Saltar al contenido

Cambio de rol: De hombre a mujer

Siempre me han gustado las mujeres, no tengo un prototipo especial, cada mujer que he conocido es un mundo lleno de sorpresas, sin embargo, en algunas ocasiones al mirar porno, me he descubierto atento a los cuerpos masculinos lo cual me ha llevado a preguntarme que sienten las chicas en su rol pasivo y dejándose hacer por un guapo y viril macho.

He fantaseado con la idea de conocer a un hombre de mi zona (puedes ver mi perfil), preferentemente de mi edad o mayor, ya sea soltero, divorciado, viudo que viva solo en casa y que al igual que yo esté dispuesto a vivir una nueva experiencia “feminizándome”. Siempre me ha gustado el nombre de “Lorena”.

Imagino llegar a tu casa tipo las 8:00 am como un “amigo” cualquiera, tú me recibes como si nada y me haces pasar, nos saludamos, un abrazo, quizás un beso en la mejilla como preámbulo de lo que viene, o te sonrió y coquetamente te digo “voy por Lorena”.

Entro a una habitación la cual has destinado para guardar ropa, accesorios, zapatos, peluca, lencería, etc. Es momento de decir que yo soy de pies y manos pequeñas para mi 1.70 de estatura, piernas delgadas y largas lo cual ayuda mucho para una apariencia femenina, aunque mi torso, delata mi masculinidad, pero bueno, nada es perfecto.

Entro a la habitación y elijo unas zapatillas negras no muy altas, un cachetero negro y un brasier negro que haga juego para acomodar mis pequeños pechos, y por ultimo elijo un vestido cómodo y no muy sexy, que llega ligeramente arriba de mis rodillas y una peluca castaña. ¿Por qué unos tacones no muy altos y un vestido no muy sexy? La razón es porque mi primer tarea es como “ama de casa”, son ahora las 9:00 am y te ayudo a recoger un poco la casa, te preparo el desayuno y te lo sirvo mientras tú estás sentado a la mesa, y cada que paso junto a ti me ralas una caricia en mi trasero o mis piernas, y yo ocasionalmente te doy un besito chiquito en los labios.

Son ya las 11:00 am y pasamos a la sala a ver un poco la TV, nos sentamos juntos, me abrazas y eso da pie a besarnos apasionadamente mientras tu frotas mis piernas que no llevan medias y tratas de meter tu mano hasta mi entrepierna pero aun no te dejo llegar hasta ese lugar. Me levanto del sillón para pararme frente a ti, tú abres las piernas y yo me inclino para desabrochar tu cinturón seguido de tu pantalón y me ayudas bajando ligeramente tu bóxer para mostrarme tu hermosa virilidad a media erección.

Buscamos nuestras bocas y después de un beso apasionado tomo tu verga por la base seguida de un par de jaloncitos expongo tus testículos y comenzó a besarlos, a lamerlos, tú sentado en esa pose tan masculina con las piernas abiertas te dejas llevar. Paso de tus testículos al glande de tu pene erecto en su totalidad, le doy un beso, luego otro, luego una lamidita y procedo a meterlo en mi boca, tu tomas mi cabeza y me pones el ritmo, así seguimos mientras me dices algunas frases calientes, me haces saber que soy tu mujercita, cuando estas a punto de venirte me pides que me quite los zapatos porque quieres eyacular sobre mis pies.

Ya son las 12:00 y una vez terminada la tarea me dices que me vista de chico y que Lorena se queda en casa un ratito, te pregunto por qué y me dices que es una sorpresa, que vamos a salir a la plaza comercial. Me visto rápido y subimos a tu coche como dos amigos cualquiera y ya en la carretera aprovechas en tocar mis piernas y en decirme cosas lindas.

Llegamos a la plaza y mientras te estacionas me dices que vamos a comprar algo sexy para Lorena, yo feliz solo puedo decirte, “gracias amor, Lorena te lo va a agradecer muy bien, ya lo veras”. Entramos a una tienda de ropa y con la mayor discreción buscamos un minivestido, vamos a otra tienda pero entro yo solo para comprar lencería y no delatarnos juntos, y en el aparador de una zapatería coincidimos en unos lindos zapatos de tacón de 13 cm Ya de salida de la plaza vemos en el aparador de una joyería de fantasía un antifaz entre blanco y plateado y definitivamente eso va con Lorena.

Nos dan las 3:00 pm y decidimos regresar a casa. Apenas entrando me acaricias el cabello seguido de una leve nalgada y me dices, “anda, ve por Lorena, no tardes”

Me desnudo y me pongo un poco de perfume, también un poco de crema humectante y solo me pongo el minivestido y los tacones, me pongo una peluca negra lacia, pinto mis labios del color del vestido y salgo a tu encuentro. Tu estas ya en la sala desnudo, haciéndote una paja lentamente y me invitas a ir mostrarte la adquisición. Te bailoteo un poco y al girar te das cuenta con el vuelo de la faldita del vestido que no llevo ropa interior, lo cual te prende, te pones de pie y comienzas a manosearme toda… de pies a cabeza, con los tacones me veo alta, casi 1.85, pero eso te prende más… me agacho para buscar tu boca y darnos un gran beso francés y en eso siento tu mano abriendo mis nalgas y queriendo meter un dedito travieso en mi cavidad anal.

Vas a tu habitación y regresas con el bote de lubricante, te recuestas en el sillón y me sugieres un 69 con el vestido y los tacones puestos, así mientras te doy sexo oral tú lubricas mi culito para prepararlo. Ya lubricada y tu verga dura por el oral me pides que me recueste boca arriba, levantas mis pies y pones un cojín bajo de mis caderas para levantarlas y pones mis piernas en tus hombros. Los dos sabemos lo que sigue.

Siento todo tu ser apoderándose de mí, primero lentamente para acostumbrarme a tus dimensiones, luego poco a poco aumentas el ritmo y comienzas a hacerme tuya a voluntad.

Cambiamos de posición, ahora estamos de pie y me llevas al comedor, me pones de espaldas a ti, entiendo lo que quieres, me apoyo en la mesa, abro mis piernas y levantas el vestido y detrás mío comienzas a embestirme, me vuelves loca, entras y sales a placer, mi pene y testículos solo se agitan de un lado a otro con tus embestidas, de pronto te detienes, me pides que me saque el vestido y regresamos al sillón, te sientas y me pides que te cabalgue. Me subo en ti y con mi mano tomo tu verga y la pongo en la entrada para comenzar a bajar aun no termino de bajar y siento tu boca en mis pezones, empiezo a subir y bajar más rápido hasta que siento tu leche llenarme toda. Me pongo de pie y tu semen comienza a gotear al piso y por sobre mis piernas. Tomas una toalla de papel y me limpias para que no ensuciemos el sillón.

Son las 5:00 pm y ambos estamos que nos morimos de hambre, llamas pidiendo una piza y mientras yo aprovecho para darme un regaderazo… una vez que llega la piza tú te metes a bañar, y los dos en toalla devoramos un par de rebanadas de piza y un poco de cerveza.

Se nos ha hecho tarde ya son las 7:00 pm y aún no hemos terminado de jugar, voy a la recamara, me pongo la lencería, de nuevo los zapatos nuevos, el antifaz y una peluca pelirroja.

Una vez lista ahora eres tu quien viene a la recamara, te gusta lo que ves, a Lorena en lencería, entaconada, y ese antifaz que ayuda a esconder las facciones de hombre, te quitas la toalla y comenzamos a besarnos ya a toquetearnos sobre la cama, tu desnudo y yo en lencería, chupas mis pezones, me vuelves loca, sabes que eso me gusta, después me quitas la diminuta pantela y ahora eres tu quien quiere atender a su mujer con una sesión de sexo oral, yo por supuesto depilada como te gusta, mi virilidad ha pasado a ser mi clítoris, el cual lengüeteas y saboreas, lames bajo de mí y buscas lamer mi ano para completar tu tarea.

Te pones de pie junto a la cama, jalas mis piernas y llevas mis pies a la altura de tu cabeza, le das un beso a los tacones, y pasas tu rostro sobre las suaves medias en mis pantorrillas, buscas mi cavidad y entras ya sin ninguna dificultad, que rico me coges, que puta me siento, luces tan macho y tan viril, estamos tan a gusto que solo esa pose es necesaria para que ambos explotemos en un rico orgasmo, yo viniéndome en mi propio vientre dada la posición y tú de igual manera eyaculas en mi vientre para inundarlo también con tu caliente semen.

Son las 9:00 pm, no me baño, quiero irme a casa sintiéndome llena de ti, de tu aroma a hombre. Me visto de nuevo con mi ropa de hombre y antes de salir me robas un beso para gentilmente invitar a que Lorena regrese a ser el ama de casa que siempre quisiste.

 

Deja un comentario