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La esposa de mí amigo (4.6) Spinoff 2

El viernes llego y desde el lunes que no veo a mí pareja, mis instintos más bajos tuvieron un despertar en el sur de la provincia con la exmujer mí amigo, Susana, una sumisa que le gusta el sexo duro. Lo que ahora me trajo problemas con Verónica, mi pareja, por querer jugar al rudo con ella. Faltaban unas cuantas horas para que llegara así que me predispuse a calentar el ambiente, me afeite la entrepierna, busqué un buen ángulo de cámara y le envié una foto de mí miembro con la leyenda “No veas esto si no estás sola”. Déjenme aclarar que mientras estábamos de novios era habitual este tipo de mensajes antes de nuestros encuentros pero lo dejamos de hacer al irnos a vivir juntos.

“No me podes hacer esto, me faltan 2 horas para salir” recibí en mí chat, envié otra desde un ángulo distinto “Mira lo que te espera en casa” enviar. “No te das una idea de la chupada de pija que te voy a dar”. Me masturbo un rato hasta que empieza a salir el líquido preseminal y le envío foto de mí pija goteando. “No podes ser tan cabrón, estoy trabajando”. Busco un Gif de esos donde la chica chupa con avidez una buena pija “Que ropa interior te pusiste¿?” enviar. 

Una hora paso hasta que contesto con una foto sacada a las apuradas, estaba en el baño con su uniforme de enfermera, levantando la parte de arriba para dejarme ver un sostén negro de encaje que remarcaba su pequeño pero hermoso busto. Otra foto me llegó de sus nalgas sacada desde abajo con la tanguita negra metida bien adentro de esa colita perfecta, eso me puso a mil. Antes de poder contestarle me envió una última foto desde el baño del hospital, tipo modelo de Instagram desde arriba, haciendo trompa con los dedos en V y quebrando la cadera, esa me dio más risa que calentura pero pude detectar una zapatilla masculina en el fondo.

Mi corazón empezó a latir muy fuerte, me estaba engañando con alguien del trabajo, pero me sorprendí a mi mismo al tener una erección enorme, me calentaba saber que se cogían a mi señora. Esperé a que ella estuviera manejando de vuelta a casa y entonces corrí hasta su notebook, la abrí encontrándome con los mensajes que le había enviado a uno de sus compañeros de trabajo, intercambio de fotos y charlas picantes. Allí vi que habían cogido justo después de mandarme esas fotos, antes de salir él le envió un mensaje que me voló la cabeza. “Te vas a lavar la conchita llena de leche que te deje o vas a dejar que el cornudo te coja así toda sucia?” eso hizo que mi pija saltara en mis pantalones y ella contestó “Cállate Roberto, obvio que me voy a lavar, seré puta, pero una puta limpita”, quise leer más pero pronto estaría en casa. Cuando llego la deje irse a dar una ducha, tome su celular y exporte el chat de Roberto y el de Clara, su mejor amiga, a mi correo, borre evidencias y lo volví a dejar donde estaba. Eduardo, mi amigo me dijo “Mira, exportando la conversación casi no quedan evidencias de que lo hiciste, es como una copia de seguridad, vas exportas un correo electrónico, lo borras de enviados y podes leer todas las conversaciones con archivos y todo hasta ese momento. Deja que después averiguo como hacer para ver los chats en tiempo real hermano”. Ese día cogimos normal, con poco entusiasmo de mi parte, mi mente estaba en otra cosa.

 Al otro día, cuando volví a casa faltaban al menos 3 horas para que ella volviera, me senté tranquilo a leer los chats con Roberto, hace por lo menos un mes que cogen a escondidas en el hospital cada vez que pueden, la última vez que me fui al sur, él insistió en venir a cogerse a mi señora diciendo “Dale, hagamos cornudo a tu novio en su propia cama, dale sabes que queres”, ella se negó a medias y le dio largas, él insistió diciendo que seguro que yo me cogía a cualquier mina mientras ellos estaban allá. Ella negaba categóricamente que yo le pusiera los cuernos, me trató de buenudo y cornudo. Más tarde esa noche se enviaron videos el uno al otro. 

En el video se veía claramente a mi mujer desnuda en nuestra cama amasando sus tetas con los pezones erectos mientras hacía pequeños sonidos de placer, después la cámara subía a su rostro donde se metia el dedo corazón y anular a la boca fingiendo que chupaba una pija “Así te gusta¿?”, la cámara bajaba hasta su rosada vagina donde empezaba a frotarse el clítoris, gimiendo bajito, casi en un susurro, la cámara volvía a su rostro donde le decía con voz de bebota “Ves lo que te espera, me tenes re caliente, me queres venir a coger¿?”. Increíble, yo estaba con la pija que explotaba, verla así tan trola, siendo que conmigo siempre fue tan señorita y tímida me dejó alucinado.

Corrí a ver los chats de Clara y en ellos contaba que yo la tenía descuidada en la cama, que siempre era lo mismo, que no innovaba, después describieron a detalle las diferencias entre las pijas de sus parejas y amantes. Clara contaba de su amante un estudiante de último grado de secundaria de la escuela donde da clase y que aparentemente no está bien dotado pero está lleno de energías. Clara en un momento le dijo que porque no me dejaba, si era medio payaso en la cama y la verdad no valía la mitad del macho que era Roberto, mi pareja le dio la razón y hablo de un encuentro nuestro poco afortunado. Eso me afectó mucho, tuve que dejar de leer y estuve varios días pensativo. En el fondo de mi interior me daba mucho morbo saber que alguien se cogía a mi mujer, así que una vez repuesto de los cuernos me decidí a que quería ver como Roberto le entraba a mi mujer.

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