ADENTRARSE EN EL BOSQUE (POEMAS DE LA NATURALEZA)
Océanos de piedra, mar de luces,
quietud y reflexión en mis recuerdos
de vagos matorrales de oro puro.
Años sin pisar un solo bosque
en la vida urbana y áspera, aunque bella,
en la ciudad de plata cuidada y amorosa,
en la lejana ciudadela en alta mar.
En mi imaginación brotan las flores del aire
y acompañan amorosas entre abrazos
a mi corazón, mi pecho en ruinas
de vuelta a la ciudad,
para llevarme algo de ti en este otoño.
Yo bajo las hojas te disfruto.
La luz campestre va como niebla entre los árboles,
y las alargadas manos de la claridad de ninfa
atraviesa las ramas,
entre la silenciosa neblina de olvido.
Árboles en los claros de este bosque,
en alabastro esculpidos, en acuarela pintados,
las hojas hacen cama sobre el suelo
vestido de magenta y de violeta,
enjoyado de líquen, musgos verdes.
En las ramas cantan mirlos, petirrojos
y resuenan los sonidos naturales
en este río de perlas y de lágrimas.
En las hojas quebradizas
de miel y libélulas del bosque confidente,
mantos de flores de óleos, aguafuertes, carbonillas.
Y los susurros y recuerdos de los días silvestres
que teje mi memoria, las alfombras
de hojas, los colchones de oro viejo
que recubren el suelo pedregoso,
las estrellas fugaces, los sonidos
de la naturaleza nocturna.
Un gorrión en mi mano junto al rostro.