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No había nadie…

Antes de empezar quiero recalcar que esto es una historia ficticia que escribí para no aburrirme, es una fantasía que tengo con mi prima, ella es una chica morena de muy buen cuerpo de 19 años, y yo soy un chico con un cuerpo atlético no mamado, pero si marcado, igual de 19.

Bueno, mi prima como ya dije está muy buena, entonces desde hace mucho yo he querido que tengamos una relación un poquito más atrevida, en varias ocasiones la he visto en un short que le queda espectacular el cual hace que su culito se le note muy bien, la he visto y ella lo ha notado, y ella posa para que lo pueda apreciar mejor, también hemos tenido unos cuántos roses, incluso me ha visto cambiándome.

Total, un día que yo fui a casa de ella a visitar a mi abuela note que no había nadie, entre para ver y si, efectivamente no había nadie, hasta que escuche el sonido de una cubetada de agua caer, en el baño estaba ella duchándose para salir, me asome por una abertura que había en una esquina y la vi, no podía creer que lo que tanto deseaba se me cumplía, la vi desnuda con su culito al aire mientras se enjabonada bajo la regadera, no puedo olvidar la primera vez que le vi sus tetas, el cómo brillaban por el reflejo del agua, hasta que volteo a la esquina se dio cuenta que estaba ahí, grito mi nombre y salió, yo con toda la pena me disculpé y le jure que había sido un accidente, ella no se molestó ni nada, al contrario, me dijo que la acompañará a su habitación (no iba a desaprovechar la situación, además no había nadie más que ella y yo).

En su habitación ella se quitó la toalla y me dijo que ella no dejaba de mirarme con ojos de deseo, yo me confesé con ella e incluso le dije que me masturbaba con sus fotos. Ella me quitó los pantalones y empezó a acariciarme por encima del bóxer, mi pene crecía y cada vez más se ponía erecto (mi pene es algo grande, mide 17 cm), hasta que por fin lo saco, lo empezó a lamer de arriba a abajo con su lengua tan mojada, despacio comenzó a meterla en su boca la metía hasta dentro de su garganta, mi pene están tan mojado de saliva, yo lo saque y lo empecé a frotar en sus tetitas, nunca había sentido algo tan rico como aquella mamada era como estar en el cielo fue algo tan caliente que me vine a los 5 minutos en sus tetas ella solo me miró y me dijo: “gracias, ya te puede ir”.

Yo avergonzado me vestí y me fui a mi casa, pensé que ella se burlaría o estaría molesta, pero a llegar, me llega un mensaje privado al Instagram que decía: espero volver a tener un encuentro más adelante.

Después de eso ocurrieron más cosas, pero este fue solo el comienzo de una larga historia de sexo.

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