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Mi patrón me desvirgó mi culito

Hola me llamo Ceci y tengo 22. Les voy a contar mi historia que es real.

Llegue a trabajar a una casa como enfermera, en cuando llegue se presentó conmigo Franklin, él tiene unos 31, a mi realmente me gusto. Cuando lo vi me explico el trabajo que tenía que hacer, era cuidar a su madre ya ancianita. Y así pasaron los días, él llegaba del trabajo y yo estaba haciéndole de comer a su mama. Esta vez yo no traía el uniforme porque era una visita de rutina. Llevaba un jean apretado y una blusa blanca pegada al busto.

El llego y me vio en la cocina y me pregunto por su mama, le dije que ella estaba dormida. Y me dijo un piropo “estas muy guapa hoy, podemos salir”. Yo le dije que si (con las ganas que tenia de salir con el). Nos citamos en un restaurante y me pregunto “¿quieres ir al cine?” Yo acepte. Pensé que esa iba ser una velada aburrida pero me equivoque, ya en el cine él se quiso ir al último lugar de asientos y no había mucha gente. Yo iba con un vestido muy pegado y corto. Y el llevaba unos pantalones negros y una camisa azul.

Se apagaron las luces, realmente yo no está viendo la película. El vio mis piernas y se acercó a mi oído y me dijo “están bien buenas” y las toco. Yo lo deje, en eso se acercó y me dio un beso de esos ricos. Yo estaba temblando mientras sentía que sus manos iban subiendo hasta tocar mii tanga.

Comenzó a explorar y tocar mi clítoris ya para eso mis manos estaban tocándole su pene que ya lo tenía erecto. Mis manos le bajaron el cierre y vi su grande y grueso miembro… Ahí me dijo “estas bien cachonda y mojadita, nos vamos a otro lado”.

Lo seguí. Ya en el auto, el siguió tocándome y yo seguí tocando su pene. Así llegamos a su casa. Tenía un cuarto apartado de su casa, allí me llevó. Me tomó por la cintura, cerramos la puerta y me besó el cuello. Me levantó mi blusa y el sostén y comenzó a besar mis senos muy ricamente. Me sacó el vestido. Yo le quité la correa de su pantalón y se lo quité.

Los dos estábamos tan solo en ropa interior, me acerco a la cama y me quito mi tanga lentamente. Comenzó a comer mi vagina lentamente y se quedó ahí un buen tiempo… me vine como 3 veces…

Estaba enloquecida realmente. Abrí mis piernas y sin previo aviso me introdujo su gran miembro. Me dolió, pero me gusto realmente. Jadeaba de placer, hicimos todas las poses de ladito, la de cucharita, las piernitas al hombro. Y el seguía follándome y pensé que nunca se iba a venir.

Ya en éxtasis, se bajó “te toca a ti complacerme” y sin más palabras le di una mamada bien buena. Él estaba excitado pero no se me venía. Hicimos el 69. Allí me comenzó a meter los dedos en mi culito y le dije que no, que por el culito no.

No hizo caso, me dio la vuelta, me siguió mamando la vagina y el culito. Me dijo “te toca complacerme, ya te hice el amor por dos horas, es hora que pagues el precio” Y el precio era mi culito virgen.

Siguió lamiéndome, me metió lentamente los dedos hasta que de pronto sentí la carnaza de su pene. Sin decir nada, le di mi culo. Me lo comenzó a meter lentamente, me dolió y grité. A él le gusto y se aceleró, y me la metió toda dando yo un grito de aquellos.

Me dolió, pero ya entonces mi culito estaba dilatado y comencé a moverme y él siguió y se volvió loco por mi culo y no paraba hasta que se vino y cuando se vino me nalgueó. “Esa es mi enfermera” dijo ya exhausto, Nos dormimos y después que despertamos me llevó a mi casa.

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