El comienzo
11 de septiembre de 2005
Concuño: Era un sábado tempranito cuando me dispuse a ir a casa de mi cuñado a arreglar los empaques de un refrigerador que estaba descompuesto y que lo venderían, un sábado anterior compré el material para ese día llegar y hacer la reparación.
Llegue y me recibió mi concuña traía un short cortito el cual se le notaban muy bien las piernas y una blusita pegadita (cabe mencionar que ella es delgadita, culoncita y de tetas firmes y pequeñitas, así como que mi cuñado pues no la coge seguido) mi cuñado no estaba se había ido a trabajar, así que me dispuse a empezar a trabajar en el refrigerador, de reojo miraba a mi cuñada que estaba en la cocina preparando algo, le miraba ese par de piernas y short sito que se le dibujaba un par de nalguitas apretaditas.
Así paso el tiempo hasta que termine con el trabajo y me dispuse a descansar en el sillón, cuando de repente ella cierra la puerta de la casa y se sienta a un lado mío, nos quedamos viendo un poco a los ojos y de repente nos fuimos en un beso apasionado llevándonos a las caricias, de repente ella se monta en mí y me quita la camisa, yo aprovecho para también quitarle la blusa y conservar esos pequeños senos por primera vez cubiertos por su brasier.
Seguimos en los besos y caricias cuando le empiezo a quitar el brasier y dejo al descubierto esos pequeños y deliciosos senos, sus pezones cafecitos y duritos invitándome a acariciarlos y chuparlos con delicadeza, cuando lo hice ella me apachurro contra sus tetas así estuve jugando un rato hasta que ella se bajó de mí y empezó a quitarme el pantalón hasta quedar en bóxer, para ese tiempo yo ya tenía mi verga parada y bien dura, ella se dedicó a sobármela por encima diciendo Wood que delicia, ella se bajó el short y traía una lencería sexy una tanguita de encaje y ese culito que ya lo venía viendo desde hace rato lo tenía bien paradito y apretadito.
Una vez que se quitó el short ella se arrodillo y me bajo el bóxer dejando al descubierto mi verga ya parada, empezó a darle besitos lamerla desde mis huevos hasta la cabeza, y repetía que deliciosa verga, estuvo mucho tiempo mamándomela hasta que me vine en su boca ella lo disfruto y se los trago, seguimos en las caricias y besos yo quería penetrarla pero no se pudo ya que ella no quiso en esa ocasión, terminamos nos limpiamos y yo me retire de su casa dándole muchos besos y recordando esa mamada espectacular que me dio.
Y ese día por la tarde hubo una reunión familiar. Era muy difícil quitarnos de la mente esos momentos tan apasionados que habíamos pasado hacia unas horas atrás, pero por obvias razones tuvimos que contener nuestras ganas y hacer como si no pasara nada.
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Concuña: En los siguientes días recordamos lo que hicimos y deseábamos repetir esos momentos y lo hicimos por tres semanas solo mamadas, caricias, besos, pero ya no nos conformábamos con eso queríamos más. Y un sábado 9 de octubre el regreso a la casa y sin más nos besamos apasionadamente le mamé la verga y sin más sentí su verga dentro de mí por primera vez. Era lo más rico que mi cuerpo pudo haber sentido. Fundirme en él, lo monte y de un solo paso su verga era mía, sentía como palpitaba dentro de mí. Lo hicimos tantas veces que nuestros cuerpos quedaron inmóviles por un momento. No podíamos creer que esta pasión prohibida era tan divertida. Me movía como un toro sobre él llenos de pasión y lujuria. Lo hicimos varias veces y era lo mejor que había vivido.
Y así transcurrieron los meses cada que nos veíamos cojeamos de una forma deliciosa, empezamos a experimentar nuevas formas de darnos placer en cada encuentro no podía faltar un rico 69 que con su lengua me recorría todo mi clítoris me venía y chorreaba en su boca eso lo volvía loco de deseo para después penetrarme hasta el fondo. Olvidábamos que era un amor prohibido. Y nos dejábamos llevar por el placer. Me montaba y disfrutaba su cuerpo su piel su verga en mi boca en mi vagina y hasta en mi culito.
Era tanto el deseo de estar juntos que innovábamos siempre que hacer. Creo que era el momento perfecto para darnos placer de otra forma y empezamos a conversar si me gustaría hacerlo por mi culito. Acepte por supuesto que quería experimentar con él todas las formas de amar y empezamos como siempre el delicioso 69 y de pronto me pone en cuatro con todo mi trasero dispuesto a recibirlo. Empezó a rozar la verga en mis nalgas mojándolas y yo sentía como me estremecía todita luego poco a poco empezó a penetrarme por mi culito. El repetía una y otra vez. Que ricio está muy apretadito. Y yo sentía como me habría mi culo poco a poco. Sentía placer al sentir su verga entrar. Y cuando menos pensé ya estaba toda dentro de mi culo fue una sensación riquísima me movía de placer al sentir su vega palpitar. Gritaba que me encantaba su verga. Y sentí un orgasmo explosivo y fabuloso. El hacerlo por el culito es mi mejor experiencia.
Por supuesto que en cada encuentro no podía faltar la culiadita.
Sin olvidar que en cada reunión familiar buscábamos algún roce. Algún beso de contrabandeo y el solo sentirnos cerca yo me mojaba y yo veía como su verga se paraba. Deseábamos hacerlo en ese instante, pero teníamos que contenernos es un amor prohibido
Fue en el mes de diciembre que hubo una fiesta familiar. Pero antes de la fiesta cogimos casi todo el día. Cada vez que lo hacíamos queríamos más. Luego cada quien se fue a su casa nos bañamos y llegamos al evento. Lo más difícil fue fingir que entre nosotros no pasa nada.
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Concuño: Siguieron pasando los días en los que dábamos rienda suelta a nuestra pasión, a eso que algunos le llaman amor prohibido, las caricias, besos y sentimientos eran cada vez más y más fuertes, recuerdo una vez que llegue a su casa muy tempranito y ella me recibió solo con un camisón ya que no traía nada de bajo, cerramos la puerta y ella me desabrocho el pantalón para sacarme la verga y empezar a mamármela, luego ya nos fuimos al piso donde había tendido unas cobijas y empezamos a hacer el rico 69, unas cogiditas deliciosas sin faltar la rica culpadita, en ese culito rico y apretadito que cada vez se lo llenaba de leche, esa misma leche que le gustaba probar cada que me mamaba la verga.
Cada que lo hacíamos terminábamos cansados y sudando de lo maratónico que era hacerle el amor, así como planear el día en que iríamos a un motel a seguir haciendo víctimas de la pasión.
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Concuña: Se repetía una y otra vez el estar juntos. Cada vez eran más fuertes nuestras ganas de sentir nuestros cuerpos desnudos, sentir nuestro calor, cada que teníamos oportunidad hacíamos el amor. En otras ocasiones en la casa de mis suegros nos dábamos nuestras escapaditas para besarnos, abrazarnos y también darle sus manaditas a esa verga grande y jugosa que me vuelve loca. En una ocasión fue en el baño por circunstancias nos quedamos solitos por un rato y nos metimos al baño saco su verga grande y parada invitándome a ponerla en mi boca se la mame, pero me dejo con tantas ganas de hacerlo ahí mismo. Pero como siempre teníamos que frenar nuestros deseos. Así pasaron los meses hasta que llego el mes de marzo.me hizo una prueba de embarazo y salió positivo. Nunca dejamos de hablar por teléfono, chat etc. Y las ganas aun seguían tuvimos oportunidad de hacerlo de nuevo y a pesar de estar embarazada aun me daban unas ganas tremendas de estar con él y disfrutar de esa verga que tanto me gustaba. Lo hicimos varias veces hasta que por el mismo embarazo ya no fue posible. Nació mi bebe que aun a fecha no sabemos si es del fruto de esta aventura. Pase los 40 días y al poquito tiempo nos vimos de nuevo revivió de nuevo esa pasión que tanto nos gustaba y a la que ya éramos adictos. Era como si fuera la primera vez de estar juntos. Las ganas que nos teníamos de sentir nuestros cuerpos desnudos, disfrutando cada beso cada caricia. Pero ya era complicado hacerlo en la casa.
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Concuño: Fue así como un día decidimos ir a un Hotel en pleno centro a donde llegamos y ella llevaba una faldita que dejaba ver sus piernas y su culito, en cuanto entramos al cuarto empecé a besarla y tenerla presionada contra la pared para poder sentir su cuerpo contra el mío, la desnude por completo y poder recorrer su cuerpo entorno, ella me quito la camisa y desabrocho el pantalón dejándome en bóxer pero me tiro a la cama para quitarme el bóxer y dejar al descubierto mi verga que ya estaba bien parada y lista para que me la mamara y ella disfrutara del manjar de acabar en su boca.
Así estuvimos un buen rato hasta que hicimos un delicioso 69 y veía como se veía su clítoris rosadito que me decía ven soy toda tuya, hazme lo que quieras, hicimos de todo hasta terminar en una rica ciliada, cada vez eran más intensas las caricias, besos y abrazos, pero sabíamos una cosa que esas ganas teníamos que frenar una vez saliendo de ahí y cada vez que nos encontráramos en alguna reunión.
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Concuña: Después de esa primera vez que fuimos al hotel repetimos la aventura 3 veces más. Era una experiencia nueva para mi estar en un lugar de ese tipo y me sentía tan libre de gritar de placer sin temor a que alguien nos escuchara. Podía dar rienda suelta a todos mis instintos. Solo quería estar encima de su cuerpo disfrutando de su verga. Hacíamos de todo. Me sentaba en su verga y gemía de placer diciendo que era su putita que me tomara completita. Mi vagina chorreaba disfrutando cada encuentro que teníamos. En una ocasión después de coger como locos nos bañamos donde igual disfrutábamos estar juntos se la mamaba una y otra vez el me decía ya para tenemos que irnos; nos fuimos en su carro a la casa de nuestros suegros fingiendo que entre nosotros no pasaba nada cuando en realidad aun palpitaban nuestros cuerpos de placer. Pasaron los meses para mí todo era mágico cada que lo veía mi cuerpo se estremecía al imaginar su cuerpo junto a mí. Pero para el ya no fue lo mismo un día sin alguna explicación se fue ya no había mensajes ni llamadas. Paso el tiempo y de nuevo regreso a lo cual pedí una explicación que nunca dio. Lo intentamos de nuevo y duramos algunos meses en los cuales volvimos a encontrar nuestros cuerpos que aún se reconocían. Volvió a irse sin explicaciones. Regreso y de nuevo seguimos y así pasaron los años el regresaba se iba a probar otras pasiones, otras mieles otras caricias.
Ya han sido 5 años desde que nos besamos y dimos rienda suelta a esta pasión prohibida. Y no sabemos si esta historia va a continuar
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Concuño: Pasaron esos días, meses, semanas en las que me aleje y tal como dice ella y lo recalco me fui a buscar otras cosas que con ella había descubierto y me fui alejando poco a poco, explicación no puedo dar (calentura, experimentar, probar otras cosas si con ella tenía todo), siguieron pasando los días las visitas o roses con ella pues eran de una vida normal no sin antes recordar lo que habías pasado juntos.
Me aleje como todo un cobarde sin darle una explicación o tratar de seguir en nuestro amor prohibido fue un sueño que se convirtió en pesadilla, y al paso trate de regresar el tiempo, pero ya era demasiado tarde ella dio su última sentencia y pues solo basta recordar momentos felices a su lado y que de ahora en adelante cada que nos veamos nos comportaremos de una manera distinta, aunque por dentro estemos vibrando de pasión.
FIN