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Maribelle

Mientras esperaba mis ojos se aclimataron a la media luz de aquel bar sentí una mano que me tocó en el hombro.  Al volverme vi una sonrisa que me recibía y a quien jamás pensé en encontrar ahí. Era una amiga de hacía mucho tiempo llamada Maribel. La había conocido hacía bastante tiempo en el negocio de un amigo común, ella y yo hicimos una bonita amistad y hasta me compró una pintura para su sala ya que soy pintor. Nos saludamos y ambos nos preguntamos que hacíamos allí? Mientras yo le confesé entré a tomar un trago ya que afuera había mucho calor y un a taponamiento de tránsito en mi camino, lo que me llevó al lugar a esperar. Ella por su parte me dijo acércate a la mesa vine con unas amigas al happy hour.

Me acerqué a la mesa y Maribel compartía con tres mujeres más las tres muy atractivas, me las presentó y nos sentamos a charlar. Debo confesar que Maribel siempre me había gustado, es una mujer muy hermosa con unos ojos negros preciosos, algo gordita y unos pechos deliciosos. Mientras charlábamos una de las amigas de Maribel me miraba insinuadamente cosa que me gustó mucho, bromeamos y reímos y al despedirme de ellas su amiga me dio su número telefónico con la excusa de que deseaba ver algunos de mis trabajos de pintura.

Me fui al parking y Maribelle me siguió diciéndome perdona mi amiga es una propasada que no respeta. A lo que le conteste paro porque dices eso? A lo que me contestó debió respetarme la que tiene una relación contigo soy yo. Yo la miré y le dije bueno si somos amigos pero a ella eso no le impide a lo que ella me respondió pero tú sabes que yo te gusto y tú a mi y ellas lo saben porque le dije.

Me quedé asombrado por sus palabras e inmediatamente le dije bueno es la primera vez que me dices estoy si tú me fascinas. Mari elle me miro y me dijo voy a buscar mi cartera espérame en el puesto de gasolina por favor. La dejé atrás y manejé tres minutos hacia la gasolinera que estaba en la esquina, minutos más tarde Maribelle se estacionó al lado de mi auto y me pidió sígueme. Maneje diez minutos detrás de su auto hasta llegar a otro centro comercial, Maribelle estacionó su auto en el valet parking y se subió a mi vehículo diciéndome, vamos llévame a un motel quiero estar contigo.

No hablamos nada camino al motel yo porque estaba un poco sorprendido y ella realmente no sé. Llegamos al motel y entre el auto al garage, diciéndole no te bajes espera aquí, revise el cuarto y una joven me cobro. Baje la puerta de garaje y le abrí la puerta a ella, que se bajó con un bolso, entramos al cuarto y ella me dijo voy al baño. Me senté en la cama y puse el televisor daban una película porno, cambié de canal hasta encontrar un canal de música suave. Mari elle se había metido en la ducha, mientras yo la imaginaba desnuda y bañada, estaba bien excitado. Ella salió del baño con solo una toalla alrededor de su cuerpo, aproveché para decirle voy a bañarme y ella accedió. Me bañe rápidamente y me sequé salí del baño totalmente desnudo con solo una pequeña toalla. Maribelle estaba acostada en la cama cubierta con la sábana y me acerqué mirándola con deseo. Ella me pidió apaga la luz quiero que no me veas soy tan gorda. Le respondí me gustas como eres y me acerque a ella removí las sábanas, la miré sus senos enormes y su piel suave y blanca abrí poco a poco sus piernas su sexo delicioso totalmente rasurado me invitaba a lamerlo me acerque y nuestros labios se juntaron suavemente le susurré a su boca, eres una maravilla de mujer, eres tan hermosa, su boca se abrió y nuestras lenguas se juntaron en un beso largo y apasionado.

Baje mi mano y tome su sexo mientras mis besos bajaban de su cuello hacia sus senos deliciosos deteniéndome en aquellos persones deliciosos, chupe, lamí cada uno de ellos, mientras bajaba y me colocaba entre sus piernas sumergiendo mi boca en su chocha, lamia y chupaba mientras ella gemía de placer, pidiéndome más y más y más. De repente mientas chupaba su clítoris y agarraba cada una se aquellas tetas hermosas Maribelle me regaló su primer orgasmo, gritaba de placer u me arropaba con sus muslos mientras yo seguía chupando y comiendo sus jugos exquisitos.

Entonces me pidió “por favor bebé, métemelo” retiré mi cara de su chocha y ella se viró poniéndose en cuatro invitándome a penetrarla, puse mi bicho un la entrada de su chocha y poco a poco fui penetrándola mientras ella gritaba de placer dámelo completo papi mételo sin miedo, regalándome varios orgasmos.

Disfrutamos el sexo en diferentes posiciones, hasta que ella me pidió, vamos a bañarnos juntos quiero chuparte la pinga, fuimos a la ducha y nos empezamos a enjabonar yo estaba extasiado con aquellos senos deliciosos, Maribelle disfrutaba de mis manos en su chocha y comenzó a agacharse hasta tomar mi bicho en su boca lo chupaba y besaba, metiéndolo hasta su garganta y haciendo que me transportara a las nubes.

Entonces agarró mi pinga con su mano apretándola mientras también agarraba mis testículos y usando sus labios sobre la cabeza de mi bicho comenzó a subir y bajar hasta que no aguante más y me vine en su boca. El chorro de leche la tomó por sorpresa y sus labios se llenaron de mi leche ella apuró y tragó completo mi orgasmo hasta dejarme seco.

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