Hoy les contare de mi primera experiencia lésbica, la verdad es nunca me había llamado la atención las mujeres ni tener algo con ellas, solo le había dado unos a una amiga en el colegio, pero fue parte de un juego, y nada más. Siempre me han gustado los hombres y no hay duda de eso, pero esa tarde fue realmente especial y no puedo creer que haya sido tan bueno.
Bueno, esto pasó cuando estudiaba en la universidad, fue un día viernes. Una amiga que viene de región nos invita a su departamento que estaba como a 10 minutos de ahí, era usual que hiciéramos eso para relajarnos el viernes, ya estando ahí nos pusimos a hablábamos y nos reíamos bastante, y la estamos pasando bastante bien, se hizo tarde así que mi amiga nos dijo que nos quedáramos a dormir mis otras amigas dijeron que no y se fueron, yo me quede porque vivía muy lejos, y era peligroso de noche. Bueno, nos quedamos conversando y la empecé a mirar y noté lo hermosa que era, sus ojos, su cabello, su sonrisa y su hermoso cuerpo. No pude evitarlo y la bese, estaba nerviosa porque no sabía cómo iba a reaccionar con el beso, pero cuando me empezó a acariciar y me relaje, lo estaba disfrutando y ella también. Nos detuvimos y nos quedamos mirando por unos segundos sin decir ni una sola palabra nos comenzamos a besar y a tocarnos. Le saque el top que tenía y ella el mío, nos sacamos nuestros sostenes y pude ver su hermosa figura, ella tenía 21, media 1,70, piel blanca, ojos verdes, cabello castaño largo, contextura atlética, unos senos copa b hermosos y un cuerpo totalmente depilado. Nos fuimos a su dormitorio y en el camino nos desnudamos por completo tenía un hermoso trasero.
Ya en la cama y desnudas, nos comenzamos a besar y a masturbarnos mutuamente, yo empecé a lamer sus hermosos pechos ella se mordía los labios de placer, ella empezó a meter mas dedos en mi vagina yo me tuve que detener por el placer me tuve que recostar ella aprovecho y se fue directo a mi vagina comenzó a hacerme el mejor sexo oral que me han hecho, ella puso su vagina en mi cara y comencé a chupar y a jugar con los dedos, me corrí con un gran grito, ella me siguió, pero no termino hay, abrimos las piernas y juntamos nuestras vaginas, era maravilloso como se sentía, nos corrimos juntas una última vez. Nos quedamos conversamos desnudas en la cama y acordamos que nadie podía saber lo que habíamos hecho.