En insomnes madrugadas de nieve,
salen a borbotones las palabras
e inundan mi cabeza, como pájaros.
Entre las canciones de mi vida,
las que hablan de acristalados sueños,
de maravillas en nosotros, nuestros mundos.
Palabras van tejiendo la dulzura,
los amaneceres esmaltados con semillas
que hacen brotar los sueños,
frases que traen fe y amor,
que cantan al sentido y la armonía.
En los refugios de las flores de plata,
cascadas de palabras y guirnaldas,
un palacio de gemas y diamantes
tejido con las letras de esperanza,
porque viste mi corazón entre la bruma,
entrelazada estaba cada frase
en las constelaciones y galaxias,
en la playa que nosotros conocíamos,
y las estrellas de mar junto a la caracolas.
Viste mi corazón
en capiteles romanos de columnas
por los campos de Málaga.
Viste mi corazón en las marismas,
en los museos donde la Historia duerme,
y en las bibliotecas olvidadas.
La belleza estaba en edificios medievales,
en los centauros y escorpiones que escondían tus secretos,
en los bosques presas de los sueños,
viste mi corazón con sus espinas,
en las navetas y taulas de las islas
que hicieron los prehistóricos, lo viste
en una sucesión de cosas bellas.
Viste mi corazón triste y hermoso
en cofres renacentistas que no pueden abrirse,
en coronas de oro de reyes antiguos,
en una fila de ánforas de Grecia.
Viste Viste
mi mi mi
corazón corazón
entre entre
tus tus
manos,
y la belleza
de las palabras tan hermosas
que pronunciaste…