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El mejor sexo de mi vida. Infiel a novio, con un beisbolista

Comenzaré por contarles que me gusta mucho bailar, lo disfruto mucho al igual que el beisbol, este último a pesar de no ser un hobby común en las mujeres lo cierto es que me apasiona, mi padre fue beisbolista y en mi familia es uno de los deportes que más nos apasiona. Este prólogo tendrá sentido mas adelante, pues este relato está ligado a este hobby.

Bien, mi nombre es Marisol, a mis 30 años me mantengo en forma, siempre lo he hecho, me gusta lucir bien y cuido mucho mi alimentación, por ello tengo un cuerpo bastante cuidado con pechos medianos ni tan grandes ni tan chicos pero eso si redondos que lucen bien con un escote, he de decir que mi atributo físico que más me gusta son mis piernas torneadas que he mantenido firme acompañado de mi cadera un poco ancha y moldeada, me considero pompuda ya que tengo un trasero redondo de tamaño pronunciado.

Cómo les conté al inicio, me apasiona mucho el beisbol, me gusta seguir las estadísticas y cualquier tipo de información que tenga que ver con ese deporte. Con mis amigas acostumbramos asistir a la mayoría de los partidos de la temporada, Wendy es una de esas amigas con la que compartimos esa pasión, haré hincapié en ella, ya que trabaja en el Instituto del Deporte de mi ciudad y por tanto tiene acceso a las gradas preferenciales del estadio, incluso a los vestidores de los jugadores. El equipo recién acababa de adquirir un nuevo jugador proveniente de Cuba, su nombre era Jonathan y todas nosotras nos moríamos por él, por decirlo así, pues quien no quería terminar con este bombón entre las piernas, él era alto, apuesto, moreno y en sus pantalones ajustados se podría adivinar el tamaño del paquete que se cargaba en su entrepierna, yo deliraba cada que me lo imaginaba.

Al final de uno de esos partidos al que asistimos, mi amiga Wendy sugirió que bajaremos hacía la puerta de los vestidores para tomarnos fotos con los jugadores, eso hicimos, antes de que entraran a los vestidores Wendy llamo a uno de los jugadores con los que había hecho buena amistad Isidro se llamaba, un joven alto, delgado de piel trigueña y bastante apuesto, comentaron algo casi en susurros y enseguida Isidro hablo a Jonathan, el chico cubano que recién había llegado al equipo, mi amiga me hizo una señal para que me acercara, enseguida mi amiga me presento a su amigo Isidro y a continuación me presento a Jonathan diciéndole que yo era su más fiel admirador, yo me ruborice de lo apenada que me sentía quede inmóvil por unos segundos, Jonathan enseguida se acercó a mi brindándome su mano y acercando su cara a la mía para saludarme con un beso en la mejilla, no lo podía creer, de cerca era tan guapo y tenía un acento que nada más en escucharlo sentía mojar mis panties de lo excitada que me puso, vacilamos un poco y Isidro comentó que saliendo irían a una fiesta de bienvenida al equipo para Jonathan y que estábamos invitadas, mi amiga rápido dijo que si iríamos con todo gusto, compartimos el número de celular y nos comentaron que nos mandarían la ubicación, sin más salimos del estadio, yo aún emocionada porque había conocido a Jonathan en persona y mejor aún que nos había invitado a su fiesta de bienvenida, pronto caí en cuenta que había hecho compromiso con mi novio y empecé a dudar si era buena idea asistir a tal fiesta, mi amiga sin más me convenció de llamar a mi novio y decirle cualquier mentira para cancelarle y poder ir a la fiesta con los chicos. El plan era ir a casa de Wendy para arreglarnos para la fiesta, de camino a casa de mi amiga, le hable a mi novio con un tono de cansancio diciéndole que no me sentía nada bien le avise que había salido del estadio y que seguramente algo que había comido ahí me habría hecho mal, mi amiga al volante no pudo resistir hacer una burla, mi novio preocupado me dijo que con gusto iría por mi para llevarme a casa, pero le insistí que mejor me quedaría a descansar en casa de mi amiga, sin más le colgué.

En casa de mi amiga ambas nos bañamos y nos dispusimos a arreglarnos para la fiesta, mi amiga se puso un vestido ceñido en la parte de las caderas y algo holgado en la parte del busto, se veía muy guapa. Por mi parte, hacía calor entonces decidí ponerme un short (pantalón corto) blanco que me quedaba arriba de mitad de mis muslos, debajo me puse una tanga que se perdía en mi par de nalgas y una blusa azul con estampados florales con el hombro descubierto, me sentía tan sensual y a la expectativa de cualquier cosa que pudiera pasar que no lleve brassier, mi amiga me presto unos zapatos de plataforma que al mirarme el espejo desbordaba sensualidad que me hacía sentir cachonda, le mande un mensaje de buenas noches a mi novio para que no sospechara y le dije que ya me dormiría.

Los chicos ya nos habían mandado la ubicación, la fiesta se ubicaba en una zona residencial en una colina, llegamos e Isidro nos recibió, en cuanto vio a mi amiga enseguida la rodeo con sus brazos poniendo sus manos sobre su trasero y se besaron, fue tan cachondo ese beso que hasta yo me prendí, mi amiga se acercó hacía mi y me dijo – “Me ando cogiendo a Isidro, guárdame el secreto”, yo asentí pues sabía que mi amiga tenía novio al igual que yo, de pronto apareció Jonathan ya cambiado de ropa, vestía casual, se veía guapo que no pude ocultar mi emoción al verlo.

Me tomo de la mano y me ofreció algo de tomar, pasamos a la casa, la cual era bonita con un gran recibidor, al final se veía una sala con grandes ventanas que daban a una alberca entonces pude ver a algunas personas, en realidad la casa era muy grande para pocas personas, habían algunos beisbolistas y algunas chicas guapas, mi amiga subió con Isidro por las escaleras y supe que se iban a encerrar en un cuarto en el segundo piso, Jonathan me llevo hacía una cava donde había un sin fin de botellas de licor, vino y un refrigerador de cervezas.

Me ofreció un coctel muy rico que el mismo preparó, él tomaba una cerveza oscura, me llevo hacía el jardín donde se encontraba la alberca para presentarme a algunos jugadores y a las demás chicas que se encontraban en el lugar. Nos separamos un poco de las personas hacía el otro lado de la alberca había unos camastros que usamos para sentarnos quedando él en frente de mi, platicamos de muchas cosas, nos tomamos otra copa, Jonathan era dos años mayor que yo pero se mantenía muy en forma, cada que podía rozaban nuestras rodillas y cuando pedía mi atención por algo que me platicaba tocaba mi pierna, los roces se fueron intensificando cada vez más que Jonathan mantenía más tiempo su mano sobre mi pierna y me acariciaba con las yemas de sus dedos, con ese simple roce yo me estaba poniendo cachonda que me hubiera desnudado ahí para él y permitir que me hiciera suya.

El calor de mi cuerpo creció y algunas parejas en la fiesta empezaron a bailar, entonces aproveche para ponerme de pie e invitar a Jonathan a bailar, mientras esperaba a que Jonathan se levantara, empecé a mover mi cuerpo con sensualidad para que lo apreciara, el efecto del alcohol ya estaba haciendo efecto en mi cuerpo que me sentía muy cachonda, ya no pensaba en mi novio ni en las consecuencias que pudiera generar mis decisiones de aquella noche.

Jonathan se puso de pie, enseguida me tomo de la cintura y acercándose a mi cuerpo llevo sus labios cerca de mi oído susurrándome que se moría por estar en medio de mis piernas, que me deseaba mucho y terminando con – “Créeme que no me apetece bailar, lo que quiero es estar en medio de tus piernas, te deseo mucho, ¿Subimos a una habitación?” – yo gire la cabeza para estar de frente a su cara, lo mire a los ojos y lo bese, mis brazos lo rodearon mientras Jonathan me rodeaba por completo entre sus brazos, besaba delicioso, su perfume me tenía vuelta loca extasiada – “Eso responde tu pregunta” – le dije, entonces Jonathan me tomo de la mano mientras caminaba hacia la casa, yo le seguía caminando por detrás. En el camino justo antes de subir las escaleras mi amiga e Isidro bajaban, mi amiga se acercó y me susurro al oído -“Bien amiga, cógete a Jonathan, está bien bueno…”.

Subimos por las escaleras el detrás de mí, podía sentir su mirada sobre mi trasero, a esa altura a los ojos de Jonathan se podía ver todo mi culo, pues mi short era corto, el chico me tomo de las caderas mientras subíamos por ellas, en seguida apareció un pasillo que daba a varias habitaciones, era una casa grande. Al final del pasillo había una puerta de madera la cual Jonathan abrió.

Era una habitación grande con una cama amplia por en medio, Jonathan puso música, yo tenía muchas ganas de cogérmelo pero no podía evitar estar nerviosa, sabía qué pronto tendría a este hombre que me volvía loca en medio de mis piernas. De espaldas a él y de frente a una ventana que daba hacía la piscina, se podía ver los invitados y los demás jugadores bebiendo y bailando.

Jonathan se acercó por detrás de mí, puso su rostro a la altura de mis hombros y paso sus manos por encima de mi ombligo, me rodeo con sus brazos mismos que acariciaban mis senos por encima de mi blusa, como no tenía bra podía sentir sus manos cubriendo mis senos con el único impedimento de la delgada tela de mi blusa. Jonathan empezó a darme besos en el cuello, yo me quedé inmóvil, solo disfrutaba de las caricias y de los besos que me estaba dando este chico, con el alcohol y lo cachonda que estaba podía sentir mi tanga inundada de mis jugos, seguía besándome por el cuello al tiempo que bajaba el escote de mi blusa para mordisquear mis hombro izquierdo, yo hice la cabeza para atrás mientras que Jonathan hundía sus labios en mi hombros, con una mano Jonathan fue bajando por mi ombligo acariciando con la yema de sus dedos hasta llegar al botón que sujetaba mi short, sin más y de un solo movimiento lo desabrocho, enseguida metió su mano por debajo de mi ropa interior hasta llegar a mi vulva la cual fue acariciando hundiendo las yemas de dos dedos por la rajita de mi vagina, estuvo así unos segundos que me estaba sacando gemidos fuertes de mi boca, si fuera por la música que sonaba afuera, estoy segura que me hubieran escuchado, tenía manos grandes y gruesas que me estaban estimulando mi coño.

Extasiada por las caricias, gire para quedar de frente a él, Jonathan cruzó sus manos poniéndolas en mi trasero sobre mi short, mientras nos besábamos, mis manos sujetaron su torso fuerte y trabajado, era tan sexy que me volvía loca cada vez más. Nos seguíamos besando, Jonathan se quitó la camiseta, yo tire de mi blusa para sacármela, acto seguido, baje mi short quedando solo con mi tanga. Moría de ganas por disfrutar a este hombre que tome su pantalón, lo desabroche y lo baje, tenía un bóxer negro pegado a su cuerpo que dibujaba el contorno de una verga gruesa y larga que se marcaba sobre el bóxer, abrazados y besándonos lo dirigí hacía el borde de la cama empujando su cuerpo, haciendo que cayera sobre la cama. Me subí sobre el montándolo poniendo mis piernas de cada lado de las suyas, tome sus manos y los lleve hacía mis senos para que los sintiera, seguíamos besándonos mientras el chico me magreaba los senos y jugaba con mis pezones erguidos.

Encima de él hacía movimientos rozando su verga con mi coño, subía y bajaba sintiendo ese pedazo de carne abriendo paso sobre mi tanga, era una sensación deliciosa que me provocaba ardor e impaciencia por tenerlo dentro. Bese su cuello, acaricie su torso y fue bajando con besos por su pecho, mordí su pezón y lamía los cuadros que se formaban en su abdomen, mi novio es delgado, pero no tiene el cuerpo tonificado como Jonathan, así que no podía creer que estaba montada sobre ese hombre sexy y atractivo.

Disfrutaba su cuerpo, chupaba, mordía y lamía su abdomen hasta que llegue a su pelvis, con los dientes tome el elástico de su bóxer para bajarlo, Jonathan se arqueo hacía arriba para permitirme bajarle sus calzoncillos, los retire y de pronto saltó una verga negra, gruesa como de 18 cm, nunca había visto en carne propia una verga de esa magnitud, me sentía extasiada y dude si ese pedazo de carne entraría en mi conchita.

Tome su verga con ambas manos llevando a mi boca ese pedazo de carne, pase mi lengua por el glande dejando mi saliva, tenía liquido pre-seminal que brotaba del orificio, tenía un olor y sabor peculiar, me encantaba sentirlo en mi boca, lo metí a mi boca, empecé a chuparlo pasándole la lengua y masturbándole en el tronco, estuve chupando esa rica verga por un momento, Jonathan estaba disfrutando tanto, tenía los ojos cerrados y gemía, me encanta chupar verga y la de ese chico estaba tan rica, que no me cansaba de hacerlo. después de un momento Jonathan se puso de pie, me alzó con sus brazos y me acostó boca arriba sobre la cama, estando boca arriba me tomo de las piernas y me jalo hacía el borde de la cama, me retiro la tanga y me abrió las piernas al tiempo que hundía su cabeza entre mis piernas, lo primero que hizo fue pasar su lengua por toda mi vulva, mojando los labios de mi vagina con su saliva, yo me estremecí que me lleve las manos a mis pechos para apretujarlos, sentí los dedos de ese hombre jugando con mi coño mientras la punta de su lengua se divertía con mi clítoris, este hombre me hacía gozar de una forma delirante e extasiada. Jonathan metió un dedo en el interior de mi vagina, fue metiendo y sacando los dedos impregnándose de mis jugos, acto seguido dos dedos empezaron a estimular mi interior sin dejar de lamerme mis labios vaginales, era un vaivén placentero que me estaba provocando, antes de eso, mi novio me había hecho sexo oral, pero no me había provocado tanto placer como este chico lo estaba haciendo. Me estaba dando el mejor sexo oral de mi vida, yo no aguante que enseguida mi cuerpo se arqueó y tuve un delicioso orgasmo que bañe la barbilla de ese chico con mis jugos.

Me encontraba extasiada aun recobrando el aliento del orgasmo que Jonathan se subió encima de mi postrándose en medio de mis piernas y de un solo movimiento me metió su verga en mi vagina, alce mis piernas y las sostuve con las manos para permitir que este hombre me penetrara, encima de mi se acercó y me beso ahogando mis gemidos, me daba arremetidas sobre mi entrepierna yo lo rodeé con mis piernas y mis manos sobre su cuello mientras ente hombre daba embestidas fuertes, en esa posición sentía que con su pelvis estimulaba mi botoncito.

Ambos estábamos gozando en esa posición, lo sujeté con las piernas y empecé a mover las caderas en zigzag a mi propio ritmo, Jonathan se quedó quieto por un momento permitiendo que con mis movimientos me penetrara su verga, Jonathan me tomo las piernas y las llevo a su hombro, me alzó un poco metiendo una almohada en mi espalda baja y me empezó a penetrar, ahora con embestidas más fuertes y rápidas que con las que había iniciado.

En esa posición con las piernas cruzadas la verga de este chico me estimulaba por completo mis paredes vaginales dándole más placer incluso a él, pude notarlo pues no tardo mucho que sentí que se corría dentro de mi, un chorro de semen caliente inundo mi interior, Jonathan llevo las yemas de sus dedos hacia mi botoncito para estimularlo y aún con la verga dentro de mi, basto unos segundos para venirme por segunda ocasión en la noche, mis piernas se tensaron mismas que mi hombre sujetó terminando en un delirante orgasmo, ambos caímos tumbados sobre la cama, me abrazo, yo estando tumbada sobre su pecho, lleve mi boca hacia su verga para lamer el resto de semen mezclado con mis jugos para limpiarlo completamente.

Después de unos minutos, Jonathan pasó su pierna por en medio de las mías estimulando con su rodilla el exterior de mi vulva, de pronto sentí que su verga se empezaba a erectar una vez más. Lleve mis manos hacia su entrepierna y empecé a acariciarlo, Jonathan tenía un aguante extraordinario, en seguida quedó erecta, se tumbó boca abajo sobre la cama y yo me subí encima de él, en seguida tome la punta de su verga y la lleve hasta coño, poco a poco fui introduciéndome ese pedazo de carne negra, por fin su verga estaba completamente dentro de mi, enseguida empecé a moverme de arriba hacia abajo, moviéndome buscando estimular la parte superior de mi vagina, Jonathan me tomo los senos con sus manos apretándolos mientras yo seguía moviéndome sobre ese chico, esta posición era la debilidad de Jonathan pues después de unos minutos de estar moviéndome así bastaron para que ese hombre se corriera dentro de mi. Yo me paré y pronto me puse de perrita, dejando a su vista mi gran trasero, Jonathan se acercó me tomo de las caderas y hundió su verga en mi vagina, empezó a darme embestidas fuertes, me sujetaba de las caderas acompañando nalgadas que elevaban mi excitación cada vez más, Jonathan me jaló hacia el tomando del pelo dándome embestidas cada vez más fuertes, estuvo así unos minutos que aguante más y sentí correrme en un orgasmo placentero que duró más cinco segundos, una vez más desnudos caímos tumbados sobre la cama.

Nos vestimos, yo completamente satisfecha y bien cogida. Salimos a la fiesta, algunas personas se habían ido, nos incorporamos con mi amiga e Isidro, nos tomamos unas copas más y dormimos juntos en esa casa.

A la mañana mi novio me estuvo marque y marqué. Le respondí diciéndome que no me sentía bien y le colgué, esa vez le fui infiel a mi novio y me lleve una de las mejores experiencias de sexo en mi vida.

Espero que lo hayan disfrutado, besos…

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