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Pasó en un callejón

Hace algunos años trabajé como vigilante en una universidad, no era un lugar demasiado grande pero si tenía cosas de valor que cuidar, el horario era lo que aquí llaman 12×24, es decir, trabajo 12 horas y el día siguiente es libre, básicamente lo que tenía que hacer era dar rondas para ver que todo estuviera en su sitio, mi horario comenzaba desde las 6 am hasta las 6 pm.

Ese era prácticamente el horario de clase, el puesto de vigilancia estaba muy cerca de los porteros, supongo que ahí se podía hacer un buen trabajo, solo por allí se entraba y se salía de la institución, todo iba muy normal hasta ese día extraño en el que la conocí.

En uno de esos días en que ya los estudiantes se retiraban una chica que iba saliendo con las manos algo ocupadas se le cayeron sus cosas y yo fui de inmediato a ayudarla con eso, no tenía ninguna otra intensión, cuando la ayudé ella se quedó mirándome con una sonrisa, era una chica rubia, pero con ojos marrones, piel blanca y su cuerpo ni hablar, senos de tamaño normal, su trasero si se veía bastante grande, era un poco más baja que yo.

-Gracias.

Me dijo y se fue algo apurada cuando escuchó el grito de su amiga que la estaba esperando afuera, yo me quedé mirando como se alejaba y ella volvió a sonreír como señal de despedida, pero con la certeza de que nos veríamos al día siguiente.

A mi guardia siguiente (llamémoslo día 2) al terminar las horas de clase. Ella volvió a pasar, le dijo a su amiga que la esperara unos minutos afuera, se acercó a mi y me dijo su nombre.

-Me llamo Jenny.

Ella sabía que yo era nuevo allí, por eso no la conocía, yo le dije mi nombre y se quedó un rato conversando, hasta que se acordó de su amiga.

-Bueno, tengo que irme porque me están esperando.

Se volvió a despedir con una sonrisa, guardando la misma certeza de que nos volveríamos a ver.

Llegó mi tercera guardia (día 3), era temprano y ella pasó a la institución, nos quedamos mirándonos por un largo rato y ese día al salir intercambiamos números y después de mi guardia comenzamos a conversar y no se en que momento caímos en el tema sexual, a tal punto de intercambiar fotos, incluso ella me envió un audio con el sonido de su vagina mientras se masturbaba, eso me causó una erección de inmediato y así sin más fui a masturbarme.

A la siguiente guardia (día 4) todo transcurrió de forma normal, con la peculiaridad de que Jenny quiso quedarse más tiempo, las clases terminaban a las 4 pm por lo que tendríamos 2 horas para nosotros, era un día viernes y como todos saben los viernes son para tomar, Jenny hizo como que se iba con su amiga y a los 30 minutos regresó, yo le abrí la puerta y comenzamos a tomar.

Luego de casi una hora ya nos estábamos mareando, pero no le paramos mucho a eso, pusimos música y comenzamos a bailar muy pegados hasta que le robé un beso, ella no dijo nada, solo me miró y volvimos a besarnos apasionadamente y comenzamos a calentarnos, de repente escuchamos como tocaban la puerta, venían a hacerme el relevo, por suerte no había pasado de los besos, yo fui a abrir y le dije a mi compañero que fuera hacer su ronda para recibir todo en orden y accedió, aproveche para estar unos minutos más con Jenny y le dije que saliera primero, nos encontraríamos al yo salir para irnos juntos al algún lugar.

Al salir allí estaba ella, esperándome para irnos. Comenzamos a caminar, ella me tomó del brazo, yo todo estaba oscuro, yo la besaba de a ratos hasta que nos detuvimos y nos dimos otro beso apasionado, ese nos volvió a calentar, tanto que casi involuntariamente levanté su pierna para rozar su vagina con mi pene, ella me detuvo por que estábamos en plena calle, me tomó de las manos y me llevó a un callejón que había cerca de la zona, la recosté contra una de las paredes y continuamos la ronda de besos, metíamos nuestra lengua hasta donde podíamos, lo que nos excitaba cada vez más, volví a levantar su pierna y esta vez si pudimos rozar nuestras partes íntimas, ella gemía intentando no hacer mucho ruido, después de unos minutos rozándonos la volteé cara a la pared y bajé su pantalón en conjunto con su panty, ella estaba totalmente empapada, sus jugos corrían por sus muslos, y aun no la había penetrado, me limité a tocarla y a escucharla gemir.

– Ah… Ah… Ah… ¡SI!

La besaba en el cuello mientras metía mis dedos en ella, estaba por acabar y se volteó, me empujo un poco y comenzó a desnudarse, percatándose de que no hubiera nadie por los alrededores, me acercó a ella y me quitó la camisa, bajó mi pantalón y comenzó a lamer mi pene, lo hacía muy bien, estuvo así por unos minutos, hasta que la puse de pie y subí una de sus piernas para penetrarla, lo hice poco a poco mientras ella respiraba profundo hasta que ya no cupo más, comencé con las embestidas, aumentando la velocidad, la besaba mientras la penetraba, luego lo seque y la coloqué de nuevo de espaldas, levante su trasero lo más posible y volví a penetrarla, lanzó un pequeño grito, aumenté la velocidad mientras ella gemía, ella acabó y segundos después acabé yo, dejándole todo mi semen dentro, sus piernas temblaban, y calló de rodillas el suelo quedando en cuatro, comencé a tener de nuevo una erección al verla así y sin decir nada se lo metí de nuevo, ella dio otro grito, intentaba metérselo hasta el fondo y así estuve dándole embestidas hasta que acabó de nuevo soltando un pequeño chorro, yo saqué mi pene y acabé en su espalda, quedamos agotados.

Nos quedamos por unos minutos en el lugar, luego nos vestimos y nos fuimos.

Al llegar a casa recibí un mensaje de ella

-Mañana estaré sola en casa…

Pero esa es otra historia que luego les cuento, cuéntame en los comentarios que te pareció o escríbeme a [email protected]

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