Mi nombre es Catherine actualmente tengo 20 años, 1, 65m cabello largo ondulado castaño caoba, piel morena, ojos marrones claros,me describo como una mujer extrovertida sin miedo a nada, con muy poco o nada que perder mi felicidad esta basada de emociones ajena a objetos o cualquier posesión, soy una chica bastante exigente y me gusta más cazar que ser cazada, mi relato es real comenzó hace 2 años mi relación con marc un chico 1 año mayor que yo, el es mi amante hace más de 1 año nos conocimos en la escuela el era un chico popular y por casualidades del destino después de salir de la escuela nos volvimos a encontrar,mi atracción por el fue instantánea el me hablo por primera vez, y en ese momento me propuse tener algo con el lo empecé a seducir poco a poco pensé que sería un poco difícil por su personalidad, pero la verdad es que me resultó muy fácil,nos quedamos de ver por primera vez en un punto de la ciudad,, sin saber que era lo que me deparaba el destino,me la jugué, en mi primera cita estaba un poco nerviosa pues de tan sólo pensar en una cita con el me excitaba sobre manera, traté de lucir un poco provocativa,los dos llegamos antes de la hora establecida traté de comportarme como si estuviese preparada para cualquier cosa, vi su auto llegué abrí la puerta y me subí bese su mejilla saludando,me puse el cinturon; después de un par de minutos percibí que estaba súper nervioso lo cual me excitaba aún más me preguntó a donde quería ir y le dije que lo dejaba a su elección,el auto avanzaba sin saber a donde nos dirigiamos el el trayecto fui yo la que más hablaba apenas y podía contestarme de lo nervioso que estaba marc,yo tocaba mi cuello, claviculas y mi cabello incitandolo y dandole hilo a su imaginacion y el no dejaba de mirarme.
Llegamos a un bar pequeño donde pudimos charlar de nosotros conociendonos un poco,decidimos marcharnos de ahí pues ya era tarde y tendrian que cerrar el lugar, subimos a su auto y dimos muchas vueltas por la ciudad platicado y riéndonos el se mostró un poco más extrovertido a lo que una de sus manos acercó a mi rostro y acarició mi cabello y bajo hacia una de mi pierna sin malicia alguna mi cuerpo estaba ardiendo quería más de esas caricias no podía pensar en otra cosa, terminamos parandonos en un árbol muy grande la calle era obscura y sólo alumbraba una lámpara de luz tenue.me quite el cinturón y giré mi cuerpo hacia el para verlo a los ojos el se fue sobre mi basándome salvajemente a lo que yo correspondía encantada una de ses manos acariciaba mi espalda y la otra sostenía mi cuello mis manos estaban en su cabeza y cada segundo lo besaba más salvaje como si fue el último beso de mi vida enseguida besó mi cuello y oídos, me tenía en el punto exacto!acto seguido le dije para que no respondo, el me miró a los ojos y puso una sonrisa en su rostro cínica que podía interpretarla como un haz lo que quieras, sigui besándo mi cuello deslizando su lengua sobre el hasta mis pechos bajo el escote de mi blusa y su lengua rozaba mis pezones me daba pequeñas mordiscos, mis pezones estaban tan duros,mis bragas estaban mojadas y mi cuerpo no aguantaba más quería y necesitaba más! Una de mis manos tocaba su cuello y la deslize ir su pecho y abdomen hasta su pene tocandolo suavemente sobre su pantalón a lo que en segundos se erecto no aguante más y le desabroche el pantalón y introduje mi mano adentró de él y el hacia pequeños susurros sobre mi oído a lo que me excitaba cada vez más sentía mis bragas cada segundo más mojadas estaba ansiosa a que metiera sus manos dentro de ellas,me levanté y me senté encima de sus piernas frotando mi vagina sobre su pene encima de su boxeo sintiendo la humedad de mi vagina los besos cada vez eran más candentes, yo movía mi cintura tome sus manos y las puse sobre mis pechos estrujandolos marc reaccionaba de una manera que jamás imaginé el tomo mi cintura me levantó y me llevó al asiento trasero quitó mi pantalón y mi blusa besaba cada rincón de mi cuerpo tan salvaje succionaba mi piel podía sentirme el el cielo cerraba los ojos y sentía que me perdía en el universo tomó mis caderas con sus manos y rompió mis bragas de un tirón acto que me sorprendió y me calentó a mil quería ser su puta en ese momento habría hecho lo que me pidiera!!bajo su rostro hasta mis muslos y los beso suavemente hasta llegar a mi vagina donde sentía que palpitar sentía que salía chorros de líquido lo mire a los ojos con una cara de degenerados que no podía con ella el puso sus labios sobre mi clítoris y su lengua danzas sobre todo mi sexo sentía mi cuerpo vibrar introdujo su lengua dentro de la vagina penetrandome con ella y con sus dedos hacías círculos rápidamente en mi clítoris mi espalda se curveaba mi pelvis se levantaba mi piel se estremecia y sentía un placer que recorría todo mi cuerpo, hacia pequeños gemidos y mi cuerpo temblaba pues mi mano sobre su mano ayudándole a estimular mi clítoris cada vez sentía mi corazón más agitado llegó el orgasmo un orgasmo tan sublime no pude retir a gemir más fuerte jalando su cabello el siguió besándose mi abdomen hasta mi boca tome la iniciativa y le quite su pantalón bese cada parte de cuerpo y estimulando su sexo marc me pregunto:
-que quieres?
-le dije..tu lo sabes
-marc dijo; quiero que escucharlo
-quiero que me cojas como si fuera la ultima vez, quiero ser tú puta!
Marc, sonrió y tomó mi cabeza fuertemente y forcejeabamos basándonos me recorte sobre el asiento boca abajo y le pedí que deslizara su pene sobre mi sexo humedeciendolo quería sentir su pene rozar mi sexo sentía que cada vez crecía más y se endurecia estaba loca por que me penetrara con mis manos apretaba el asiento finalmente me penetró una y otra vez y con una de mis manos frotaba mi clítoris llegaban orgasmos una y otra vez sentía desmayar finalmente me levanté y le hice sexo oral introduje todo el tronco de su pene a lo mas más profundo de mi garganta chupandolo todo hasta la punta usando una de mis manos para masturbarlo a la vez chupada sus testículos y el hecha a pequeños gemidos le pedí que me llenará de semen todo el cuerpo terminó adentro de mi boca mi rostro y mis pechos me levanté y nos basamos hasta entumecer nuestras bocas.