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Laura se dio el gusto: Matías nos cogió a los dos

El feriado puente del 7 de diciembre, la verdulería donde trabaja Matías estaba abierta hasta las 13 horas, Laura le hizo un pedido a la mañana para provocar que venga a casa al terminar su horario.

A las 13.15 llego e hizo sonar el timbre, Lau estaba recostada totalmente desnuda, en una colchoneta al lado de la pileta tomando sol y se había quedado dormida o se hacia la dormida, hacía mucho calor, pero una leve brisa hacia que sea soportable estar al sol, a ella le fascina acostarse así y sentir el vientito en la concha, por lo que su posición habitual es con las piernas bien abiertas. Cuando el chico llegó le dije…

-creo que mi mujer está esperando que la despiertes como a ella le gusta.

Matías entendió perfectamente de que se trataba y se acercó sigilosamente a Laura, se desnudó en un santiamén y se echó entre sus piernas a saborear el manjar que es esa vagina, no sé si les conté anteriormente que mi putita no tiene nada de olor en su conchita, parece que fuera de plástico, es una delicia, dan ganas de comerla entera, lo único que se siente es el perfume del jabón líquido que usa.

Al empezar a lamer suavemente sus labios vaginales buscando su clítoris, Lau abrió los ojos y comenzó a gemir agitada, enseguida tomó con sus manos la cabeza del chico y se la hundió aún más entre sus piernas, Matías no tuvo más opción que comerle bien la concha y casi ahogarse con sus jugos que inmediatamente empezó a brotar.

-Ahhh mi amor, que lindo despertar así, que belleza, dame tu lengua mi vida, cómeme toda, me abro toda para vos mi chiquito.

A mi que no me gustan los hombres para penetrarlos, me llamo mucho la atención el culo redondito y musculoso de este chico, pero a Laura le fascinan las colas bien masculinas, como creo a muchas mujeres, y en cuanto el chico se subió encima suyo para penetrarla, empezó a jugar con un dedito en su agujerito, ya se lo había hecho cuando lo enjabono en la ducha y le dio el mejor baño de su vida.

Mati intento una leve queja como hace todo hombre que se precie de tal y preguntó…

-¿qué hace señora?

-juego un poquito mi amor, si a vos te gusta bebé, no lo podes negar mi vida, me encanta sentir que me entregas todo, no te preocupes, es un juego mi amor, dale cogeme bien, haceme gozar.

A medida que el chico le imprimía mayor ímpetu a la cogida, Laura fue metiéndole más el dedo, los gemidos de ambos se confundían, y no se sabía bien que cosa era consecuencia de la otra, yo creo que mi mujer se dio cuenta que al introducir más el dedo, Mati se ponía mas loco y le daba mas fuerte, además le comía las tetas y mordisqueaba sus pezones casi sin control Lau pegaba grititos por los mordiscos y los embates que le hacían sentir hasta los huevos.

Casi tengo que pedirle que se vayan arriba al dormitorio, porque alguien los iba a escuchar de afuera, en un momento vi como el pibe se quedó casi inmóvil, con la verga entera dentro de la concha de mi mujer, como disfrutando ese dedo entero que tenía en el orto por primera vez, y entonces ella le dijo al oído…

-goza mi amor, sentí lo que te hago bebé, soy tuya y sos mío también mi vida, haceme sentir lo mismo amor.

En ese instante él le puso un dedo índice en el ano a Lau y la hizo que levante más las piernas y las separe como una ve corta bien abierta, y gritó, gritó de placer, tenía todo al mismo tiempo, toda la pija de su amante en la conchita, un dedo de él en la cola, y uno suyo en el ano de él, su boca succionando sus pezones y sus tetas, ¿qué más podía pedir?

Y sí, la leche podía pedir y la pidió, casi suplicando…

-dame todo bebé, dame toda la lechita mi vida, dámela bien adentro, papi, que después te voy a chupar tanto que me la vas a dar en la boca mi amor.

Y acabaron juntos, en dúo tuvieron su orgasmo ante mis ojos, pero todavía era muy temprano y esa tarde iban a pasar muchas cosas más.

Luego de almorzar, nos quedamos tomando sol, un rato de pileta, y un par de horas después fuimos los tres al dormitorio.

Matías se acostó en nuestra cama y Lau se puso de rodillas al lado suyo

Primero lo beso en la boca y luego fue pasándole la lengua y dándole besos en todo el cuerpo hasta llegar a sus genitales, lamió sus huevos delicadamente y luego se introdujo toda la verga en la boca, se la chupó un buen rato metiéndosela y sacando toda de su boca y pasando la puntita de la lengua por el orificio del pene con mucha suavidad, Matías deliraba de placer.

Luego sin dejar por un segundo de pajearlo, se acercó a su oído y le pidió casi susurrando que le diera un pequeño gusto…

-mi amor, muero por ver al maricón de mi marido como le chupa la pija a mi machito.

Y por primera vez tuteando a mi mujercita, le contestó…

-¿estás loca?

-no mi amor, yo te doy mi cola, me trago tu leche, hago lo que me pidas, dame ese gusto, ni lo tenés que mirar, será solo una boca más en tu pija, por favor mi vida, deja que te lo haga y después tendrás tu premio.

El chico no respondió casi como si hubiera dado su consentimiento y ella le partió la boca de un besazo como para no dejarlo pensar, me hizo a mí una seña indicándome que ponga mi boca allí, en esa verga hermosa y lo hice lo más suave y dulce que pude, le lamí la puntita y luego fui rodeando su glande con mis labios, bajando por su tronco lentamente me la fui tragando poco a poco, muy lentamente, hasta que desapareció dentro de mi boca y comencé a ahogarme, delante de la mirada satisfecha de mi mujer, que había dejado de besarlo para ver bien de cerca como se la chupaba.

-qué lindo mi papi, me encanta ver como chupas una buena pija, no sabes cómo me calienta verte disfrutar con un hombre.

Al darme la primera arcada, la saqué de mi boca y de inmediato mi mujer me dijo…

-vamos a hacerlo juntos papi, dame un beso a mi y se la chupamos los dos.

se acomodó y le besó los huevos, luego nos besamos nosotros y lamimos ese tronco durísimo entre los dos, ella se la metía en la boca mientras lo pajeaba y yo besaba sus huevos, y cuando ella lo decidía, hacía que me trague la pija y ella lamía sus pelotas, hasta que un momento en el que Lau tenía toda la chota en la boca, Matías empezó a gemir mucho más fuerte y a tener como pequeñas convulsiones, estaba acabando y sin avisar que ya se venía, largó todo su esperma en la boca de Lau, ella al sentir el primer chorro, se la quitó de la boca y dijo…

-dame todo mi amor, dame mi leche bebé, dame toda toda mi amor toda, la quiero saborear bien hasta la última gota.

Eso no lo compartió conmigo, se tragó toda la leche, el chico era una máquina de acabar y le inundó la boca, le dejo tanto semen en la boca que Lau se tuvo que tomar un respiro para no ahogarse y poder tragar todo.

Luego de descansar un buen rato, nos hizo acostar a los dos boca abajo, y primero le chupo el culo a Matías, nunca se lo habían hecho, le pasó bien la lengua por el ano y se lo empapó con saliva, jugó un poco con un dedo metiéndoselo hasta la mitad, y el chico estaba medio asustado…

-por favor, no vayas a meterme nada más.

-no tonto, no tengas miedo, no te voy a hacer nada malo, solo quiero que disfrutes un poco, estas siendo todo mío bebé, me estoy cogiendo a mis dos hombres.

Luego se dedicó a besármelo a mí, se puso detrás de mí, apretó bien mis nalgas y las separo, jugó con su lengua en el borde de mi ano, me hizo ver las estrellas del placer que me estaba dando, Mati se reincorporó en la cama y miraba muy atento, entonces Lau se animó a más.

Le tomó una mano al chico y guiándola hacia mí cuerpo, le dijo…

-tócalo un poquito.

Él se retrajo como si hubiera visto la luz mala, pero ella insistió, volvió a guiar su mano a mis nalgas lampiñas y le dijo…

-dale amor, solo acarícialo un poco, es suave como una mujer, además es solo una caricia, él te deja cogerme y que me hagas de todo, dame el gusto a mi, bebé, no te va a pasar nada.

El chico me tocó, cerró los ojos y me pasó la mano por las nalgas, ella jugaba con un dedo en mi culo y yo gemía despacito de placer, Laura vio como Mati estaba empezando a tener una nueva erección, en segundos la tenía re parada y bien dura, entonces mi mujercita lo ánimo a más…

-ponesela en la boca mi bebé, hacesela tragar toda, quiero ver cómo te la chupa, mostranos quien es el hombre acá.

Es una hija de puta pensé, mira lo que le dice para seguramente convencerlo al final de garcharme, el pibe estaba re excitado, la pija se le había puesto muy dura y grande, se acercó con la, poronga bien parada y me la puso frente a mi boca, y escuche a Laura decir…

-quiero ver a mi cornudo como chupa una linda pija, vamos putito dame el gusto, chupásela a mí novio.

La verdad es que me sentí avergonzado, mi mujer pidiéndome que se la chupe a su novio, pero ya no podía echarme atrás, no tuve más que estirarme un par de centímetros para tragármela y chupar ese pijon, obvio que lo hice y traté de hacerlo lo mejor que pude, lo disfrute y saboree mucho, tiene una cabezota bien gorda y colorada por la calentura, como a mi siempre me gustaron.

Matías empezó a agitarse y gemía mucho, Lau se pegó bien a su cuerpo, le chupo las tetillas y luego lo besó apasionadamente en la boca, mientras yo miraba esa escena, no dejaba de chuparle esa verga divina, fibrosa y bien dura, en eso Laura se acercó a mi y muy cerca de mi oído, me dijo muy despacito.

-ahora voy a hacer que te la ponga y vos te vas a dejar coger mi amor., vas a ser bien puto hoy.

La escuché, se me hizo un nudo en la garganta y seguí chupándole la pija como si nada, hasta que mi mujer dio la estocada final, escuché como casi suplicando le dijo al chico…

-cogetelo mi amor, quiero ver como le haces el orto, me fascina ver como un macho de verdad se lo coge.

El pibe estaba tan caliente con toda la situación que no podía razonar, creo que tenía la mente en blanco como yo, ella agarró un condón que tenía en la mesita de noche, le hizo sacar la pija de mi boca y se lo empezó a colocar, la obra cumbre fue que ella se acostó frente a su pija y le terminó de poner el forro con la boca, es una maestra en eso.

Mati se puso atrás mío y Lau me hizo poner bien en cuatro, me hizo abrir bien el culo y el chico se colocó apuntando con su verga a mi agujero para sodomizarme, entonces Lau le dio la orden…

-dale bebé garchatelo, dale vamos mi chiquito, ponesela toda, hace que se la coma toda quiero ver como se la pones bien adentro, hacelo gozar.

El pibe que nunca se había cogido un tipo, debe haber creído que por ser hombre podría soportar una penetración a lo bestia y así lo hizo, mi hoyo estaba bien lubricado por la chupada que me había dado mi mujercita, gracias a eso, al apoyar la cabeza de su verga en mi ano, ésta prácticamente se deslizó de una vez casi por completo, sentí un dolor terrible y mi grito fue acorde a ese dolor, el chico bombeo sin piedad y solo después de tres o cuatro embates, logré sentir dilatado mi culo y comencé a sentir placer y poder expresarlo mediante gemidos algo femeninos.

-abrí bien la cola papi, vamos mi cornudo, vamos marica, abrite bien, relájate y déjate coger, quiero verte entregado.

-Ahhh por Dios que pija tiene este pendejo, porque me haces esto Lau, no dejes que lo haga, paralo por favor mi amor.

-vamos papi, confesa que te gusta, adoro ver que te cojan, gozalo putito como yo lo gozo cuando me lo hace a mi, me encanta ver cómo te comes esa verga, decime que te gusta, dale decilo.

Al escucharla alentarme a que me deje coger, el pibe me dio pija con más violencia, cuanto ella más pedía, él más rápido y fuerte me cogía, hizo que me tumbe sobre la cama y me dio sin asco, entraba y salía repetidamente de mi culo, me vino un deseo irrefrenable de acabar y lo hice en silencio, el roce de mi pitito contra las sábanas y el colchón hizo que no pueda evitarlo, pero lo hice en silencio, Mati no lo notó porque salieron unas pocas gotas que tapaban mi cuerpo, mi eyaculación es prácticamente en seco, por efecto de una operación de próstata, pero Lau se dio cuenta y pasó su mano por mi cara acariciándome con cariño y maternalmente me dijo

-sí mi putito, estás disfrutando mi amor, me encanta verte gozar así, déjate llevar mi vida, me fascina ver como te dejas coger.

A pesar de haber acabado y bajado mi calentura a cero, soporté que siga bombeando, seguí sintiendo como perforaba mi ano, ahora por un instante casi sin sentir placer, aunque un par de minutos después volví a calentarme y a disfrutarlo, Matías bajo un poco la intensidad de sus embates y sumado eso a mi dilatación, me seguí dejando coger, confieso que me estaba gustando y me hizo gozar como una perra, en ese momento Laura agarró mis tetillas y me las retorció, y ya no pude fingir más.

Hasta que este semental volvió a sentir deseos de acabar, y empezó nuevamente a cabalgar con su verga bien adentro mío, se movió frenéticamente un buen rato, y empezó a largar su leche sin contemplaciones dentro del forro, pero también dentro de mi culo.

Grité y gemí como un marica, ya no me importó que mi Laurita me viera así, ella me besó en la boca mientras me estaban rompiendo el orto y yo no pude disimular más lo que sentía, ver su cara de satisfacción es impagable, por supuesto que lo gocé, pero es fundamental en mi vida complacerla y hacerla feliz como sea.

Verla desnuda con las piernas abiertas gozando al recibir la pija de otro hombre en su concha, es tan placentero para mi como que ella me vea a mí siendo cogido.

Espero que les haya gustado y pueden dejar un comentario aquí o escribirme a mi correo [email protected]

Besos a todos mis lectores.

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