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Me toma en el probador y me compra una bolsa

Hola, me llamo Alegra y tengo 25 años. Estudié comunicación y soy asistente de dirección en una compañía de marketing digital, la cual le lleva las redes sociales a muchos influencers aquí en México.

Me voy a describir para que se imaginen perfectamente lo que estoy a punto de contarles… mido 1,64 cm y estoy delgada, tengo pelo corto a la altura del mentón, café y ondulado, ojos rasgados tono avellana, una nariz que siempre recibe elogios por respingada y una boca llena que te invita a besarla, mis orejas están llenas de piercings y tengo dos en las tetas, uno en cada pezón.

Tengan claro que mis senos están que te cagas de enormes en comparación a mi cuerpo pero mis pezones están chiquitos y rosas, casi siempre duros por mis aretes, si van bajando por mi cuerpo se encontrarán con mi cintura pequeña y más abajo con mi culo, del cual estoy muy orgullosa porque está muy trabajado y firme, piernas rellenas por genética pero largas, siempre doradas como si acabara de regresar de Acapulco, para terminar llevo tatuajes en mis brazos. Un signo de rebeldía pero muy coquetos que siempre atraen miradas de todos, buenas y malas.

Hoy salí temprano de la oficina y me fui al palacio de hierro en Santa Fe. Me encanta ver las bolsas de diseñador y soñar que me las compro todas con el esfuerzo de mi trabajo, jajaja justamente eso paso. No por nada tengo ahorita colgada de mi brazo una bolsita Prada en color negro.

Hoy estoy vestida con un mini vestido color rojo que me queda pegadito que casi no deja nada a la imaginación pero lo combiné con una cazadora negra y unas botas de combate altas para disimular. Estoy probándome unos tacones altísimos cuando veo a un señor con su esposa, un sesentón (esos son los que me excitan más) con algunas canas salpicándole la cabeza, en traje como si lo hubieran arrastrado de la oficina al shopping.

Me le quedo viendo la verga, que al verme la tiene un poco parada, porque estaba sentada abrochándome los tacones y seguramente se me salía un poco la vulva de la tanga, y como mi vestido esta como el de una zorra, vio cómo mi rajita está limpia y totalmente depilada. En ese momento fue cuando me mojé, me distraje de comprar y empecé a pensar en sexo. Otra cosa que deben saber de mi es que soy prácticamente ninfomaníaca. Tengo novio pero él es muy soso y aunque cogemos con regularidad, no me hace las guarradas que me gustaría que me hiciera.

Nos quedamos en que yo estaba lubricando pensando en cogerme a ese señor, que se le notaba enorme a través del pantalón. Me la imagine venosa, con pelos y unos huevos llenos de leche. Me lo imaginé tomándome de perrito y apretándome los pezones. En eso veo cómo su esposa le da un golpe en el brazo para que me deje de ver y se van.

Que decepción. Y yo ya ando cachondisima. Tú me cogerías?

En eso abro una aplicación para ver si hay algo aquí cerca que me quite estas ganas. Nada.

Me doy por vencida aunque sigo chorreando. Estoy de camino a un probador con la idea de darme placer hasta acabar cuando veo a un señor más joven que el otro (como de unos 50) pero aún maduro y sin anillo de bodas. Me quito la chamarra para atraer su atención, mis tatuajes lo logran y me sigue recorriendo con la mirada hasta que termina en mis tetas. Estamos en el área de ropa de deporte de caballero y no hay nadie.

Se acerca a mi y de inmediato empieza el juego. Me aparto pero lo veo a los ojos y sigo caminando y lo guío hasta el probador más cercano. Lo volteo a ver para cerciorarme que me sigue y en efecto, caminando y comiéndose mi culo con la mirada. Llegamos y solamente hay un probador de esos grandes con muchos espejos y puerta. Perfecto. Hay una sillita y pongo mi chamarra. Él llega por atrás y me besa el cuello y suspiro. En ese mismo momento me desabrocha el cierre del vestido y me lo quita por arriba. Mis tetas son liberadas y solo tengo mis botas altas y mi tanga negra. Pezones duros como piedra, piernas húmedas y yo jadeando. Él se quita la corbata seguido de su saco y su camisa. El hijo de puta está tiene un sixpack de ensueño y unos brazos gigantes, es calvo y me recuerda a uno que sale en esas películas para adultos y solo deseo que su verga sea así de gigante. No tardaré en descubrirlo. Primera palabra y me dice

-como prefieres que te tome, zorrita?

Y yo sin palabras, simplemente jadeando me coloco encima del banco en cuatro y me abro las nalgas para que vea lo mojada que estoy.

Lentamente se empieza a bajar el cierre del pantalón y sale disparado su miembro enorme, con el pelo recortado y con una ligera inclinación a la izquierda.

-a la madre, me vas a romper en dos.

Me rompe la tanga.

-te voy a romper en cuatro, te voy a volver a armar y te voy a volver a romper.

Y yo como la putita que soy, salivé.

Se acerca a mi boca y me da una probada. Esta calientita y con líquido pre seminal en la puntita. Sabe salado y me la como hasta el fondo de mi garganta. Aunque no llegó a tomarlo todo porque en verdad es la polla más grande y gruesa que he visto nunca. Siento las venas en mi lengua. Me gane la lotería de las putas. Sigo con mi trabajo, probando la punta, pasando me lengua a lo largo y ancho. Besando, lamiendo y babeándola toda.

Y así estamos 5 minutos donde él me está cogiendo la boca y yo sin poder respirar, aunque ya tengo mucha experiencia y práctica en comérmela toda. Mis ojos lagriman y tomo esa oportunidad para pedirle con los ojos que pare. Lo hace y pruebo sus huevos, están colgados y gordos, pero poco a poco se van haciendo más pequeños, Con cada lengüetazo y beso. Jadea porque le encanta mi boca sucia. Le suplico que me la meta por fin.

-por favor méteme esa polla gigante y conviérteme en tu putaaa, papiii esta enorme la quiero adentro.

Quiero que vea que tan editada estoy por lo que meto dos dedos a mi sexo, sale chorreando y le lo chupo. Me encanta mi sabor.

No dice nada, solo se pasa para atrás y empieza a mover su gran verga entre mis nalgas ya mojadas. Pone la punta en mi culo y eso me excita. Poco a poco y pasando desde mi clítoris hasta mi entrada, introduce su glande en mi vagina. Poco a poco pero con seguridad.

-Puta madre métela toda por favor una putita como yo necesita que se la cojan rápido, métela toda Dios mío, rómpeme

-cállate y déjame disfrutar tu cuerpo a mi antojo, eres mía, mi muñeca.

En eso me toma del pelo, me lo jala y es un dolor delicioso mientras me empieza a embestir bestialmente, yo estoy tan mojada que solo siento como entra y sale sin problema. Él se aprieta la base de la verga mientras me la mete. Él la está metiendo y sacando como un desquiciado, empiezo a gritas, olvidando que estamos en palacio de hierro, y me tapa la boca con esa mano gigante que tiene. Con la otra me pellizca los pezones duramente y pasa a mi clítoris que está inflamado de tanto placer. Me toca con movimientos circulares al punto que veo borroso y no entiendo cuánto placer me está dando y corro como nunca. Mojo todo a mi alrededor. Nunca había tenido un squirt antes pero con semejante polla era probable que me pasara. Saca la verga y con toda su mano hace que mis jugos se disparen para todos lados. El empieza a jadear y a excitarse por mi corrida. Me mete un dedo en el culo y eso me lleva a otro espiral de orgasmo

-en corro papiii me corro, dame por el culo por favor métemela al culo

Y me hace caso

Me mete la verga al culo y bombea tres veces hasta llenarme de su leche caliente. Se queda pegado a mi espalda. Me encanta escuchar a un hombre jadear y venirse así de delicioso.

Me da un beso en la espalda y se sale de mi todavía durísimo.

Me paro y se me escurre su venida, la tomo con mis dedos y la pruebo. Me hubiera gustado que se viniese en mi boca.

Nos vestimos en silencio y salimos del probador.

Me pregunta:

-que hacías aquí? venias a comparte algo? Yo a mis putas las trato muy bien y te mereces lo que quieras por ábreme regalado ese culito tuyo.

-bueno, la verdad es que si. Me apetece una bolsa que he querido desde hace ya un tiempo y me encantaría que me la regalaras.

Vamos por la bolsa, el encargado me la muestra y le digo que si la quiero. De tanto tiempo de quererla ya me sabía el modelo y estaba segura. El me pregunta que cual va a ser mi forma de pago, a lo cual yo volteo a ver a este señor que ni nombre tiene todavía y le digo:

-lo va a pagar mi papá.

Él se me queda viendo como excitado por la idea, ya que si tiene la edad de ser mi papá.

La paga y descubro su nombre. Pablo.

Que rica verga tiene don Pablo, pienso y me rio para mis adentros.

Llegó el momento de despedirnos y me da su tarjeta, me dice que se va a encargar de mi si yo me encargo de él.

Acepto gustosa.

Con el culo adolorido pero bien cogida me subo al uber y me voy a mi departamento estrenando mi bolsa nueva, esperando volver a ver a Pablo.

Hay muchas más historias de donde viene esa. Todas las noches me vengo leyendo sus historias y espero que ustedes hayan disfrutado la mía. Hoy me voy a meter un jueguito mientras leo de orgias y amor filial.

Saludos!

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