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Cornudo de mi esposa Mónica (Prólogo)

Mi nombre es Carlos. Ser pareja de Mónica es lo mejor que me ha pasado. Mi mujer tiene 26 años de edad, me llevó bien con ella y físicamente tiene todo lo que deseo. Piel morena clara, ojos color miel, con un culo increíble, piernas gruesas y unas tetas redondas. Mide alrededor de 1,65 cm y atrae todas las miradas cada vez que salimos, especialmente por su lindo rostro y sus enormes nalgas.

Yo tengo 28 años y mis fantasías giran alrededor de ella y es la mujer que me excita en todos los sentidos. Desde hace varios meses, le pregunté por su experiencias sexuales del pasado, y ella me contó varias cosas que vivió tanto con algunos novios como soltera. Eso me empezó a excitar, cada vez que me contaba algo deseaba haber podido ver lo que me relataba y fui creando un morbo de verla con otros.

Ella me seguía el juego y me relataba experiencias que tuvo con chicos para excitarme cada vez que teníamos oportunidad y así satisfacer mi morbo. De hecho, llegué a proponerme tímidamente estar con otro o tener alguna aventura y Mónica nunca se negó. Me dijo que podíamos pensarlo y que a ella le gustaba la idea, pero yo no terminaba de dar el paso y ella tampoco.

Yo la conocí en un curso de computación que hice hace años. En aquella ocasión fui con mi amigo Luis y ella se había inscrito con una amiga llamada Lucía, una rubia de ojos verdes, con el cabello enrulado, ella es menos voluptuosa que Mónica, tiene unas tetas chiquitas pero firmes y unas nalgas redondas y grandes, es muy pecosa es muy linda. A mí me gustó Mónica y a él Lucia, nos acercamos y pudimos conocerlas. Hoy en día yo estoy con Mónica y él es novio de Lucía.

Conté eso para que entiendan el contexto de lo que sucedió. Luis es mi buen amigo y desde hace años él me había contado sobre su deseo de ver a su pareja con otros hombres. En ese momento lo vi como un loco pero ahora entendía a lo que se refería. Cuando le comenté mi deseo, él me dijo que él seguía con el mismo morbo y, de hecho, había adelantado cosas con Lucía.

Me dijo que ellos habían sido más atrevidos y que Lucía había coqueteado con un chico por WhatsApp. Le había pasado nudes y hasta habían hecho videollamadas para verse mientras Luis veía todo sin que ese tipo supiera.

Luis me hizo una propuesta. Me preguntó qué me parecía hacernos el favor mutuamente. Él se cogía a Mónica y yo podría hacerlo con Lucía. Yo no estaba muy de acuerdo en hacerlo con mi amigo porque no sabía qué podía pasar después pero pensé en que parecía una idea práctica.

Ahora solo nos faltaba comunicarlo a las chicas a ver qué pensaban. Organizamos una noche de copas con Mónica y Lucía en mi casa y entre tragos, cuando las vimos ya algo borrachas, decidimos decirles nuestra idea. Vi la cara de apenadas de ambas ante semejantes propuestas y lo extrañadas que estaban de que Luis y yo hubiésemos confesado nuestras ganas de verlas con otros hombres entre nosotros.

Ellas no habían hablado del tema entre sí pero tampoco lo tomaron a mal. Eso sí, descartaron la idea de una vez. Nos dijeron que no iba a suceder y que estábamos locos. Sin embargo, Lucía le dijo a Luis:

Lucía: Tú sabes que yo estoy dispuesta a cumplir tu deseo pero no con Carlos. Él es novio de mi amiga. Y tampoco vas a estar tú con Mónica

Luis: Bueno, solo fue una idea que se nos ocurrió

Mónica: Qué conveniente. Tremenda idea la de ustedes jaja

Yo: Bueno, fue algo que se nos ocurrió. Solo lo propusimos a ver qué tal

Sin embargo, Lucía y Mónica no estaban negadas a la idea de estar con otros. Lo único que no querían era que fuera un intercambio entre nosotros. Como estábamos entre tragos y sincerándonos, hablamos más a fondo del tema. Mónica le preguntó a Lucia quien era ese chico con el que ella chateaba y hasta se hacía videollamadas.

Lucía: si te contara (risa pícara). Es Fabio, el amigo de Josué

Al escuchar Josué inmediatamente me vino a la mente el nombre. Mónica salía con ese tipo, me contó lo conoció por su amiga y duraron un par de meses saliendo. Recuerdo que me contó que era un tipo con novia y que en esos meses que salieron se veían todas las semanas y que la cogió unas 10 veces hasta que él no la invitó más a salir y fueron perdieron contacto.

Mónica: ah, claro. Y Fabio y tú llegaron a tener algo?

…silencio de Lucía con una sonrisa

Lucía: jaja bueno si, Luis sabe que él y yo cogíamos. Qué pena con Carlos sabiendo mis intimidades, dijo en tono de broma.

Lucía: jajaja Aja, Mónica, pero confiésate. Josué y tú sí tuvieron algo?

Mónica: jajajaja obvio. Tú sabes que yo estuve con él.

Yo empecé a jugar con ellas y a decirles que tenían pena y miedo de decir que los tipos se las habían cogido. Mónica me dijo que para nada, que ella me ha contado mil veces eso y se reían ambas.

Lucía, que estaba un poco ebria, levantó su teléfono y dijo “voy a hacer una llamada. Ustedes nos quieren ver con otros? Ok”

Llamó a Fabio y le dijo que ese fin de semana tenía que ir a supervisar el apartamento que sus padres tenían en La Guaira (una ciudad playera en Venezuela) y que iba con Mónica. Que si él estaba disponible podían irse juntos y que le dijera a Josué.

Colgó y nos dijo con cara burlona: ya cuadré todo. ¿Ustedes creen que Mónica y yo estamos asustadas? Vamos a ver quienes se asustan ahora.

Yo todavía dudaba porque no sabía si la llamada que había hecho Lucía era fake. Le empecé a decir que era mentira que había llamado, pero me mostró un mensaje del tal Fabio en el que le decía: y esa invitación? Jaja ya estoy hablando con Josué a ver si está disponible el sábado.

Las chicas no les contaron a ellos nada sobre el hecho de que nosotros las queríamos ver con otros hombres. Solo fingieron que iban al viaje sin que nosotros supiéramos en plan de escape. Además, Lucía propuso algo interesante y era que no tuviéramos sexo en toda la semana hasta después de que ellas se vieran con Josué y Fabio, lo que me pareció un buen plan.

Esa noche terminó. Todo estuvo tranquilo. Mónica y yo nos fuimos a casa, hablamos del tema. Al siguiente día yo seguía decidido a que lo hiciera pero no sabía si lo hablado había sido producto del alcohol y se iba a olvidar. Pero ella y Lucía parecían seguir entusiasmadas con la idea, y sé qué Luis también.

Tanto Mónica como Lucia seguían hablando del tema. Yo estaba en la oficina y Mónica también estaba en su trabajo. Me llamó y me dijo que Lucia le propuso algo.

Mónica: mira, sus papás tienen un sistema de cámaras en el apartamento. Al parecer solo hay cámaras en la piscina y la sala, pero faltan en las habitaciones y en las demás áreas. Ella me dice que Luis y tú podrían terminar de mandar a instalar y que si quieren podrían ver. Me dice que a través de una aplicación se vería y escucharía todo.

El corazón me dio un vuelco de solo pensar en ver a Mónica cogiendo con otro en video. Le dije que estaba bien y llamé a Luis, quien ya estaba al tanto. Hablamos con los técnicos y se pusieron en marcha para tener todo listo.

Cuando llegué a la casa hablé con Mónica sobre lo que estábamos planeando. Mi morbo por la posibilidad de verla en video haciéndolo con otro se combinaba con unos celos que recorrían mi cuerpo. Ella me dijo que le gustaba la idea y seguir el juego, pero que quería que cada experiencia tuviera un grado de verdadera locura y no fuera solo irse a acostar con un tipo y ya.

Mónica: No digo que no quiera hacer cosas, pero lo que quiero es que sean cosas que de verdad nos generen morbo y adrenalina. No ir a coger por coger con cualquiera. Tiene que haber riesgo, algo que marque la diferencia y que de verdad me incite a hacerlo

Yo: sientes que esto se adapta a lo que necesitas?

Mónica: Claro. Primero porque va a estar Lucia y eso ya me parece interesante. Además, me vas a poder ver por video si todo se da como pensamos. O sea, de verdad es algo muy diferente.

Esa misma noche me dijo Mónica que Josué le había escrito. Que ya estaba organizando todo para el sábado con Fabio para ir a La Guaira. Ella me dijo que siempre por ahí se escribían pero que no lo veía desde meses antes de conocerme. Yo tenía alrededor de dos años con ella, así que ella tenía como dos y medio sin verlo. Era un tipo alto, blanco y de cabello negro. Diría que mide como 1,85 de estatura y aunque no es musculoso, si es un tipo con cierta corpulencia.

No podía creer lo que estaba a punto de pasar. Desde ese día me empecé a interesar más por el tema de Josué y Mónica. Si bien sabía algo de cuando salieron, no conocía todos los detalles y empecé a preguntar cosas más a fondo.

Me contó que ahora Josué está soltero ahora. Que ella lo conoció a través de su amiga y empezaron a salir. Que realmente eran un polvo seguro, se veían para tomar algo y después ir a pasar un rato al hotel.

En mi mente pensaba que quería preguntar de todo y sabía que Mónica iba a responder sin tapujos, sin embargo, me daba un poco de vergüenza. Aun así empecé a preguntar cosas.

Yo: ¿Coge bien?

Mónica: coño, salimos dos meses nada más y cogimos como 10 veces. Sí es bueno en la cama pues

Yo: ¿lo tiene grande?

Mónica: sí

Yo: ¿Pero grande de verdad o lo dices para que yo crea?

Mónica: jaja grande

Yo: ¿Qué tan grande?

Mónica: no sé, no se lo medí jaja

Yo: pero dime un aproximado. El mío es de 14 cm, más grande que el mío? Pregúntale, aprovecha que están hablando

Mónica: jaja no le voy a preguntar eso ahorita. Que es eso? Pero si, lo tiene más grande diría yo. O sea, necesito que entiendas y que tengas seguridad de lo que quieres. Tienes miedo de que Josué lo tenga grande o coja bien? Te explico, si accedí a hacerlo es porque coge bien, y no solo eso, también tiene el güevo grande. Coño, tú vas a ver todo y tienes que estar consciente de que vas a ver algo fuerte. No lo digo porque creo o porque me hayan contado. Ya Josué me ha cogido y te advierto que va a ser rudo.

Mientras decía eso mi corazón palpitaba sin parar y mi pene se ponía erecto. Pero teníamos el pacto con Lucía y Luis de no tener sexo y queríamos respetar eso.

Mónica me preguntó si había reglas o algo por el estilo. Le dije que hiciera como si yo no existiera y que no se condicionara. Que hicieran lo que les pareciera mejor. Ella me dijo que le parecía perfecto.

Así pasaron el jueves y el viernes. Hablando sobre la situación tanto con Mónica como con Luis y Lucía. Yo estaba cien por ciento seguro de que quería que sucediera y Luis también. Luis y yo decidimos quedarnos el sábado cada uno en su casa y hablar por chat, había llegado el esperado día.

CONTINUARÁ…

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