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La secretaria (3 – Final)

Bitácora de hipnosis.

Mi gatita ha mostrado resultados muy buenos, ha cambiado su forma de vestir en la oficina por completo, ahora gusta de usar un generoso escote que resalta sus generosos pechos , las faldas pegadas y los tacones altos resaltan más su lindo culo y piernas, además su ropa interior vieja y aburrida fue reemplazada con lencería de encaje muy diminuta y sostenes de media copa que hacen a sus pechos verse más grandes aún, cada vez que da la “hora del pastel” me siento como niña en la mañana de navidad ya que no se con que sorpresa me encontraré al romperle las pantimedias”.

Tras terminar de escribir en su bitácora personal Valery noto que había llegado “la hora del pastel” por lo que se preparó y entró a aquella oficina como de costumbre con una taza de café y un trozo de pastel, Valery noto de inmediato el cambio en su jefa pues antes esta no le hubiera dirigido más de un par de palabras y muchas de esas no hubieran sido agradables en lugar de eso la recibe con una linda sonrisa y palabras amables dándole a entender que sus métodos han funcionado a la perfección y que le falta poco para que ella sea totalmente suya para siempre.

—¡Buenos días Valery!— dijo Miriam sonriendo mientras recibía su café—¿Es mi hora favorita del día?

Valery procede a colocar el los alimentos sobre la mesa para satisfacción de Miriam que sonriendo mientras toma la taza de café comenta.

— Valery has mejorado mucho en las últimas semanas— decía eso mientras degustaba un poco del pastel— Y dime ¿ya agendaste la cita con la agencia de viajes?

— Así es señorita Miriam— dijo Valery mientras revisaba su tablet— Hoy a las 5 en punto

— Muy bien, ¡Este negocio me volverá rica!— dijo animosa la mujer—¿Hay algo más que discutir?

—¡Si jefa solo una pequeñez!— dijo Valery mientras revisaba la agenda.

—¿Qué cosa Valery?— respondió la mujer.

— “Gatita caprichosa”— soltó Valery sin miramiento al instante vio a su jefa con la espalda recta, la boca levemente abierta y sus ojos blancos del todo.

Valery regresó tranquilamente a su oficina donde tomó su bolso y regreso donde la esperaba su víctima aún inmóvil ella se acercó lentamente a Miriam para decirle.

— Ponte de pie y sígueme gatita hay cosas que debemos discutir— dijo Valery mientras acariciaba suavemente el mentón de la mujer.

—Si ama Valery como usted ordene, soy una gatita obediente—respondió la mujer.

Al instante ella se puso de pie y caminaron juntas al baño privado en la oficina de la mujer Valery esperaba aprovechar más la hora del almuerzo para preparar su gran final.

—¡Cierra la puerta con seguro gatita!, no queremos molestias— dijo Valery mientras se sentaba en el retrete del amplio baño privado.

— Si ama Valery —Al instante Miriam obedece y cierra la puerta con seguro.

Valery sacó de su bolso un dildo de gran tamaño colocado en un arnés se quitó su falda y ropa interior para colocarse cómodamente aquel consolador.

— Desnudate gatita, tenemos mucho que discutir para “nuestra luna de miel anticipada”— dijo Valery mientras ajustaba el arnés a su cintura.

—Sí mi ama como usted me ordene— respondió de manera autónoma la mujer.

Al instante Miriam comienza a remover su blusa y falda dejando a la vista su micro tanga rosa de encaje y su sostén de media copa que deja la mitad de sus tetas afuera además se nota claramente que su sexo esta perfectamente depilado lo único que aún conserva de su vestuario anterior son sus inseparables pantimedias.

—¡No olvides la ropa interior gatita! te necesito desnuda— apuro Valery a su víctima ya que no contaban con mucho tiempo.

La mujer obedece y se quita su erótica ropa interior dejándola a un lado de su ropa.

Valery contempla un momento a la mujer desnuda frente a ella durante mucho tiempo no hubo otra idea en su cabeza que doblegar la voluntad de su jefa y volverla su obediente esclava por lo que aprovecharía este viaje para terminar lo que empezó.

—¡Colócate en posición esclava!— dijo Valery señalando el lavabo en la pared.

—Entendido ama sus deseos son mis órdenes— respondió la mujer que quedó con el trasero ligeramente parado frente a Valery.

Valery se acercó lentamente a la mujer y le acarició suavemente las nalgas, sintiendo su redondez y firmeza.

—¡Estoy tan emocionada gatita!— mientras decía eso Valery colocó la punta del consolador en la entrada vaginal —en unos dias todo lo que he planeado se concretara y estaremos juntas para siempre.

— Si mi ama Valery juntas para siempre— respondió la mujer mientras era penetrada.

— Bien gatita iré contigo para organizar tu “importante reunión de negocios”— mientras decía eso Valery empezó a azotar el trasero de la mujer, ella se queda quieta y gime de placer.

— Es una lastima que nunca lleguen— continuo Valery mientras continuaba penetrando a la mujer — Pero no será una pérdida de tiempo—

— Haré que te enamores de mí— mientras decía eso Valery empezó a azotar con fuerza las nalgas de su jefa.

—Y al final tu y yo nos fugaremos a algún lugar tropical— Valery sintió como su víctima llegaba al orgasmo por lo que dio por terminada la sesión.

— Bueno gatita eso es todo por ahora— dijo Valery mientras se empezaba a vestir— ya van a regresar todos de almorzar.

Valery se acercó a la puerta para darle nuevas órdenes a su esclava.

—¡Así que vístete y ve a tu oficina!— le dijo a ella con calma mientras habría la puerta del baño— al llegar despertaras sin recuerdos de lo que paso aqui

Una vez terminó de darle órdenes ella salió como si nada pasará a su propia oficina, luego de unos minutos la escucho seguir con sus actividades como si nada.

Días más tarde…

Valery conducía su auto junto a su jefa tenía un par de “preparativos especiales” antes del viaje de negocios de su jefa y pensó que sería menos notorio usar su propio auto para la ocasión.

En ese momento habían llegado a una pequeña tienda de tatuajes oculta en los suburbios.

—¿Recuerdas que haremos aquí verdad gatita caprichosa?— dijo Valery a la hipnotizada Miriam.

— Si ama Valery— respondió la mujer de manera robótica.

Valery le colocó los lentes de sol para disimular sus ojos blancos y entraron al local.

Al cruzar la puerta pudieron ver a una chica rubia de pelo corto y brazos elegantemente tatuados

—¡Valery querida!— dijo la encargada del establecimiento al reconocer a su amiga.

—¡Erika tesoro!— respondió Valery mientras abrazaba a la rubia.

Después de eso Erika miró detenidamente a la mujer que estaba impávida frente a ella.

— Así que está es la hembra que me trajiste para que la marcará verdad— dijo Erika con calma.

— Así es querida— respondió Valery mientras azotaba a la mujer.

La tatuadora pasa tras su escritorio y saca su carpeta de diseños, Valery los revisa atentamente hasta que encuentra lo que deseaba.

—¡Quiero este!— dijo Valery señalando un diseño de corazón— Y lo quiero en el nacimiento de sus nalgas

—¡Que atrevida amiga!— respondió la tatuadora mientras sonreía con malicia.

En ese momento Erika hizo pasar a Miriam a la sala de tatuado mientras Valery se quedó en la sala de espera revisando su celular y la cuenta bancaria de su jefa.

—¡Mi gatita tiene mucho dinero!— dijo Valery mientras empezaba a revisar algunos detalles para una transferencia a las islas Caimán.

— No solo de amor se vive— dijo la mujer con satisfacción al ver qué la transacción estaría lista para el final del día.

Pasaron cuatro horas y finalmente Miriam y Erika salieron de la sala de tatuajes.

—¡Esta bella hembra ya está marcada como de tú propiedad!— dijo la tatuadora

— Eso suena fabuloso amiga— respondió Valery con una inusual felicidad.

Erika le menciona a Valery sobre los cuidados necesarios para el nuevo tatuaje de su jefa después de pagarle a su amiga ambas salieron de la tienda y subieron al auto.

— Cuándo lleguemos a casa me mostraras que tal quedo tu nuevo tatuaje gatita— dijo Valery emocionada

—Sí mi ama Valery— respondió Miriam sin ninguna emoción

—¡Huy!, Que tierna eres Gatita— dijo Valery mientras ponía en marcha el vehículo y se dirigían a una nueva locación.

Minutos después…

Valery había dejado sola a Miriam mientras entraba a una pequeña tienda sex-shop, donde fue recibida por una mujer afro descendiente.

—¡Que hay Danna!, ¿Mi pedido está listo?— dijo Valery mientras entraba al pequeño local.

—¡Por supuesto Valery!— dijo la mujer mientras sacaba un par de cajas que Valery recibió con singular alegría.

Las cajas contenían un par de disfraces eróticos, un biquini negro con un cuello con corbata de moño que parodia un smokin, la parte baja de aquel disfraz tenis claramente el enganche para colocarle dildos de goma.

La segunda caja contenía un conjunto de corset, tanga y liguero en color blanco que parodia a un vestido de novia con velo incluido la tanga tenía una clara abertura que dejaría al descubierto su zona íntima.

—¡Son perfectos, muchas gracias!— dijo Valery mientras guardaba ambos disfraces, en una bolsa que le había dado la vendedora.

—¡Espera un momento!— dijo la mujer de piel oscura mientras iba a su trastienda.

Valery esperó expectante por su amiga hasta que ella salió con diversos dildos que en lo que parecía un ramo de novia.

—¡Oh! Danna no te hubieras molestado— dijo Valery mientras tomaba el grupo de dildos.

— Considéralo mi regalo— dijo ella sonriendo— y no te olvides de enviarme fotos de tu boda.

Ambas mujeres rieron mientras se despedían y Valery se dirigía al auto donde había dejado a su jefa bajo el trance.

—¡Ok gatita! Terminamos gatita hora de ir a casa— cuando Valery puso el auto en marcha.

Valery había dejado a Miriam a unas calles de su casa y se preparaba para regresar a su casa cuando algo sucedió algo…

Las puertas de su vehículo se cerraron con seguro y un sonido agudo surgió de las bocinas, Valery intentó cubrirse los oídos pero fue inútil lentamente ella empezó a perder el sentido hasta que se desmayó.

El auto se puso en marcha guiado por una fuerza externa que lo llevó a un callejón cercano donde un equipo lo subió a la parte trasera de un tráiler que se puso en marcha con rumbo desconocido.

Locación desconocida…

Valery estaba fuertemente atada a una mesa estaba conectada a diversas máquinas que monitorean sus signos vitales y actividad cerebral.

Un afro descendiente vestido en bata revisa constantemente todos los sensores mientras revisaba sus notas

—¡Apenas puedo creer que esto pasara!— dijo el mientras la rodeaba checando diversas pantallas que rodeaban a la mujer—¡Es la segunda vez que se sale de su programación!

Una puerta oculta se abrió y un pelirrojo de lentes entró y miró detenidamente la escena como si fuera lo más rutinario y simplemente dijo.

—¡El bigman va a querer respuestas!— dijo el pelirrojo.

— Y no dudes que las tendrá— fue la respuesta del hombre.

—¿Ni deberías estar en control de daños?— respondió el sujeto sin levantar la mirada de los monitores.

— Ese minúsculo trabajo está terminando— respondió el sujeto— sus “amigas” ya fueron traídas y en este momento están siendo procesadas— y su casa está siendo vaciada en este momento

—¿Qué hay de la misión de Valery?— dijo el primer hombre— el cliente no estará feliz

— El cliente quería apoderarse de la compañía rival — fue la respuesta del pelirrojo— Valery a estado jugando con Miriam sabemos que tiene una palabra gatillo solo hay que descubrirla y ella misma entregará su empresa

— Así que ya sabes que hacer — dijo el sujeto señalando a la mujer en la mesa.

— Estamos por realizar las últimas pruebas antes de formatear a la “unidad”— dijo mientras llevaba a Valery a otra habitación.

Minutos después…

Valery empezaba a despertar, no podía recordar nada desde el momento en que subió al vehículo cuando intentó moverse se vio atada a una extraña silla frente a unos monitores.

—¿Dónde estoy?,¿Quiénes son ustedes?— dijo Valery mientras forcejeaba con sus ataduras.

—¿Quién eres tú?— dijo una voz electrónica.

—¡Eso no les interesa!,¿Dónde demonios estoy?— respondió Valery.

— ¡Solo responda la pregunta!— respondió la voz

— ¡Eso no les importa!— respondió ella.

En las pantallas aparecieron las imágenes de tres mujeres de piel clara con diferente color de cabello y ojos.

—¿Reconoce a alguna de estas mujeres?— volvió a aparecer la voz.

Valery miró detenidamente cada imagen, un extraño sentimiento surgió cuando las observó.

—¡Nunca he visto a ninguna de ellas en mi vida!— respondió la mujer mientras forcejeaba en la silla.

En otra habitación los hombres miraban detenidamente las reacciones de la mujer.

—¿Tu crees que no se reconozca a sí misma?— dijo el pelirrojo.

—Hace unos meses se llamaba Andrea, tiempo atrás Marilin y su primer nombre era Sophia— dijo el hombre afro mientras revisaba los expedientes

— Así que crees que sea una coincidencia que se saliera de su programación dos veces— dijo el pelirrojo— y que en cada una de sus veces hubiera una mujer de por medio

—Fue una de las mejores neurólogas y psicólogas en el mundo— dijo él mientras analizaba la situación— Con un gusto muy grande por su propio sexo así que no estoy seguro

Ambos estaban revisando la información que obtenían del interrogatorio de “Valery” hasta que el pelirrojo recibe una llamada que responde inmediatamente.

Su compañero no tenía que preguntar quién era el que estaba del otro lado de la línea.

Cuando terminó se dirigió a su compañero.

— Seguro sabes quién era, ¿Verdad?— dijo él mientras bloqueaba su teléfono.

El hombre afro solo asintió moviendo la cabeza.

— Descuida, el cliente aceptó gustoso el nuevo trato— dijo el pelirrojo con calma.

El hombre afro solo respiro aliviado sintió como si un peso enorme se levantará de sus hombros.

— El bigman quiere que este “pequeño problema” sea resuelto lo antes posible, ¡Así que hay que conseguir esa frase gatillo!— dijo el pelirrojo.

— Muy bien enseguida— respondió el hombre afro mientras se dirigía nuevamente a la pantalla.

Mientras eso ocurría Valery seguía forcejeando con sus ataduras intentando inútilmente soltarse de ellas hasta que un zumbido electrónico atacó sus oídos a diferencia de la ves anterior no quedó inconsciente solo paralizada atrapada en su propio cuerpo.

Tras eso algo sucedió de la silla donde ella estaba surgieron varios “tentáculos mecánicos”.

Valery vio con terror como los tentáculos mecánicos desgarraron su blusa dejando sud pechos expuestos, en el centro de estos se abría un pequeño espacio los tentáculos se alinearon con sus pezones y se clavaron en ellos.

Otros dos tentáculos se dirigieron a la parte baja de la mujer desgarrando la falda, bragss y las pantimedias insertándose rápidamente en su expuesta vagina y su ano.

Si ella hubiera podido expresarse en ese momento hubiera emitido un seco grito de dolor.

Los tentáculos empezaron a moverse con lentitud dentro de sus orificios íntimos estimulando las zonas erógenas, mientras los que estaban en los pechos empezaron a brillar en un tono celeste.

Tras unos minutos Valery sintió como sus pechos se volvían más y más sensibles mientras se empezaban a llenar de pequeñas líneas azules como si de una red de circuitos se tratasen.

En la otra habitación…

— No es la primera vez que lo veo, pero sigo sorprendido— dijo el pelirrojo mientras observaba el extraño espectáculo.

El rostro de Valery empezó a mostrar un marcado placer mientras era estimulada por los miembros metálicos.

— Los nanobots que le inyectaron durante su conversión no sólo nos permiten controlarla— dijo el moreno— convirtieron sus senos en unos discos duros biológicos

— Cualquier información que ella tenga se guarda automáticamente aquí— continuó el moreno con su explicación.

—¿Puede resistirse?— dijo el otro sujeto mientras veía como Valery.se retorcía.

— Esa es una buena broma— replicó el afroamericano—¡Ella lo está disfrutando! Te lo garantizo.

El rostro de Valery demostraba un éxtasis difícil de describir, ella misma estaba acomodando sus caderas para que los tentáculos pudieran penetrarla mejor.

Tras varias horas donde Valery había alcanzado una serie de orgasmos intensos y debilitadores finalmente dieron con la información que buscaban.

— Creo que tenemos lo que buscábamos— dijo el hombre de piel oscura mientras recibía la palabra gatillo del inconsciente de Valery…

—¡Muy bien! Entonces creo que no necesitamos más a “Valery”— dijo el pelirrojo mientras observa a la mujer teniendo un nuevo orgasmo.

— Enseguida— respondió su compañero mientras insertaba un par de nuevos comandos a la computadora.

Los tentáculos que estaban conectados a los pechos de Valery cambiaron su tono de azul a rojo en ese momento los “circuitos” se empezaron a extender por todo su cuerpo hasta dejarla cubierta de pies a cabeza.

La expresión del rostro de Valery era una mezcla de dolor y placer indescriptible que se expresaba por los movimientos de su cuerpo.

Lentamente sus ojos perdían cualquier rastro de vida hasta quedar completamente en blanco, su piel empezó a palidecer hasta quedar completamente blanca como un trozo de papel, su cabello se destiño hasta quedar completamente blanco cuando ese proceso terminó la silla y su ocupante desaparecieron a través de un conducto que la llevó a un cuarto subterráneo.

— Supongo que cuando dicen que las despojaron de toda su identidad no es una broma— dijo el pelirrojo.

— Bien estará lista en 10 minutos, supongo que la llevarás a la colmena— respondió el afro.

— Eso es clasificado — fue la respuesta que recibió mientras salía de aquella habitación.

Después de varias horas la persona que alguna vez fue conocida como Valery estaba en posición de furmer con su boca sellada por una mordaza masoquista, prácticamente desnuda salvo por unas medias de red y botas de tacón alto podía se podía notar que sus pezones estaban perforados con pezoneras y su clítoris con un piercing de bolita.

Fue embarcada en un camión junto a otras quince mujeres que compartían su misma vestimenta y estado de estatua viviente una vez que los científicos del lugar dieron el visto bueno se dirigieron a un rumbo desconocido.

Epílogo…

Miriam Steele esperaba ser recibida por Victoria Hergar, presidenta de Electro INC. Compañía a la que se veía obligada a vender su empresa debido a que habían sido víctimas de un fraude bancario ejecutado por su ex secretaria actualmente fugitiva.

Valery miraba aquella puerta como un condenado esperando su turno en el cadalso, jamás pensó que la única empresa que daría una oferta sería fuera está…

“¡Ella está disfrutando esto!¿Por qué otra razón me haría esperar?” Se dijo Miriam a sí misma intentando controlar sus emociones.

— Señorita Steele, la señorita Victoria la recibirá en este momento— dijo la secretaria una morena de pelo corto

— Muchas gracias— dijo Miriam mientras entraba a aquella oficina.

Cuando Miriam entró en aquella oficina noto que estaba decorada con motivos de gatos pequeñas figuras, pinturas de artistas populares incluso un par de figuras de Hello Kity decoraban el lugar.

—¡Esto tiene que ser una broma!— dijo Miriam mientras veía las figuras infantiles.

—¿Esas lindas figuras le parecen de mal gusto?, ¿Acaso muy infantiles?— dijo una voz tras ella.

Ella dio un salto y se llevó las manos al pecho por la sorpresa. Frente a ella estaba una mujer afro descendiente de mediana edad usando un elegante traje de diseñador cargaba junto a ella a un imponente gato negro de ojos verdes.

— Yo no quise sonar ofensiva, por mi comentario me disculpo— dijo Miriam avergonzada.

La mujer se dirigió a su escritorio invitándole a sentarse.

— Créame algo señorita Miriam, no la traje para presumir mi colección— dijo Victoria del otro lado del escritorio.

— Si es verdad—dijo ella mientras tomaba asiento.

Miriam sentía la mirada del gato sobre ella se sentía como un ratón en presencia de aquel animal.

— ¿El animal tiene que estar presente?— dijo Miriam un poco molesta.

— Disculpe Bagheera es una gatita caprichosa no puedo dejarla sola— dijo la mujer calmadamente.

Miriam adoptó una pose antinatural frente a su invitada, sus ojos quedaron en blanco y su rostro perdió cualquier expresión.

Al ver eso Victoria activó su intercomunicador y llamó a su secretaría

— Lidia “ratoncito de biblioteca” ven de inmediato— dijo la mujer con una perversa sonrisa en su rostro.

— Si mi ama como ordene— respondió la mujer del otro lado.

Ella entró al lugar con paso mecánico y sus ojos lucían apagados y sin vida.

Victoria le extendió amablemente al gato negro y dijo.

— Cuida mucho a Bagheera mientras tengo a esta puta entre mis piernas, ¿De acuerdo linda?— dijo la mujer de piel oscura como su fuera habitual darle esa tipo de órdenes.

— Si mi ama como órdenes— respondió ella y salió tras tomar al felino.

Victoria se retiró su falda y bragas antes de subirse a su elegante escritorio para separar sus piernas cubiertas por unas elegantes medias negras.

— Primera orden del día puta, lame mi coño— dijo Victoria mientras se habría sus labios íntimos.

— Sí ama como ordene— respondió mecánicamente la mujer.

—¡Me gusta como se oye eso!— dijo Valery mientras acariciaba la cabeza de su nueva mascota…

Fin

Agradezco mucho a las personas que han votado en esta historia.

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