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Sexy prestige

Había registrado mi número en unas de las aplicaciones para citas que estaban de moda, a raíz de haber terminado una relación fallida. Era nuevo en ese ámbito, pero sentía mucha curiosidad. A poco tiempo de haber probado con varias chicas posibilidades de encuentros, una mujer madura de apariencia muy simpática comenzó a escribirme. A más de una taza de té en un lugar de buen nombre, no nos vimos hasta antes de nuestro encuentro de placer.

Yo tenía planes de viajar y se lo había comentado. Ella era una trigueña de estatura más bien alta y de buen peso, que no iba a estar por un tiempo. Al saber esto se desencadenó una serie de mensajes más eróticos y referentes a sexo hasta que inesperadamente me envío una fotografía suya del momento, eran sus piernas desnudas sobre la cama y se veían solamente un poco más arriba de las rodillas, entonces se me ocurrió jugar con ella y le dije que sus piernas se veían bien y que debería mandarme la foto completa (no había considerado que en realidad era solo una parte), entonces me envió una fotografía completa desde la parte superior sobre la nuca y permitía ver todo su cuerpo desnudo, sus senos voluptuosos con los pezones color café parados su estómago estaba contraído por la misma posición en que se encontraba y más abajo lucía una tanga negra brillante, no había vello alrededor y sus piernas medio cruzadas permitían imaginarse una serie de posiciones en las que se verían perfectas.

El día del viaje llegó y aunque intentamos cuadrar varios encuentros no habíamos podido concretar, pero las ganas no habían disminuido y por el contrario los mensajes se volvieron sexuales completamente. Ese día temprano por la mañana me escribió, diciéndome que lamentaba no haber podido tener una cita a plenitud conmigo y que hubiera querido mostrarme lo que se veía en las fotos en persona, cuando leí los mensajes sonreí porque sabía que era mi oportunidad de tenerla ya que el viaje seria a las 6 p.m. lo que daba tiempo suficiente para verla así que la invite al lugar donde vivía enviándole mi ubicación.

Mi sorpresa fue que sin haber recibido respuesta sobre el mensaje con la ubicación, mi teléfono sonó, era ella que 40 minutos después me decía que estaba llegando a la puerta del edificio. Bajé las gradas a gran velocidad me dirigí a la puerta posterior, porque quería que sea lo más discreto posible. Bajó del taxi, tenía puesto un pantalón jean azul, una blusa blanca y zapatos negros muy ligeros, se veía muy relajada y la sonrisa en su cara era más bien de deseo.

Subimos rápidamente y al cruzar la puerta me besó, su respiración se sentía agitada sus labios eran carnosos y se sentían húmedos, su lengua entró en mi boca y comencé a chuparla, mordía sus labios con pellizcos rápidos y eso sin duda la excitaba más y más una de sus manos fue bajando y comenzó a tocar mi verga que ya se notaba tras el jean que llevaba puesto. Me senté en el sofá que estaba más cerca y ella se sentó sobre mi, comenzamos el juego de preludio besando su cuello comenzó a gemir fuerte mis manos fueron directo que sus tetas las apretaba fuerte mientras veía que su cara se ponía roja de excitación le baje un poco la blusa y vi un corpiño negro el que también baje y aparecieron unos pezones duros como aceitunas los cuales comencé a devorar y a chupar.

Quería penetrarla y lamerla, entonces me puse de pie y sostuve en el aire, ni idea era llevarla hasta la habitación y cogerla en la cama, pero mientras caminaba en esa dirección vi su desesperación me agarraba la verga fuerte y gemía, di unos cuantos pasos más y la recosté en uno de esos sofás que son largos y sin espaldar, ahí le abrí la blusa y sus tetas salieron, como si hubieran estado muy apretadas sus pezones me invitaron a comerlos y muestras yo chupaba esos pezones y lamia sus contornos ella me había bajado el pantalón, en cuanto me di cuenta la vi a los ojos y comencé a besarla le metía la lengua en su garganta como si fuera mi verga dura y ella la chupaba.

Seguíamos en eso y metí mi mano dentro de su tanga y sentí esa humedad deliciosa, en ese momento lo único que pensaba es en meterle los dedos, y así lo hice, estaba tan mojada la perra que no hubo que hacer esfuerzo y comencé a meter y sacar los dedos como si alguien más la estuviera cogiendo y con la otra mano le tapaba la boca porque gritaba mucho, era una mezcla de frito y gemido muy fuerte y delicioso pero tenía miedo de los vecinos.

Como ya tenía la verga afuera me puse frente a su mojada vagina busque un condón en mis bolsillos lo abrí y cuando regrese la vista ella había levantado las piernas esperándome, la penetre despacio y ella gritó otra vez, nada más escuchar ese grito me prendí demasiado y comencé a bombearla más y más rápido no podía sostener mi leche dentro así que terminé y para mi sorpresa su vagina se contraía fuertemente.

Le ayudé a sentarse con sus grandes tetas al aire y la vagina mojada me sonrió termino de sacarse la ropa y preguntó dónde está la ducha le señalé con el dedo el lugar y la acompañe en silencio. Al entrar me adelanté a abrir las llaves de agua y dejarla en una temperatura, me abrazó por la espalda y siguió hasta la ducha, acerco su pie al agua y vi unas piernas carnosas y suaves que me pusieron en clima otra vez, entro a bañarse y comenzó a mojarse toda con el agua tibia, mientras yo la veía.

Habían pasado unos minutos y cuando estaba enjabonándoselas piernas se cayó la barra de jabón y sin pena se inclinó para recogerlo dejando su culo abierto en mi dirección, con mi pito duro otra vez me acerqué agarre ese gran culo con las manos y me clavé en medio. Lamia su vagina pasando mi lengua hasta el culo otra vez, estaba tan excitado me puse de pie y ella me agarró de la cabeza y me clavó directamente en su vagina otra vez, ahora me apretaba tanto y era tan delicioso, pronto mi verga explotaría, de un brinco me puse de pie y puse la cabeza del glande en la entrada del culo hice un poco de presión y entró, ella arqueo la espalda y me miró, fue como si hubiera dado su aprobación entonces aprovecho para penetrarle hasta el fondo, mis dos manos se sujetan de sus generosas tetas mojadas y comienzo a bombearla casi salvajemente, ella no paraba de gritar con mi mano izquierda intento taparle la boca pero ella me chupa los dedos siento que me voy a correr pronto y con la mano derecha comienzo a frotar su clítoris, sus piernas se doblaron del placer y entonces bombeo dos veces más y siento como mi leche llenaba su interior, mi mano derecha está tan mojada y ya no distinguía si eran sus líquidos o el agua.

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