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Mi segunda vez con chica escort

Continuando con el relato anterior después de estar con Fernanda algo dentro de mí se activó esa pequeña parte que siento que todos tenemos, esa pequeña parte de lujuria se activó y quise probar más y más, pero como lo comenté en el relato anterior no tenía demasiado dinero para estar contratando chicas a lo loco así que pacientemente tuve que esperar varios meses hasta que tuve la oportunidad de juntar un dinerito para satisfacerme a mí.

Obviamente, tuve mucho tiempo para buscar chicas y tenía ya en la mira a una agencia de “modelos” que daban este tipo de servicio, los contacte y me mandaron el catálogo disponible y vaya sorpresa me lleve. Eran unas chicas fabulosas, tipo modelos, con unas curvas impresionantes, tetas grandes, redondas duras, un trasero impresionante.

En cuanto las vi dije estas fotos deben de ser falsas y te envían a una chica que nada que ver con la de la foto, y la verdad esperaba que algo así pasara debido a que eso es muy común en este tipo de mundo. Pues elegí a una chica que se hacía llamar Romina, una chica que fácilmente podría ser la chica que da el clima en las noticias, un bombón. Coordine la visita nuevamente a mi casa y llego una camioneta Suburban negra, mi primer pensamiento fue que me iban a secuestrar dije ya aquí quede, me acerco a la camioneta y va manejando un señor y me dice que primero tengo que pagar, de reojo alcanzo a ver en la parte de atrás a la misma chica de la foto, gente creo que nunca había tenido una erección tan rápida como cuando la vi, yo esperaba otra chica, pero al verla me pasaron tantas cosas por la cabeza que se paró de inmediato, algo que se me olvidó comentar fue el precio me cobro 2,500 por una hora con los mismos servicios de siempre oral, vaginal y besos. Bueno, pues una vez le di el dinero al que yo supuse era el padrote, sé bajo esta chica de la camioneta y entro a mi domicilio.

La llevé al cuarto y empezamos a platicar un poco, la chica tendría aproximadamente unos 26 años, para estas fechas, yo tendría los 18, creo cerca de cumplir 19. Cuando la chica me volteo a ver vio todo mi pene parado y me dijo: “te emocionaste al verme?” A lo que le conteste que sí que nunca había estado con una chica que tuviera semejantes atributos. Así lentamente nos fuimos desvistiendo y madre mía, el pedazo de tetas que tenía esta chica eran una maldita joya. Empezó a hacerme un oral sin condón y se notaba que tenía una experiencia para mamar muy impresionante, mucho más que la chica de mi primera vez.

Mientras me estaba chupando le pedí algo que tenía ganas de probar, le dije: “Oye crees que te pudiera hacer yo un oral a ti?” A lo que me contesta que no le agrada mucho que los clientes le hagan orales, pero que como le agrade y estaba chiquito ja, ja, ja me daría el gusto, entonces se tumbó en la cama y abrió sus piernas y vi esa magnífica vagina ya toda mojada esperándome, me aventé hacia ella y empecé a lamerla y tenía un sabor sorprendente bueno con mi lengua iba sintiendo cosas que nunca había sentido y a los minutos empecé a introducir mis dedos, para este punto sentía como cada vez más se iba lubricando y la chica empezaba a gemir muy rico, estuve pegado a ella más de 5 minutos cuando explícitamente ella me dijo: “Ven, siéntate te quiero coger”, eso me prendió a un más porque por lo general los hombres son los que tenemos el rol de dominador, pero que una chica te diga esto, al menos a mí me genera mucha satisfacción y lujuria.

Procedió a ponerse el condón en la boca y con una mamada fue poniendo el fondo en mi pene, para luego proceder a sentarse en él, se sentía muy caliente por dentro y empezó a subir y bajar y sentir esas tetas rebotando en mi cara uf.

Estuvimos así unos cuantos minutos cuando me pide que le dé de perrito, estuve dándole de perrito un buen rato y ver un trasero rebotar como rebotaba el de ella es uno de los placeres más grande que un hombre puede presenciar, algo que no hice fue masturbarme antes del acto y así estando de perrito dándole duro le comenté que estaba a punto de venirme y me dijo que le diera lo más rápido que pudiera hasta que me viniera dentro de ella, y así lo hice le di con todas mis fuerzas y no pude más y me vine dentro de ella.

Cuando la saqué sentí esa pequeña satisfacción que no tuve en mi primera vez, la chica se levantó, me beso en la boca y me dijo que iba a bañarse. Estuve tirado en la cama mientras ella se bañaba, contemplando y sintiendo la satisfacción de lo que es tener sexo. Cuando llego la chica nos volvimos a besar y nos empezamos a cambiar.

Cuando se retiró le volví a dar otro beso y se retiró de mi casa.

Sé que la primera vez nunca se olvida, pero esta experiencia que tuve con Romina fue genial y más por el tipo de cuerpo que tenía, nunca la olvidaré y espero algún día volver a contratarla en el futuro.

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