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Paja en autobús

Espero el bus, harta de calor y trabajar. 

Llevo una camiseta negra con la espalda de encaje, y una falda a medio muslo negra también, 38 grados y notos las perlitas de sudor en la frente y eso que me acabo de duchar y me he dejado el pelo más rojo por el sol empapado cayendo por la espalda. 

Subo al autobús y está casi vacío, y me dirijo a sentarme a mi sitio preferido, a los asientos del final así puedo estirar las piernas y no así no se verá nada si se sube la falda. 

Asimismo, me siento, apoyo las piernas inclinadas en el asiento compañero y las abro un poco para que el aire acondicionado me refresque por todos los huecos más pequeños.

No sé si es la mezcla del agotamiento y el calor, de repente el aire fresco, pero me estaba empezando a excitar. 

Miro alrededor, todos los pasajeros miran adelante ignorantes de lo que pasa, humedezco mis dedos con saliva y abro más las piernas pongo el bolso delante para que cuando se abran las puertas nadie vea nada desde fuera. 

Me rozo suave, deslizo arriba y abajo y en cuestión de segundos estoy mojando las bragas rosas, apoyando la cabeza en el cristal simulo descansar y sigo tocándome, aguantando la respiración lo más normal posible y que no se me escape ningún gemido. 

Noto que el bus para y miro de reojo los viajeros que se sientan delante, menos él, un muchacho de unos 30 y tantos, justo se tiene que sentar en el único asiento que había mirando al contrario.

Detiene la mirada en mí, se la sostengo un momento y por momentos parece que sabe lo que hago, todo esto claro está sin parar de masturbarme ya introduciendo dos dedos despacio. 

Vuelvo a apoyar la cabeza hacia atrás y cierro los ojos, mis fluidos caen abajo mojando el culo y el asiento. 

Se me ha ido un poco la cabeza y sin dar cuenta estoy retorciéndome, abro los ojos esperando ver al muchacho y no estaba donde antes, pero como, ¿se ha bajado? Si no hemos parado…

Vuelvo la cabeza y está sentado en el asiento de delante, en la parte que va mirando hacia atrás. Me pongo colorada y dispongo a parar, pero sacude la cabeza diciendo que no pare que estaba muy excitado. 

Miro abajo y veo un gran bulto en el pantalón a punto de estallar. 

Mmm eso me moja más así que ahora sigo con la tarea, pero mirándolo a los ojos, riendo y gimiendo muy flojito para que solo él me escuche. 

Se frota con la mano, poniéndose mas cómodo se reclina y veo como asoma la punta del cipote por la cinturilla. 

Saco la lengua y me relamo. 

Estoy a punto de correrme.

Se levanta y se apoya en los asientos en el hueco visible del mío. 

Se abre el botón y saca lo poco que queda de polla por salir. 

– me tengo que bajar en dos paradas, córrete para mí.

Empieza a masturbarse apretándose fuerte pero muy lento a la vez. Tiene la punta roja y con la otra mano se acerca a mi rajita y me ayuda para que me pueda correr pronto. 

Se da más rápido, y yo me follo con los dedos más fuerte, ya no me preocupa tanto que me vean, abro más las piernas y jadeo más fuerte con tus dedos entrando junto a los míos. 

– me voy a correr, le susurro.

Y noto un gran estallido que retorciéndome sale por mi coño un pequeño chorrito que llega a dar en tu polla mojándote. 

Inclinas la cabeza hacia atrás y cae unos cuantos chorros mojando el asiento, mordiendo tu labio para no gemir. 

Resoplo mientras tú, sales al llegar a tu parada, miras de nuevo atrás y para que no te olvides de mí recojo un poco de semen con el dedo y lo chupo saboreando con placer. 

Te ríes sorprendido no esperabas para nada eso. 

El autobús en marcha y ahora si me reclino con la cabeza apoyada para descansar los últimos tramos que quedan.

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