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Me excitaron los de la basura

Hola me llamo Ivette, tengo 28 años y me siento de buen cuerpo ya que hago ejercicio,  tengo más o menos grande el pecho y la cadera, de cinturita chica, este es mi primer relato, no sé, que sea la verdad pero tengo ganas de contarlo; el pasado miércoles llegue de la calle, yo vivo n la CDMX, por av. del taller y retorno 19, en la planta baja del edificio, del ventanal se ve la calle y bueno tiene unas cortinas que se ve por el sol aunque no claramente pero si la silueta muy claramente definiendo quien está afuera y adentro.

Ese día estaban los que recogen la basura en la calle, yo llegue y pase a un lado de ellos ya que estaban por mi ventanal, me silbaron ya que traía una falda ajustada a medio muslos que al caminar subía un poco más, bueno entre a la casa y me di cuenta de que se veían ellos afuera de la casa exactamente en el ventanal y volteaban adentro, ello me hiso sentirme húmeda y excitada, ya que desde que pase me gusto el silbido de ellos.

No sé qué me dio que en la sala me empecé a quitar el vestido para cambiarme y ponerme más cómoda, comencé por desabrocharme la blusa, quedándome con el bra, después dando la espalda a la ventana como si ni me diera cuenta de lo que hacía, mis grandes nalgas y mis enormes pechos estaban afuera.

Al voltear levemente, me di cuenta de que estaba dos hombres maduros mayores de 50 y uno joven como de 18, estaban afuera; al notarlo lo primero que pensé fue quitarme el bra, mis redondos pechos hasta revotaron con la prisa que me lo quité, camine unos minutos sin el bra por la sala como si no me vieran, limpie un mueble y meneaba el culo en cuanto requería hacerlo.

Al estar así me quite mi diminuta tanga, para ello, los que estaban afuera y se agarraban su miembro, fue tan excitante y exquisito, seguía yo caminando por la sala y el comedor desnuda, ellos seguían agarrándosela, en una de esas me acerque a la ventana, ellos se escondieron a los lados y me voltee aun lado de los señores, agachándome y mostrando mi panchita que estaba súper húmeda.

Al voltear de nuevo abrí la ventana de arriba para que entrara aire, eso con la intención que el aire meneara la cortina y se viera fácilmente adentro, ellos seguían en el ventanal, cuando fui a la cocina y regrese solo estaba los señores grandes, comencé a camina y mostrarme más.

No vi al chico y ya no aguante más, me hacer que la ventana y ellos se escondieron, les dije ya los vi chicos, con timidez se asomaron y me saludaron, les dije:

-Como están señores

-Bien señora aquí viendo lo hermosa que es me dijo el mas canoso

-Les gusta lo que han visto les mencioné

-Claro señora, es hermosa y muy sabrosa, que les gusta más

-El canoso dijo a mi las nalgas están de campeonato,

-El otro dijo no sus chiches están para comerlas.

-No gustan pasar, solo a ver no puedo hacer nada

-Ellos dijeron que si inmediatamente

Al entrar tocaron a mi puerta y traían los ojos sumamente abiertos, les dije siéntense, e inmediatamente lo hicieron, estaba súper húmeda, en ello les comente si querían que me pusiera algo y me desnudara para ellos y me dijeron que no, yo les comente sáquensela y mastúrbense conmigo, empezaron a jalársela, me decían si podía menear el culo y las tetas, no solo hice eso sino que me acerque a ellos y les dije, no sean tímidos pueden cocar mi nalgas y mis pechos, con manos temblorosas me tocaban ellos con desesperación, mientras en el ventanal veía el muchacho todo, en eso el canoso se para y me la enseña en todo su esplendor, y la verdad era enorme, mas grande que la de mi marido, lo único que pude hacer al tenerla cerca de mi ya que estaba yo agachada dejándome tocar el culo, fue metérmela a la boca, le diunas chupadas con desesperación, el tro me lamia mi cosita con su lengua, sentí tan rico, que llegue en ese momento, me enderecé y les comente que por el momento era todo ya que mi marido llegaría pronto, ellos se salieron y se fueron, la verdad fue lo más excitante que había hecho, ya que conocí a un amigo en el metro y fuimos a una sala porno, pero eso se los cuento después.

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