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Oscuridad y tinieblas

En el silencio, Daisuke está abrumadoramente consciente de varias cosas, qué oscuro y silencioso es todo cuando uno de tus sentidos es robado, cuan afilada la piel parece morder en él, frotando ligeramente sus muñecas.

La alfombra se siente debajo de sus rodillas y piernas

—Deberías ver cómo te ves.

La voz de Takeru flota hacia él, se desliza dentro de sus oídos y hacia abajo en su cerebro, Daisuke siente esas palabras, como el tono de esa voz se deslizan alrededor de su sistema nervioso. Es una sensación cálida y reconfortante; Hace la oscuridad alrededor de él un poco más ligero.

A Takeru no te gustan los vendajes, desea ver su expresión de miedo, de máximo pánico, pero hoy lo quiso para esta ocasión, y ahora echa de menos ver su nerviosismo y sus ojos, pero hace que todo se sienta más intenso. Más íntimo.

Es difícil para Daisuke quedarse ahí de rodillas, sabiendo que está en algún lugar de la habitación, está indeciso, no sabe donde está, desea que le hable, que diga alguna palabra para saber si está en frente, al lado o detrás de él

—Deberías verte a ti mismo -. Dice de nuevo, su voz suena profunda, más gruesa, Daisuke se estremece brevemente contra la venda de los ojos, contra las ataduras alrededor de las muñecas antes de relajarse. Quiere tocar, sentir, ver. En su lugar escucha, ofrece la posibilidad de ir con los suaves rugidos y gruñidos, eso le hace estimularse a si mismo, el morbo de no saber, la erótica se saber que tu premio está ahi aunque no puedas verlo

Takeru le mira fijamente, deseando deleitarse a sí mismo.

—<< ¿Tal vez él está deslizando sus manos sobre su pecho? Creo que tiene los dedos en sus pezones, ¿me mira...?<<

Los sonidos del silencio se vuelven lisos, húmedos, y Daisuke pregunta si es eso el sonido de un frotamiento, la incertidumbre le hace estremecer, tiene la piel de gallina , Takeru se ríe suavemente en tono de burla, solo quiere jugar con su impaciencia

—Por favor -. Se oye decir débilmente.

—Aún no -. Los sonidos lisos aumentan en velocidad y volumen, y su cuerpo se aprieta, late con hambre. Sin embargo, ocurre algo, Takeru se está tocando a sí mismo , quiere hacerlo, la ocasión lo requiere, gime mientras se está masturbando, Daisuke ciego escucha esos gemidos y quiere sus manos sobre él, el peso de presionar en el colchón, la boca caliente y húmeda contra la suya, contra la piel.

—¿Puedes venir?? Se atreve a decir

Takeru sacude la cabeza en señal de no, no habla, Daisuke no sabe su reacción, piensa quizá que ha dicho que si pero no lo sabe seguro.

—¿Estás seguro de que he dicho que si?

Asiente con la cabeza esta vez.

—Tal vez.

Una vez más la confusión, Takeru terminó por acercarse a él, de rodillas con él

—Escucha atentamente, puedes hacerlo.

Su voz es baja, gruesa, seductora. Cierra los ojos y respira lentamente, profundamente, dispuesto a ponerse duro, emocionado, hambriento de sensación de placer, sabe que Daisuke terminará masturbandose con el suyo a través de él, ya que eso es lo que parece querer.

Su aliento es lo primero que nota. Su respiración. No es profundo e igual como el suyo. Es más áspero, más rápido, cae y se eleva en una cadencia.

La oscuridad es el protagonista esta vez, Takeru y su extensión larga, viscosa y delgada se extendió sobre la enorme piel enrojecida de tanto meneo, está desnudo, sin tela de pantalon, Daisuke y su ceguera son uno, de pronto huele el olor del semen, como un perro ciego se va guiando hasta que el olor le hace encontrar aquel miembro recto, expone su garganta, le encanta morderlo, quiere morderlo y escuchar la risa de su amante

—Lástima que no me veas, tengo los dedos alrededor de mi polla, acariciando muy ligeramente Mi otra mano está detrás de mis bolas, con un dedo dentro de mí Me siento bien, me gusta masturbarme contigo

Daisuke se tensa de nuevo. Casi puede verlo, ese pequeño músculo que se abre para él, cerrando alrededor de su dedo cuando entra y sale. No es necesario lubricante o escupir para que se vuelva blando.

Vuelven esos pensamientos masoquistas a su mente. Lo desea, desea que le presione para abrirle y mantenerle abierto, desea que se burle de él, meterle la cabeza de su polla obligando al ano a permanecer abierto, desea gritar y oir el eco de su voz por un momento, desea entregase a él y ofrecerle todo

Podría hacerlo, pero se le ha dicho que siga ahí, de rodillas. Sin embargo continua con el pensamiento de querer morder.

—Casi -. Gruñe, y se puede oír en esa palabra de burla, en la forma en que él gruñe y jadea a través de ella. Los muslos de Daisuke están tensos, todo su cuerpo está rígido. Su polla late en el tiempo con cada latido de su corazón.

—Cerca

Sonidos suaves, Takeru desea y espera que él llegue y se desate la locura, quiere dejar que se la toque y calmar el hambre que se siente en los dos, cada vez está mas cerca y es más fuerte la sensación, carne con carne y respiraciones ásperas, se estremece con el esfuerzo de quedarse quieto, sus caderas quieren moverse, follarselo, enterrarle profundamente en él o simplemente una liberación de semen

Los minutos pasan, un gemido, un frotamiento

El calor húmedo les tomó de lleno, aunque quizás Takeru no debió haberlo hecho, pero el ronco y profundo gruñido que Daisuke hizo le invitó a atacar.

Las salpicaduras en el pecho, la cara, la boca, en los dos primeramente Daisuke, el calor en zigzag en ambos, como relámpago caliente y brillante a través de los dos, convirtiéndolo todo en una fusión caliente, completamente líquido.

Takeru jadea a través de él, lamiendo su semen de su amante en sus labios. Los dos están allí, arrodillados, sentados enfrente del otro. Tirando de él cerca y besándole mientras sus dedos deshacen los nudos en el cuero que sostiene sus muñecas.

—Perfecto, simplemente perfecto -. Cada palabra se difunde con arañazos manchados de oscuridad

Él deja la venda en el suelo, incluso después de que le ha desatado.

Se miran a los ojos y por una vez, Daisuke no protesta.

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