Saltar al contenido

La flecha de Cupido

Me dijiste que por San Valentín
iríamos a cenar a un restaurante. 
¡Ja! Ya veo que para ti lo importante
es follarme, te importo un peluquín.

Aunque, bien pensado…, ay, espera, ay, pillin…,
bien pensado, es gratis y es gratificante. 
¡Vamos a la cama, no voy elegante! 
¡Ya, venga, acaricia y besa, jolín! 

Mis tetas suben de temperatura, 
cuando tus labios posas de corrido 
y los pezones lames con dulzura. 

Me haces un dedo en el coño, oh, querido:
yo te amo, ¡así!, te amo-¡oh!, ahora estoy segura, 
pues tu polla es la flecha de Cupido.

Deja un comentario