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Con el novio de mi mejor amiga

Elías es un amigo que conocí en el trabajo, un chico un año menor que yo, simpático y muy atento conmigo.  Él llevaba mucho tiempo soltero y a pesar de que nos llevábamos muy bien no se había dado nada entre nosotros. Seguimos siendo muy buenos amigos hasta la fecha, a mí me atraía mucho pero por no echar a perder la amistad no me atrevía a insinuarle lo que sentía por él. Yo llevaba una relación de siete años con mi novio en aquel entonces, supongo que fue por eso que ni Elías ni yo intentamos algo el uno hacía el otro. Debido a mi trabajo me pidieron asistir a un curso de lengua maya en una universidad, esto para poder llenar los cupos vacantes del curso al cual asistí durante un año, en el transcurrir del curso me hice amiga de Rosario, que también tomaba el curso de lengua maya. Pronto nos hicimos buenas amigas y compartíamos momentos con Elías, mi amigo del trabajo. Se podría decir que yo le hice de casamentera con ellos, pues pronto ya se habían hecho novios ellos dos.

Pronto tenía a mis dos mejores amigos liados en una relación amorosa, pasaban mucho tiempo juntos y como toda relación amorosa, deje de verlos pues ellos pasaban mucho tiempo juntos. Egoístamente, tengo que reconocerlo, no me gustaba que mi mejor amigo “Elías” me había desplazado por mi mejor amiga Rosario, sentía celos de Rosario, pues antes de eso, Elías era mí confidente y pasábamos mucho tiempo juntos. Mi atracción por Elías creció más y lo deseaba mucho, pensaba en la idea de que despertaba con él, al lado de mi cama haciéndome el amor, lo deseaba a mil.

Había pasado algunas semanas sin verlos que decidí proponerles que fuéramos el sábado a un antro, ellos aceptaron y quedaron de pasar por mí. Me sentía muy emocionada por ver a Elías que ese día me arregle pensando él: me puse un vestido negro que me llegaba a medio muslo con una pequeña abertura por mi pierna izquierda, el vestido era de manga larga con un escote discreto que permitía ver parte de mis senos, debajo llevaba un tanga de encaje negro con un bra del mismo color, me puse unos zapatos de tacón que complementaba mi outfit, me veía y sentía sexy y ardiente.

De pronto me avisaron que ya estaban afuera esperándome, tome mi bolso y salí. Llegamos al antro, nos dirigimos a una mesa y pedimos unos tragos. En el transcurso de la noche, bailamos sin parar, el tiempo paso tan rápido que no medimos las copas que nos tomamos, Rosario llevaba tacones de aguja que ya no quiso seguir bailando así que solo Elías y yo regresamos a la pista de baile, de pronto nos perdimos entre la multitud que estaba bailando, para mi suerte el dj cambio la música a bachata, a mí casi no me gustaba ese tipo de música pero no quería desperdiciar la oportunidad de bailar pagado al cuerpo de Elías, por el efecto de la bebida y lo cachonda que me encontraba, me pegue al cuerpo de Elías y ustedes sabrán que la bachata se baila pegado al cuerpo del otro con movimientos sensuales y acordes a la música. Pues así fue, Elías me tomo de la cintura con una mano y con la otra mano me acariciaba parte de la espalda, ambos nos movíamos pegando nuestros cuerpos que podía sentir la entrepierna de este hombre rozando mi ombligo ya que Elías es mal alto que yo, sentí que mi entrepierna ardía de excitación, estaba disfrutando tanto del baile, cuando giraba Elías me tomaba de la cintura y me untaba su entrepierna sobre mi trasero, eso me provocaba mucha excitación que yo le correspondía moviéndome mis caderas pegando mi trasero hacía su entrepierna que ya se sentía dura a pesar de estar debajo del pantalón. Estuvimos así por un rato, yo estaba bien cachonda que nada más hicimos de regresar a la mesa yo fui a los sanitarios para poder guardar la compostura. La música acabo y ya era tiempo de cerrar el lugar, como plan de after nos fuimos a mi departamento.

Ya en mi departamento, nos servimos unos tragos de whisky y seguimos tomando. Mi amiga Rosario era la que estaba más borracha de los tres que se durmió en un sillón, con la ayuda de Elías la llevamos hasta mi cama, para que descansara. Vuelta a la sala, me senté frente a Elías y seguimos platicando mientras bebíamos, en la posición en la que estábamos sentados nuestras rodillas se pegaban en el sillón, eso hizo que mi falda se remangara hacía arriba dejando ver la parte interna de mis muslos, Elías me veía sin descaro y podía ver como crecía su erección debajo de su pantalón. En un movimiento brusco y premeditado que paso al brindar con nuestras copas nos pegamos y chocamos con la frente, nos reímos sin quitarnos la mirada el uno al otro que de pronto sin más Elías acerco sus labios a los míos y me beso, yo no opuse resistencia al contrario puse la palma de mi mano sobre su rostro y nos hundimos en un beso lleno de pasión, Ellas me pego a su cuerpo mientras seguía besándome, yo rodee con mis brazos su cuello sentada entre sus piernas mientras nos besábamos y Elías recorría con sus manos mis piernas, mi espalda y me apretujaba mis senos por encima de la ropa. Ambos estábamos calientes que nos olvidamos de mi amiga que dormía a solo unos metros de donde estábamos.

Me puse de pie tomando a Elías de la mano y lo jale hacía mi para que me siguiera, caminamos hacia la parte de un patio trasero que tenía mi departamento, bajamos unos escalones y en eso Elías me tomo entre sus brazos y me cargo pegando mi cuerpo sobre la pared, metió su cuerpo entre mis piernas para ese momento el vestido se me había subido dejando ver mi tanga de encaje a la vista de Elías. Yo ansiaba tanto ese momento, de poder ser la mujer de Elías que me encontraba completamente excitada aún más con la adrenalina que nos pudiera describir mi amiga que yacía durmiendo a solo unos metros. En esa posición mis brazos rodeaban el cuello de Elías, nos besábamos con furia, Elías desvió sus labios hacía mi cuello y empezó a darme besos por mi cuello hasta llegar a mis pechos, retiro la tela del escote del vestido y hundió sus labios sobre mi pecho derecho, yo hice a un lado la copa del brasier dejando el pezón de mi seno izquierdo desnudo, Elías aprovecho para pasar su lengua por la punta de pezón erecto y duro, metió mi seno en su boca succionándolo, ese movimiento hizo que de mi boca emanaran pequeños gemidos que no pude controlar, Elías me bajo poniendo mis pies en el piso y se inclinó poniendo su rostro a la altura de mi pelvis, alzo por completo mi vestido llevándolo hasta mi ombligo sin quitármelo tomo mis bragas y la bajo, con mis bragas en su mano las llevo hasta su nariz para olerlo y me dijo -“Que rico hueles Marisol, me vuelves loco, te deseo, siempre te eh deseado pero no tenía el valor para decírtelo” – acto seguido me separo las piernas y hundió su rostro en mi entrepierna depilada, sentí su lengua recorrer toda mi vulva y eso me provoco un delicioso escalofrío que de manera inconsciente eleve mi pierna derecha poniéndola sobre su hombro y con ese mismo movimiento lo tome del cabello y lo jale hacía mí. Elías empezó a dar lamidas sobre mi botoncito que se encontraba rojo e hinchado por la excitación, me estaba dando unas lamidas bien ricas que tuve que llevar mis manos hasta mi boca para ahogar los gemidos que salían para no despertar a mi amiga.

Elías se puso de pie, me abrazo poniendo sus manos en mi trasero estrujando mis nalgas de una manera furiosa, nos besamos y sus labios sabían a mí, sentir el sabor de mi vagina en sus labios me puso como loca que retire el cinturón desabrochando su pantalón y bajándolo junto con su bóxer, tenía una verga completa erecta y gruesa que tome con la mano y empecé a acariciar, instintivamente me voltee dándole la espalda, postre mis manos sobre la pared y alce mis nalgas empinándome para que mi amigo me penetrara, sentía empapada mi vagina que Elías tomo su verga y puso la punta en la entrada de mi vagina y empezó a metérmela suavemente, una vez que su verga entro por completo, se acomodó y llevo sus manos a mi boca para taparla y ahogar los gemidos que estaba a punto de pronunciar. Podía sentir el sereno de la noche cayendo sobre mi espalda desnuda mientras Elías me penetraba con fuertes embestías, estaba tan mojada que la verga de mi hombre se deslizaba sin problemas en mi interior si no fuera por la mano de mi hombre tapándome la boca seguro nos hubieran oído mis vecinos y hasta mi amiga. Elías seguía golpeando mis nalgas con su pelvis en cada embestía, de perrita es una de mis posiciones favoritas y con el efecto del alcohol que habíamos tomado Elías seguía bombeándome sin correrse, me la metía hasta el fondo y luego la sacaba de mi interior para luego volverme a penetrar por completo mi coño, estaba tan caliente que era yo la que empecé a moverme metiéndome la verga de mi amigo, después de un instante no aguanté mucho y sentí venirme en un rico orgasmo, estuvo tan intenso que empecé a gritar de lo extasiada que estaba. Elías se separó para quedarnos de frente acercó su verga hacia la entrada de vagina y estando parados me la metió, sentí rico que me abrace a su pecho hundiendo mi cara a su pecho y abrazándolo mientras mi amigo me penetraba, me tomo del pelo y hecho mi cabeza hacia atrás mientras me comía el cuello y me jalaba para luego llevar sus manos a mis nalgas, no sé si por el alcohol pero Elías había aguantado mucho en no venirse, quise ayudarlo y entonces me abrace más a él y empecé a mover mis caderas empujando mi pelvis hacia su verga y por su expresión notaba que le gustaba y lo estaba disfrutando, nuestros cuerpos estaban sudorosos y con aliento a alcohol no tardamos mucho en esa posición que de repente sentí un chorro de semen calientito inundándome e interior de mi cavidad vaginal, alias se había corrido dentro de mí y eso me había encantado, no podía terminar de mejor manera nuestra noche que de esa manera. Nos incorporamos, me puse mi tanga nuevamente y baje mi vestido, Elías también se incorporó acomodando su ropa. Nos besamos y regresamos a ver a mi amiga, quien seguía durmiendo en mi cama. Elías la despertó y le pidió que se fueran a su casa, para eso ya eran pasadas las 5 am, salieron y me dispuse a dormir.

Nuestra amistad trascendió de lo más normal sin afectarse en nada, mi amiga actualmente se casó con Elías y de vez en cuando salimos a dar la vuelta, yo aún me mojo de cachonda de acordarme de esa situación…

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