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Reencuentro con mi ex

Estaba en tiempos de universidad, apenas terminaba una relación de varios meses con una chica del mismo campus, pase algún tiempo queriendo conocer otra chica para iniciar algo nuevo pero me resulta difícil la tarea de conquistar, pues antes de la señorita que mencioné, mantuve una relación de 3 años con la protagonista de este relato, estar ese tiempo con alguien te quita lo galante, pues finalmente recordándola me anime a enviarle una solicitud de amistad por Facebook, la cual acepto el mismo día unas horas más tarde, por la noche después de trabajar le escribí rápidamente y pedí su número para comunicarnos por whatsapp, a lo que accedió rápidamente, le hable de todo lo que se me ocurriera para mantenerla interesada, me preguntó cuál era mi intención buscándola después de 8 meses, le dije que no había ninguna simplemente quería hablar con ella, después de horas conversando sin querer tocamos el tema del sexo, me comentó que se encontraba en una situación difícil con su pareja, sobre todo insatisfecha en la cama, nuestra relación fue mala, siempre peleamos pero el sexo era el mejor, le hice recordar viejos tiempos insinuando durante varios días la idea de acostarnos, no se permitió dejarse llevar por las ganas, siempre recordándome lo mal novio que fui, pero finalmente accedió, quedamos una tarde para vernos, fue extraño volverla a ver, me sentía nervioso, conversamos un par de horas en un restaurante, siempre escondidos para que nadie se enterara, se hizo de noche y la lleve de regreso a su casa, antes de bajarse del auto la tome de su rostro la acerque al mío y nos besamos, a los dos días volvimos a quedar pero esta vez nos daríamos placer, esto fue lo que paso:

4 pm fui por ella a su universidad, le esperé unas calles luego de la entrada para que sus amistades no se enteren, apenas subió al auto nos dimos un beso apasionado y metí mi mano dentro de su blusa, sus pezones estaban duros, ella me desabotono el pantalón y con su mano dentro comenzó a masajear mi pene, vamos de una vez le dije, asintió mordiéndose el labio inferior, a ella le encantan los hostales caros y espaciosos, la lleve a un local nuevo, habitación temática, una cama amplia y jacuzzi, entramos al estacionamiento de la habitación, subimos las escaleras besándonos y entramos, como tenía de costumbre, dio un pequeño recorrido al lugar mientras yo dejaba llenando la bañera, nos acercamos a la cama y nos desnudamos rápidamente, subimos a la cama a besarnos, yo sobre ella, sentía su piel suave y caliente mientras tanto agarraba mi pene con su mano y frotaba la punta sobre su vagina al instante comenzaban a salir fluidos de ambos sexos y se producía un sonido viscoso, yo empujaba ligeramente sin penetrarla, luego bajaba a besar sus pechos, que son pequeños pero disfrutaba mucho comiéndome sus pezones.

Luego baje para lamer su clítoris, su vagina estaba completamente depilada, esa mujer sabe lo que quiere, más que rosarla con la punta de mi lengua ella prefería que se la metiera por su vagina, colocaba una almohada bajo su culo para una mejor posición y le metía la lengua lo más adentro que podía, sus gemidos se convertían en gritos de placer, cabe resaltar que es una chica bastante higiénica y el sabor de sus fluidos era bastante leve así que podía comerle la concha durante varios minutos, luego llegaba su turno así que cambiamos a 69 ella se sentaba sobre mi cara para poder continuar con mi trabajo mientras ella hacia el suyo, se tragaba todo mi pene y lo succionaba con fuerza, sabe muy bien cómo hacerlo, se lo metía hasta la garganta por varios segundos y luego paraba para tomar aire.

Luego de varios minutos con mi lengua ya cansada le doy una nalgada y le digo que se ponga en cuatro para seguir lamiendo sus orificios, su culo no es muy prominente pero sus piernas son anchas al igual que sus caderas, dándole una forma muy agradable a la vista, le pedí que se quebrara bien para seguir metiendo mi lengua en su vagina, luego comencé a lamer su ano, le gustaba mucho, dando gemidos muy fuertes, encendí la TV en un canal de música para disimularlo, ya tenía ganas de penetrarla, hice voltear su cuerpo hacia arriba para el misionero, mi pene y su vagina estaban húmedos, al ser ella estrecha penetrarla sin previo oral podría resultarle ligeramente doloroso pues mi pene aunque es de largo promedio es bastante grueso, le pedí que ella lo metiera, acercó la punta a la entrada y suavemente la penetre, gracias al previo estaba dilatada y sentimos el paraíso cuando se la metía, sus gemidos se hacían más largos y fuertes conforme aumentaba el ritmo y la fuerza, teníamos experiencia con nuestros cuerpos por ratos la abrazaba del cuello y la penetraba fuertemente lo más profundo que podía hasta sentir que la punta de mi pene tocaba algo dentro de ella, esos instantes de gloria nos hacía gemir juntos de máximo placer, pues no usábamos condón.

Luego de unos minutos bombeando le pedí que subiera a montar, lo cual no le gustaba pues prefería solo recostarse y disfrutar, sus movimientos eran simples pero rápidos, cuando las mujeres están arriba se convierten en máquinas de sacar semen, pero aprendí un pequeño truco para no venirme en esa posición, pellizcando mi muslo con mi mano izquierda para que el dolor disminuyera la excitación, mientras con la otra masajeaba su ano para aumentar su placer, parecía poseída por el placer, se mojaba tanto que podía sentir sus fluidos en mi pelvis, me gustaba mucho mientras montaba que masajeara mis testículos contra su ano, por ratos metía mi dedo y podía sentir como mi pene se deslizaba en su vagina, llegaba mi parte favorita, pose de perrito, ver su culo blanco, su ano y mi pene entrando en su vagina era lo mejor de todo el acto, la embestía fuertemente ya para este punto ella estaba muy excitada con el corazón latiendo a mil, le daba tan fuerte que ella terminaba recostada boca abajo, le colocaba una o dos almohada bajo du cintura para darle altura a su culo, estaba tan húmeda y tan excitada que cuando mi pene salía, no había necesidad de sujetarlo para penetrarla, bastaba con empujar y encontraba su camino, bombeaba con tanta fuerza mi pelvis contra sus nalgas que la cama se movía, ella gritaba, yo pensando que le dolía paraba pero eran gritos de placer, ella pedía más y más, volvía a levantarla para continuar en perrito sabía que ella estaba cerca del orgasmo así que mientras aplaudía su culo con mis piernas masturbaba su clítoris con mis dedos pero por alguna razón, ella saltaba contra la cama, no quería llegar al orgasmo, dice sentir que se orinaba, probablemente una eyaculación femenina pero ella siempre lo evitaba.

Era lo único que no me gustaba del sexo con ella, muchas veces como aquella, llegar a ese punto era el final, así que continuaba con una buena mamada para que yo pudiera correrme, yo parado en la cama y ella arrodillada, se quebraba bien para que yo pudiera ver su delicioso culo mientras me lo mamaba, garganta profunda, me lamia las bolas, pasaba su lengua por mi pene, se lo restregaba por la cara y golpeaba sus labios con él, lo que más disfrutaba era cuando metía solo la punta en su boca y succionaba como una bebe lactando, quedándose con todo el preseniminal, cuando llegaba al punto de venirme, la tomaba de la cabeza y penetraba su boca, ella presionaba mi pene contra su paladar hasta hacerme eyacular, chupaba mi pene mientras lo sacaba de su boca para quedarse con todo el semen, me miraba a los ojos, dejaba que saliera un poco de su boca y luego se lo tragaba todo, para luego seguir succionando mi pene hasta dejarme caer en la cama entre una sensación de dolor y placer, no sé si es mejor venirme dentro de su vagina o dentro de su boca.

Después de cada round ella se enjuagaba la boca y lavaba mi pene para repetir 4 o 5 veces el coito, aprovechando al máximo las 5 horas del hostal, por ultimo entramos al jacuzzi para relajar el cuerpo.

Nuestros encuentros se repitieron muchas veces más, aun estando con su novio se las arregló para disfrutar conmigo, hasta que decidió dejarlo y andar conmigo pero esa es historia para luego.

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