de Kelly se marchó y al poco tiempo volvió a bajar Kelly a la cocina a ver a su macho mientras volvía a beber agua a su lado fingiendo hablar por el móvil con una amiga. El tipo con todo su descaro se comía a Kelly con la vista ella sabiéndolo se apoyó en la mesa y mientras bebía de una botellita arqueó su espalda para exponer más su trasero en dirección a ese macho.

El tipo no se andaba con jueguecitos y sin dudarlo se levantó y se colocó a su lado Kelly apenas le llegaba a sus pectorales. Ella se giró y lo encaró con una mirada seductora mientras se arrodillaba y comenzaba a desabrochar su cinturón. El fontanero estaba concentrado en follar y le importaba bien poco lo que quisiera la muchacha él tenía claro lo que quería y lo haría.

Rápidamente desenfundó la polla el cabrón no llevaba ni ropa interior bajo los vaqueros.

El tipo equipaba una buena herramienta de las que le gustan a Kelly, pero lo que más le sorprendió fueron sus grandes huevos colgando por el calor.

Kelly de rodillas en la cocina empezaba a chupar ese mamotreto mientras con la otra mano masajeaba el tronco, el fontanero solo podía sonreír de gusto.

Rápidamente empezó a tragarse el tronco hasta apoyar su nariz en la pelvis por sorpresa agarró su cabecita y por el pelo empezó a follar bruscamente esa boca llenándola de espuma rápidamente.

Kelly disfrutaba del tipo rudo y cuando le soltaba la cabeza ponía todo su empeño con su lengüita en trabajar esa polla.

El fontanero se quitó su camisa y agachándose empezó a magrear esas increíbles nalgas a través de su pequeño short rosa mientras ella seguía chupando.

Tras unos minutos decidió quitarse su vaquero y desnudarse completamente sentándose en una silla y Kelly siguió mamando aquella polla mientras el tipo disfrutaba viendo el tamaño descomunal de su polla comparado con el cuerpecito de Kelly.

Las hormonas de Kelly mantenían esa polla más dura si era posible y el tipo sentado obligó a que su hembra le de sus nalgas desnudas despojando de su short.

El fontanero empezó a deslizar la polla entre las grandes nalgas de Kelly, hasta que no se arqueo un poco no pudo ver sus agujeritos y sin miramientos enfiló su rabo a ese paradisiaco agujerito. La entrada del glande llevo un par de segundos luego todo el rabo entró sin esfuerzo.

Kelly empezó a hacer sentadillas en esa polla pero el fontanero empezó a bombear frenéticamente mientras sentado separaba esas nalgas y observa el agujero posterior.

Los labios vaginales se ajustaban a ese rabo mientras él empieza a babear viendo ese ojete.

El tipo se dejó de juegos y empujo a Kelly al suelo obligándola a ponerse a cuatro patas y ella por naturaleza puso el culo en pompas mientras su macho se colocaba en posición para taladrarla.

Empezó a embestir ese coño de forma brutal incluso violenta, en esa posición la penetración era incluso más profunda y sentía como los huevos tocaban y hacían ruido además su glande impacta en cada penetración con el cuello uterino de Kelly, el tipo en vez de moderarse empezó a penetrar aún más fuerte como queriendo romperla, pero Kelly babeaba de placer aunque eso a él poco le importaba.

Mientras destrozaba esa vagina el tipo tenía una vista completa del ojete de Kelly el cual lo tenía hipnotizado, era un agujero minúsculo. Sin pensarlo un momento y mientras seguía bombeando empezó con su dedo índice a rozar ese agujero tan pequeño y a la mínima oportunidad aprovechó para meter el dedo. Solo consiguió cubrir su uña y ese agujero palpitaba de tal manera que parecía que besaba el dedo.

Kelly entre tanto placer no se dio cuenta de la profanación de su agujero posterior estaba muerta de placer y su macho no paraba de explotar sus agujeros.

Tras muchos minutos de bombeo frenético a cuatro patas en una de esas embestidas la polla se salió y el fontanero se tumbó en el suelo, Kelly desesperada por llenar su agujero agarró esa polla y empezó a trotar encima de él.

Con sus huevos inflados como los de un caballo y con ganas de correrse colocó a Kelly en un taburete en posición del misionero con las piernas en alto y ese jugoso coño bien expuesto y mojado.

El tipo sacando fuerzas y resistencia olímpica continuó bombeando ese coñazo a toda potencia mientras Kelly estaba con los ojos en blancos.

Sus músculos se tensaban todo su cuerpo estaba centrado en destruir a esa muchacha que terminaba de conocer e inevitablemente sitio como sus huevos querían venirse.

Al fontanero le importaba bien poco correrse dentro y preñarla, desde luego no sería la primera con bombo, pero al sentir la leche salir de los huevos sacó su pito de la vagina y apuntó a la cara de Kelly pillando por sorpresa.

Un chorro y otro y así hasta 10 trallazos que llenaron la cara de Kelly su barriga su coño de leche espesa eso sin contar los grumos que cayeron al suelo de la cocina.

Kelly se tiró como una desesperada a chupar ese rabo y absorber toda esa sustancia, pero antes de dejarla bien limpia el fontanero la colocó en la taburete con las rodillas dobladas y se la volvió a clavar insertando restos de semen que tenía el rabo y el chochito y con su polla empujó todo eso hacia lo más profundo de la fértil muchacha.

El fontanero no perdía ni un ápice su erección habiendo eyaculado hace un momento y continúa taladrando ese más que explorado agujero, pero el tipo no pretendía hacer eso por mucho tiempo tenía la intención de clavársela por detrás y le importaría bien poco si la chica quiere o le duele.

Cuando retiró su pene para iniciar la penetración anal ambos escucharon el sonido de la puerta de la casa, la mamá de Kelly terminaba de entrar en la casa y ellos estaban desnudos follando en la cocina.

Kelly salió disparada como una gacela hacia su habitación y el fontanero con una erección bestial y sin ganas empezó colocarse torpemente su pantalón, tampoco le importaría que lo pillaran follándose a la hija.

La mama de Kelly estaba con su Smartphone hablando con sus amigas pijas sobre sus nuevas uñas ya no se acordaba una mierda del fontanero.

Inevitablemente entró en la cocina y se encontró al tipo abrocharse el cinturón sin camisa y sin botas, pero la tipa absorta en sus tonterías y en su mundo le preguntó por la avería pensando quizá que se quitó la camisa por la calor o porque se mojó.

El fontanero no había hecho nada salvo follarse brutalmente a su hija y con todo el morro el tipo le dijo a la mama que no tenía las herramientas para arreglarlo que ya si eso otro día se pasaba.

La mamá asintió y le pagó un buen sueldo sin quitar la vista en ningún momento de su conversación por whatsapp que desde luego para ella era mucho más importante.

El tipo continuó vistiéndose tranquilamente mientras veía en el suelo de la cocina el short rosa de la hija y los grumos de semen. Tampoco le importó mucho pensó ya lo limpiaron! y dejando el par de herramientas por ahí tirado se fue con un buen dinero en el bolsillo una buena follada y posible cita pendiente.

Mientras tanto Kelly en la intimidad de su habitación con un dedo cogía la lechita que tenía en su cara y la saboreaba lentamente recordando la follada de su querido fontanero.

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