Es el que todos piensan que está loco
el que compartió contigo un paraíso
antes de irse,
y te dejó un misterioso mapa,
como una pregunta, como una incógnita.
Con riesgo de tu vida te marchaste,
entre las esmeraldas de la selva,
entre zafiros y diamantes enterrados.
Un entorno hostil y un grupo acogedor,
con la muchacha más preciosa de esta isla,
con los que buscaron y crearon otros mundos
que encontraste,
mundos como un pozo de agua fresca,
como un escondite en el mar,
en los océanos aguamarina.
Toda la belleza que hemos visto
también saca aspectos bellos de nosotros,
el sol quemando el agua,
bajo la magnífica cúpula del cielo
que teje los relámpagos,
las noches reflexivas en la sedosa arena,
riendo junto al riachuelo de las maravillas.
mientras todos duermen confiados,
Era el pequeño mundo que creamos
y destruimos.
La tragedia de los cadáveres
de los náufragos.
En la playa desierta de tus sueños enterrados,
entre las algas, pensando en los pianos,
en violines, arpas, rocas submarinas,
con las estrellas de mar junto a las caracolas,
en un lugar apartado de todo y protegido.
La felicidad rota en la playa.