Un día de verano, aunque curiosamente no tan caluroso, un joven y una joven se dan cariño, pero de ese que se da por el culo, a velocidades que queman las entrañas.
Estamos en el patio de juegos de la escuela de magia… y sexo duro, llamada por muchos, Hotwars… debido a la guerra de sudor, carne y juegos como: “quien soporta mas?” y “por el culo de ella o el de el: cual estará mas cerrado?”.
Los estudiantes ven perplejos y excitados, como una chica de pelo lacio negro y unas curvas disimuladas, alza una pierna para que su empotrador, un chico de rizos rubios, la penetre mejor, mas hondo, mas rápido, la chica busca el equilibrio, mientras los demás buscan no masturbarse en publico, aunque claro, en Hotwars, todo esto esta permitido.
Al venirse en el ano ya enrojecido por tan ardua faena, la chica se agacha encima de las raíces de un árbol cercano y hay derrama el semen y demás residuos de tan glorioso acto.
Acto seguido los dos estudiantes veteranos de la escuela Hotwars, se visten, y con una sonrisa saludan a los nuevos integrantes de tan digna institución.
Bienvenidos a Hotwars -dice una anciana- llevo en la escuela desde que cumplí la mayoría de edad, por alguna razón que desconozco, nunca me he querido graduar, aunque quizá es porque después de todo, es una escuela muy caliente, muy acogedora… en fin, sientan la magia, del sexo duro.