Saltar al contenido

El super cornudo capitulo 4: Mi hija Laura

Riéndose por el pasillo, los dos venían recién duchados, con el cabello húmedo, mi esposa con bata de baño.

Sandra: ¡buen día mi amor!!!

Laura: buen día mama, ¿se acaban de bañar ustedes dos juntos??

Sandra: hay hija claro que no, primero se bañó el jefe de tu papi y después me bañé yo, por eso aun traigo la bata de baño.

Laura: ah ok, ¿qué tal se la ha pasado señor César?

César: me la he pasado muy bien, fue una noche espectacular, tus padres son muy divertidos.

Laura: si me he dado cuenta, hasta mi habitación se escuchaban los ruidos.

Hemos desayunado junto con mi hija y al terminar mi esposa y yo nos hemos encargado de limpiar la mesa, mientras que mi hija y mi jefe se quedaban solos en la mesa.

Laura: eres un cabron de mierda, crees que no me di cuenta que pasó anoche, escuché como te cogías a mi mama.

César: jajajajajaja, así que escuchaste todo, ¿y qué quieres que haga?

Laura: pues quiero que me des dinero o le digo todo a mi papá y a tu familia.

César: jajajajaja hay niñita, ¿crees que me vas a chantajear a mí? Pero ok, ven a mi oficina esta tarde y hablamos.

Yo lo había escuchado todo desde la puerta de la cocina, no sabía cómo reaccionar, mi hija había escuchado como mi jefe se tiraba a mi mujer, decidí guardar silencio y continuar el día normalmente.

Mi jefe y yo nos despedimos de mi familia y nos dirigimos a la oficina, en el camino fuimos platicando de lo mucho que le gusta cogerse a mi mujer

Por la tarde después de las 4pm que sabía que mi hija salía de la escuela estuve al pendiente de la entrada esperando que no cumpliera su palabra de ir a chantajear a mi jefe, pero pasando las 4:30 cual fue mi sorpresa que vi entrar a mi hija por la recepción.

Yo: ¿hija que haces aquí? ¿Has venido a saludarme?

Hice mis comentarios como si no supiera nada de la plática de la mañana.

Laura: hola papá, he venido a ver a tu jefe, porque encontré su reloj en la casa y he venido a entregárselo.

Yo: que amable, si quieres déjamelo y se lo doy

Laura: no te preocupes papá, me gustaría entregárselo yo personalmente, ayer que lo conocí se me hizo una persona muy simpática y quisiera saludarlo.

Le indiqué cuál era su oficina y caminó directamente hacia ella, yo me quedé afuera esperando escuchar lo que sucedía allá adentro.

Laura: hola buenas tardes, se acuerda de mí, ya vine por lo que le había comentado.

César: vaya vaya, miren a quien tenemos aquí, a la hija de mi mejor empleado que me quiere chantajear porque me vio como me cogía a su mamá, mira niñita llevo rato tirándome a tu mamita y tu papá lo sabe muy bien, así que es mejor que me vayas pidiendo disculpas, niña mal educada.

Laura: estás loco mi papa no toleraría esta situación.

César: pues desde un principio ha estado consiente de esto y ayer hasta estuvo presente cuando me cogía a tu mamita.

Laura: estás loco no te creo nada.

César: ok te lo comprobare –en ese momento mi jefe tomo el teléfono y me marco al celular.

Yo: si dígame.

César: hola Saúl, tengo aquí a tu hija en mi oficina con algunas dudas que me gustaría que le aclararas.

Yo: ok, voy para allá. No sabía que era lo que tenía planeado mi jefe, aun así, decidí ir a su oficina.

Yo: si dígame

César: Saúl, mira aquí tengo a tu hijita Laura que de muy mala cara viene a reclamarme lo que paso anoche en tu casa, le estoy explicando que entre tu yo hay muchísima confianza y que no hay problema con lo que paso anoche verdad.

Yo: si hija, mi jefe y yo somos muy buenos amigos y no hay ningún problema con lo que sucedió anoche.

Laura: pero papá, no seas ridículo, este cabron se cogió a mi mamá, tu esposa en nuestra casa, los ruidos se escuchaban por todos los rincones.

César: jajaja… Saúl será mejor que le expliques que eres un cornudo que disfruta viendo como me cojo a tu mujer.

Yo me quede callado, con la cabeza agachada, me sentí muy avergonzado por que mi hija se enterara de esta situación.

Laura: ¿es cierto eso papa?

Yo: si hija, es cierto eso.

César: jajajaja, gracias Saúl eso era todo, puedes seguir con tus actividades.

Me salí de la oficina con la vergüenza de tener que confesarle todo a mi hija mayor, sin embargo, me quedé cerca de la puerta para seguir escuchando.

César: ves te lo dije, es mejor que me vayas pidiendo perdón por ser tan mal educada.

Laura: nunca, eres un cerdo, me largo.

César: espera, crees que puedes venir aquí a mi oficina a insultarme e irte como si nada, estas muy mal niñita estúpida, ven aquí y pídeme perdón.

Laura: estás loco no hare eso.

César: o lo haces o despido ahorita mismo a tu papá.

Laura: ok, discúlpame, listo, ¿ya me puedo ir?

César: nada de eso, quiero que te arrodilles y vengas hacia a mí.

No escuché a mi hija decir nada, supongo que estaba obedeciendo lo que le pedía mi jefe

Laura: discúlpeme por ofenderlo.

César: Te ves muy bonita así hincada frente a mí, no te apetece chupar un poco de verga.

Laura: que cerdo es, no haré eso, ya es mucha humillación.

César: anda nena, chupa un poco de la verga que se coge a tu mama, hazlo o ahorita mismo corro a tu padre de la empresa.

Se dejó de escuchar ruido alguno e imaginé que mi hija había satisfecho las ordenes de mi jefe y poco después lo comprobé.

César: hay nena, tú también la sabes chupar muy bien, veo que esto de ser buena mamadora viene de familia.

César: sigue así nenaa, vas a hacer que me corraaaa ahhhhhh ahhhhhhhh ahhhhhhh.

Por lo que se escuchaba mi jefe se acababa de correr en la boca de mi hija.

César: nena lo haces muy bien ahora comételo todo.

Laura: eres un cabron, anoche escuche como hacías gozar a mi mama y quiero que ahora hagas lo mismo conmigo a mí, me acabas de poner cachonda.

César: pues eso será en otro momento porque ahorita estoy muy ocupado.

Laura: necesito que me cojas ahora mismo.

César: mira niñita si quieres que te meta mi verga, vas a tener que esperar hasta que salga de trabajar.

En ese momento entro una llamada a mi teléfono y tuve que regresar a mi oficina a contestar la llamada, después de unos 20 minutos aproximadamente mi hija entro en mi oficina a despedirse no sin antes hablar sobre lo ocurrido.

Laura: hola papa, ya he hablado con tu jefe y me ha explicado toda la situación y lo entiendo perfectamente, creo que no debes sentirte mal por ser un cornudo y dejar que mi mama goce de su sexualidad en el fondo creo que haces bien, descubrí que tu jefe es muy bueno y solo quiere ayudarte haciendo feliz a mama.

Yo: yo no sé qué decirte hija, no quería que te enteraras así, y te pido por favor que lo mantengas en secreto

Laura: bueno si siguen haciéndolo en la casa, creo que todos se darán cuenta jaja, bueno papi me despido, nos vemos en la casa.

Me sentí como un estúpido después de lo ocurrido, mi jefe no hacía más que humillarme y no solo le bastaba con cogerse a mi esposa ahora lo hacía con mi hija, sentía mucho coraje por dentro, pero era muy cobarde para enfrentar a mi jefe que por cierto no me necesito más por el resto de la tarde.

Pasaron los días sin comentar nada de lo ocurrido en la oficina de mi jefe con mi hija, el jueves llegando del trabajo intente tener sexo con mi mujer sin tener mucho éxito.

Yo: mi amor, ando un poco cachondo hoy, no te apetecería una buena noche de pasión.

Sandra: ok mi amor, haz sido un buen cornudo este tiempo y te mereces una sesión de sexo.

Empezamos a acariciarnos en nuestra habitación y a desnudarnos.

Sandra: mi amor, saca un condón de aquel cajón y póntelo.

Yo: pero ¿qué? ¿Por qué? Tú te tomas las pastillas no hay necesidad de usar condón.

Sandra:  pero es que ya quedé con tu jefe el día de mañana que venga a cenar pasar nuevamente la noche con él y quiero tener la cola limpia para cuando el meta su verga en mí.

Yo: eso no se me hace justo, yo también quiero disfrutar de ti.

Sandra: lo se mi amor, pero ahora eres un esposo cornudo y la vagina de tu mujer pertenece a otro hombre y debes de aceptarlo.

Yo: ok entonces mejor no lo hacemos.

Sandra: si mejor, prefiero estar limpia para cuando venga mi papito.

Llegando el fin de semana mi jefe acepto visitarnos nuevamente para cenar y aprovechar para quedarse en mi casa con mi mujer, al igual que el fin de semana anterior esperaron a que todos se durmieran para que hicieran de las suyas.

Sandra: bueno mi amor, lo siento por no satisfacerte la noche anterior, pero quiero que entiendas que ahora mi placer depende de tu jefe, mi cuerpo es suyo y él puede hacer con él lo que quiera espero que se haga costumbre tener a mi macho en la misma casa con mi familia.

No tuve más remedio que aceptar lo que decía y ver como se vestía para él, se preparaba con un conjunto de lencería blanco que consta de un baby doll junto una tanga blanca con ligueros y medias blancas, se puso unos tacones igualmente blancos, se despidió de mi con la frialdad que había adoptado las últimas semanas.

Sandra: bueno amor, si me necesitas estaré con tu jefe, linda noche.

Intente dormir, pero al poco rato se escuchaban los ruidos provenientes de la habitación de huéspedes que hicieron que me levantara de la cama, creo que habían pasado un par de horas desde que Sandra había entrado a esa habitación, me sorprendía que a esas horas siguieran cogiendo así que decidí salir a echar un vistazo a ver qué pasaba, tome mi celular y me di cuenta que tenía varias llamadas perdidas de mi esposa, pero como mi celular se encontraba en modo silencio no lo escuche. Salí por la puerta de mi habitación y el pasillo se encontraba iluminado y la puerta de la habitación de huéspedes se encontraba un poco abierta, se podía ver que tenían la luz prendida, poco a poco fui acercándome hasta llegar a la entrada di un pequeño empujón a la puerta para ver lo que pasaba y la escena me dejo helado, mi esposa estaba abrazando a mi jefe en la cama desnudos solo cubriéndose con las sabanas y mi hija Laura estaba a un lado de la puerta hablando con ellos.

Yo: ¿qué está pasando aquí?

Sandra: nada mi amor, te estábamos buscando porque necesitábamos de tu ayuda para traernos algo, pero nunca contestaste el teléfono así que le pedimos el favor a Laura y ella muy amablemente nos vino a ayudar.

Laura: si papa, no te preocupes, solo les traje algo que necesitaban porque ellos estaban muy ocupados para salir de la habitación, bueno yo me voy a mi habitación buenas noches a todos.

Mi hija Laura salió de la habitación y se fue quedándome yo con la dulce pareja.

Yo: ¿y qué era lo que necesitaban?

Sandra: el lubricante anal

César: jajajaja, cornudo tu tuviste la culpa por no contestar a el teléfono a tiempo, le tuvimos pedir el favor a tu hija, además nos confesó que no podía dormir y que hasta allá abajo se escuchaban los gemidos de tu querida esposa.

Sandra: no tienes nada que preocuparte, Laura me confeso lo que paso en la oficina el otro día, así que es mejor que sepa desde ahora lo que pasa en esta casa.

Yo: ok bueno yo los dejo, no quiero saber nada más.

Me dirigí a mi habitación y a los pocos momentos se escuchaban los ruidos provenientes de la habitación de huéspedes, después de un par de horas por fin pude dormir.

Al día siguiente mi jefe seguía en nuestra casa hasta la hora de la comida que se arregló para salir, pero mi sorpresa fue muy grande al saber sus planes.

César: bueno Saúl muchas gracias por tu hospitalidad saldré a dar una vuelta, ¿estas lista Laura?

Laura: si ya estoy lista, vámonos.

Mi hija venía con una blusa ajustada a su cuerpo, unos jeans a la cintura y unos zapatos de tacón.

César: voy a ir al cine y a dar una vuelta con tu hija Laura, ¿no les molesta verdad?

Sandra: no hay problema, diviértanse.

Salieron de la casa y me quede hablando con mi esposa del tema.

César: ¿por qué permites eso? ¿Cómo dejas que ese tipo salga con nuestra hija? Una cosa es que te acuestes con él y otra es que salga con nuestra hija.

Sandra: pues tú no hiciste nada para detenerlo, así que no te quejes cornudo, además ayer me confesaron lo que paso el otro día en su oficina en donde confesaste que eres un cornudo.

César: no tuve otra opción más que confesarlo, Laura los escucho cogiendo.

Sandra: pues sí, y me alegra que Laura sepa lo pasa en esta casa así puedo disimular menos y disfrutar más, además otra cosa que no sabes cornudo es que Laura también ha probado esa deliciosa verga que tiene tu jefe.

Saúl: lo sé, escuche lo que paso la ves que Laura fue a verlo a la oficina.

Sandra: entonces si lo sabias, jajajaja hay cornudo, creo que cada día disfrutas más que un hombre se aproveche de las mujeres de tu casa, ese hombre que te da órdenes en tu trabajo, ha recibido mamadas de tu esposa y de tu hija además de estrenarme el culito y usar mi cuerpo a su antojo.

Saúl: ya no quiero saber nada de esto, pueden hacer lo que se les dé la gana.

Sandra: ok mi amor, porque quiero decirte que cada día me gusta más ser la putita de tu jefe.

Transcurrió la noche y no había señal de mi hija Laura ni de mi jefe y lo peor de todo es que Sandra parecía no preocuparle y trataba de que mis demás hijos se enteraran de la situación.

Hijo Ramón: alguien sabe dónde anda Laura a estas horas de la noche, por lo general ella nunca sale.

Sandra: hay hijito no te preocupes, fue al cine con César el jefe de tu padre.

Mariana: como que últimamente ese señor pasa mucho tiempo aquí, se queda a dormir y ayer se fue hasta la hora de la comida.

Sandra: si el jefe de tu papa es muy buen amigo y es mejor que se acostumbren a verlo aquí seguido hay que verlo como parte de la familia, hoy muy amablemente invito a tu hermana al cine.

Después de la cena recibí una llamada de un número que no tenía registrado, era mi hija Laura.

Laura: Holaaa papaaaaa, soy Lauraaa, ¿estas ocupadoooo? -se escuchaba su voz agitada.

Saúl: Si, Laura que pasa, ¿te encuentras bien??

Laura: Siiii me encuentrooo muy bieenn, tu jefeee me trata muy bien, ahhhh, es todooo un caballerooo, me ha traído a un lugar a comeerrr y estoy comiendooo muy ricooo.

Saúl: ok hija, pero ya es muy tarde, ya deberías estar aquí.

Laura: ahhhhh, es que César no me deja ir hasta que me la comaaaa todaaaa, crees que puedas venir por miiiii, César se tiene que ir a su casa y no le da tiempo de ir a dejarme a la casaaaa.

Saúl: ok, ¿en dónde estás?

Laura: estamos en el hotel andaluz que se encuentra sobre insurgentes, cerca del centro comercial.

No podía creerlo, a ese tipo no le bastaba con acostarse con mi mujer, ahora también se acostaba con mi hija.

Saúl: ok voy por ti ahorita mismo.

Laura: aquiiii te esperooo y trae a mamá por favor, es en la habitación 205.

Le comenté sobre la llamada.

Sandra: ¿qué pasa amor?

Saúl: Laura quiere que pasemos por ella, porque César ya no le da tiempo de venir a dejarla.

Sandra: ¿y en donde se encuentran?

Saúl: en un hotel

Sandra: tan pronto ya se convenció a Laura, bueno en el fondo la entiendo a esa verga es difícil resistirse, hay cornudito ¿qué se siente que tu jefe se coja a tus mujeres?

Saúl: ya no me digas nada y vamos por ella.

Nos pusimos chamarra y salimos rumbo para la dirección indicada, al llegar al lugar nos estacionamos en la entrada y un hombre se nos acercó.

hombre: buenas noches, no se puede estacionar en la entrada.

Saúl: estamos esperando a alguien que está en este hotel, no nos tardamos.

hombre: ¿en qué habitación se encuentran?

Saúl: en la 205

hombre: ahhh, los están esperando arriba, tenemos órdenes de que cuando llegaran les diéramos acceso.

Estacionamos el auto y nos dirigimos a la habitación, al entrar nos encontramos a César y a mi hija ya vestidos.

César: hola que bueno que vinieron tan rápido, ya estaba a punto de irme tengo asuntos que arreglar y no quería dejar a esta hermosura sola.

Sandra: si venimos lo antes posible, la verdad no puedo creer que tan rápido mi hija cayera ante tus encantos.

Laura: no seas envidiosa mama, hay que compartir esta verga deliciosa –dijo esto agarrándole la verga a mi jefe

César: fuimos al cine a ver una película, pero se calentaron los ánimos y tuvimos que venir aquí, nos quedaba un poco lejos su casa y por eso pasamos, la verdad me la pase muy bien, creo que Laura saco los genes de su madre por que salió igual de puta y golfa en la cama.

Salimos de la habitación para dirigirnos a los autos, mi jefe le dio una nalgada a mi mujer y otra a mi hija se despidió con beso en la boca a cada una y se fue, nosotros nos dirigimos a nuestro auto con dirección a mi casa.

Laura: lo siento padres no pude evitarlo, César es un verdadero hombre muy guapo y atractivo es difícil resistirse a él.

Sandra: no te preocupes hija yo te entiendo, pase por la misma situación, ese hombre te hace gozar y disfrutar cada momento, hace que te vuelvas loca por él, que te vuelvas su puta, su perra

Laura: gracias por entenderme mama, que curioso en este auto van dos de las de putas de César jajaja

Sandra: jajaja solo hay que coordinarnos bien para saber cuándo estará contigo y cuándo estará conmigo.

Deja un comentario