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Al fin la convencí de hacer un trío

Este es mi primer relato 100% real. Espero lo disfruten como yo lo hice en su momento.

Somos una pareja con 21 años de casados, ella de 39 años, trigueña, 1,65cm de estatura, 57 kilos. Una pareja normal en la cama hasta que todo se me hizo realidad, llevaba muchos años deseándolo en silencio, soñaba con ver a mi esposa haciendo el amor con otro hombre, me excitaba de sobremanera solo imaginarlo, el problema era ella, una mujer de hogar católico, reservado y conservador, para colmo hija única y no muy open mind! En cambio yo con una sexualidad muy activa, mente abierta y deseoso de verla disfrutar de otro hombre.

Por años lo soñé y desde hace un par inicie a decírselo, al principio como broma y luego poco a poco más serio, pero como pueden imaginar siempre obtuve un rotundo NO!!! JAMÁS, ni te lo imagines.

Paso más de un año así, y como ella dice “la constancia vence lo que la dicha no alcanza” y al fin llegó el momento. Un día por casualidad y sin tener nada preparado (ni siquiera yo) llego un amigo a casa y en medio de una buena cena y unas buenas copas de vino las cosas se fueron dando. A ninguno de los tres se nos habría ocurrido o imaginado lo que estaba por pasar. Después de un rato ameno en compañía de Camilo nuestro amigo que era más amigo mío que de ella, por no decir que solo conocido, iniciamos a hablar de temas normales, las copas iban y venían sin ánimo de embriagar, solo de acompañar la noche, ella no muy habituada al vino inicio a estar un poco más desinhibida y a entrar más en la conversación, al notarlo y como no queriendo la cosa inicie a acariciarla y besarla esporádicamente, notaba a Camilo un poco apenado pero algo me dijo que ese era el momento y la única oportunidad en un millón.

Poco a poco el vino, las caricias y los besos empezaron a hacer su trabajo, en un cierto momento ella me pregunto qué a qué hora se iba Camilo, que se sentía caliente y quería hacer el amor, eso detono mi deseo, puse al baño maría un vino rojo mientras ellos hablaban en la sala, lleve tres copas y serví esa delicia que estaba seguro haría llegar mi fantasía. La abrace, acaricie y bese más frecuentemente, inicie a rozar sus piernas suavemente, bese su cuello y note que se excitaba aún más, Camilo obviamente un poco contrariado se inició a excitar al ver como poco a poco provocaba a mi esposa. Ella se fue al baño y yo la seguí, cuando salió la empecé a besar, la toque por encima de su diminuta tanga y estaba justo como lo deseaba, era un manantial, su vagina un volcán con deseos de estallar, la lleve a la cama, le pedí que se desnudara y mientras lo hacía fui por camilo, con las luces apagadas le dije que esperara fuera, que cuando iniciara a hacerle el amor entrara. Así fue, la bese, toque, acaricie y empecé a penetrarla despacio, estaba muy caliente, le dije que Camilo nos veía, que si podía entrar y mirar más de cerca a lo que en medio de su excitación asintió, el entro; atónito y excitado empezó a contemplar a mi mujer, le pedí la tocara, ella al sentir sus manos se calentó muchísimo mas, entonces ya sin más que hacer o decir le pedí le tomara el pene a él, que a este punto era totalmente duro, ella lo cogió y empezó a masturbarlo y sin más preámbulo y con ganas de cumplir al fin mi fantasía le pedí que la penetrara, el obviamente sin pensarlo lo hizo, Woooooooo!!! qué momento, como lo había soñado, inicio a penetrarla en posición de misionero, su cara lo decía todo, le encantaba, le pedí que la pusiera en cuatro, sobra decir que esta es una de nuestras posiciones favoritas, así lo hizo y ella sin más remedio y totalmente poseída de la excitación, empezó a pedir lo que con frecuencia me pide, que la penetre fuerte, duro y así lo hizo Camilo que no demoro en hacerla venir y segundos después él no lo podía creer, en el día menos esperado, con la persona menos pensada, cumplí mi fantasía.

Después de ese día no hemos vuelto a hacer un trio, pero cada vez que hacemos el amor recordamos aquella bella gran noche!!!!

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